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Cristo Ciego, la cinta que muestra el Chile desértico en donde a su gente no le queda otra que creer en milagros La película acaba de ganar el Premio de la Crítica Internacional el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias

Cristo Ciego, la cinta que muestra el Chile desértico en donde a su gente no le queda otra que creer en milagros

Tras debutar exitosamente en el Festival de Cine de Venecia y de cosechar diversos éxitos internacionales, la película de Christopher Murray promete ser uno de los grandes estrenos de la cartelera nacional. Dentro de las claves de su éxito, el director y el actor protagónico, Michael Silva, comentan El Mostrador C+C que está el registro de la perspectiva íntima de la fe de una pequeña comunidad en el norte de Chile, cuyos habitantes se interpretaron a si mismos, develando el rostro desértico de Chile.


El Cristo Ciego se ha convertido a estas alturas en más que una promesa del audiovisual chileno de 2017. Su exitoso paso por distintos festivales en el mundo la posición como un voto asegurado para convertirse en uno de los estrenos comerciales más esperados de esta temporada en la cinematografía local junto a Una Mujer Fantástica, de Sebastián Lelio y El Pacto de Adriana, de Lissette Orozco. Tras debutar en la 73ª edición del Festival de Venecia, el filme del director Christopher Murray ha cosechado éxitos en certámenes en Europa, Latinoamérica y Asia, siendo en este último continente donde ganó el premio al Mejor Director en el Festival Latin beat de Tokio. Ahora vuelve a reeditar su éxito al recibir el premio de Crítica Internacional -FIPRESCI- en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias, que se llevó a cabo entre el 01 y el 06 de marzo.

“Desde que estrenó la película en septiembre (en los festivales), hemos hecho un viaje, que como equipo nos tiene muy contentos de compartir la obra en distintos continentes. Es un trabajo que se hizo en conjunto con la comunidad y con el equipo de una manera que abrimos un espacio de reflexión acerca de cómo se vive la propia fe. Hemos percibido por los países que hemos estado, cómo se relaciona ese tema con otras culturas, otros contextos y otras experiencias de vida generando un debate y mucho interés por parte del certamen internacional. Esperamos que ocurra lo mismo con el estreno nacional”, comenta el director.

El Cristo Ciego se estrenará en Chile el 13 de abril, víspera de viernes Santo y el director agrega que la fecha de debut no podría ser más simbólica, dada la temática del filme.

“Es un momento muy significativo que la película llegue a su lugar, tratando una temática universal que es la fe en una perspectiva íntima de cada persona en la vida, dependiendo de su contexto y de su vivencia. Es una invitación a la audiencia para conectarse con la fe desde las historias personales que aparecen en la cinta. Nos parece interesante que la obra haga esa reflexión en un momento que culturalmente está instalado en una semana sobre eso”, evalúa Murray.

La película ha conquistado las audiencias al mostrar la cara de un Chile desértico y lejano en el que las personas no tienen más opciones que creer en milagros. Esta misma faceta del país que pocos conocen o no tienen idea que existe, sumada a la actuación de los propios habitantes de la región, contribuyó para el éxito de la obra.

La película, que pretende reflexionar acerca de cómo la fe va llenando vacíos, también habla sobre necesidades concretas que están relacionadas con el “abandono de la zona norte del país y las injusticias sociales que ahí se viven”, especialmente si se considera que es una zona que, en términos económicos, contribuye considerablemente al desarrollo del país y, paradójicamente, “se ve poco beneficiada de los recursos que de ahí son extraídos”.

El rodaje de El Cristo Ciego se dio en el interior de la I Región en locaciones reales y con la participación de los habitantes de las propias comunidades. Aunque Michael Silva es nortino (Antofagasta) hasta antes del filme no había tenido un contacto tan cercano con la realidad de las personas que aparecen en la historia.

“No conocía el interior de Iquique, solo la zona urbana. Como viví 18 años en el norte, no me era extraño la gente, el desierto ni las problemáticas que les afectan, pero lo que terminé encontrando era distinto con una singularidad que no conocía, gente pobre con muchas enfermedades, de mucha vulnerabilidad, carencia en salud, educación”, relata.

 

“Yo estuve en algunos festivales, en Italia, Marruecos, Costa Rica y Argentina, la recepción era cálida, a la gente les impresionaba el desierto, las casas, preguntaban si las casas de la película era un trabajo de arte y se impresionaban al descubrir que eran las propias casas de los vecinos del lugar en que grabamos. No es trabajo de estudio, no hay truco. La gente se maravillaba también por las actuaciones, por la naturalidad de las personas que no eran actores y que se interpretaban a sí mismos, transmitiendo una verdad, mayor que la nuestra”, cuenta el actor.

Michael Silva, el actor responsable de interpretar el personaje principal de la historia, un mecánico treintañero también de nombre Michael que dice haber vivido una revelación divina en el desierto y que decide abandonar todo para hacer un peregrinaje a pie descalzo e intentar sanar un amigo de la infancia que ha sufrido un accidente en un pueblo lejano, pone sin embargo paños fríos al éxito obtenido en los festivales y aclara con mesura que los premios no definen que una película sea mejor que las otras. Para él, los premios abren un espacio para que las películas se puedan exhibir y llegar a más lugares.

“Tengo la impresión que todo premio es dado con base en la opinión subjetiva de un grupo de personas, pero por supuesto no deja de ser algo bueno. Si premian una película es porque algo de especial tiene que lo mereció y la destaca por sobre otras, sea por la actuación, la fotografía, o el atrevimiento que tuvo el director al acertar con su mirada en ciertos temas, o el lenguaje que él decidió establecer», precisa Silva.

El Cristo Ciego es, hasta el momento, el primer rol protagónico que ha representado Michael Silva en la pantalla grande. Su debut fue con Neruda (2016) de Pablo Larraín, y en series de televisión ha participado en Sudamerican Rockers (2014) y Zamudio (2015). Silva agrega que la profundidad de los guiones es lo que más le atrae cuando decide actuar en una obra. «Cuando hago cine no hago para ganar premios, lo hago porque me identifico con la historia que cuentan y todo lo que viene después es consecuencia”, declara.

 

Por otra parte, Silva reitera una crítica a la industria donde el audiovisual nacional solo es valorado cuando recibe la debida atención afuera de Chile. En el caso de El Cristo Ciego, el actor espera que la recepción que la película tuvo en los festivales se repita en las salas del país.

“Es una cosa muy curiosa. Hay una cultura de que hay que ganar premios para que pueda ser valorada una obra en el país. Puede ser extraño pero a mí me parece que ya es muy común entre nosotros, muy lamentable que no valoremos nuestras propias creaciones. Es raro que tenga que venir gente de afuera no sé con qué parámetros artísticos, a decir lo que es bueno, para que nosotros tomemos en valor una obra”, critica.

 

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