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¡Más porotos que habichuelas!: Payador reescribe los clásicos infantiles en décimas y desde Chile Fue escrito por el periodista y poeta popular Eustaquio Pérez

¡Más porotos que habichuelas!: Payador reescribe los clásicos infantiles en décimas y desde Chile

Clásicos como «Caperucita Roja», «Cenicienta» y «El traje nuevo del emperador» son algunos de los cuentos que acá se presentan en versiones muy originales. Aquí «no hay princesas ni príncipes, sino personas valiosas por sus propias vidas y no por títulos de nobleza», destaca el autor.


«Siempre tengo en el recuerdo/un cuento muy especial/es fantástica y genial/la historia de los tres cerdos».

Así comienza Los tres cerditos en la versión del periodista y poeta popular Eustaquio Pérez, quien acaba de publicar Cuentos del mundo en décimas chilenas (LOM), un libro con ilustraciones de Marcelo Escobar que versiona diez cuentos para niños de la tradición europea.

Caperucita Roja, Cenicienta, El traje nuevo del emperador (que en este divertido libro se llama El traje nuevo del alcalde), El gato con botas, Juanito y las habichuelas mágicas (Juanito y el poroto mágico), La Bella Durmiente, El patito feo, Rapunzel (La rapera Rap-unsel), Los tres cerditos y El flautista de Hamelin (El flautista y los ratones) son los cuentos que acá se presentan en versiones muy originales.

Por ejemplo, Cenicienta lo es precisamente por las cenizas de un volcán sureño; el Lobo Feroz y hambriento se esconde para atacar a Caperucita en los bosques de Algarrobo; el Emperador, que luce su traje, en este libro es un Alcalde ambicioso; y la Bella Durmiente no está en los bosques europeos, sino que en el sur de Chile, en Corral.

La bella durmiente.

Estructura poética

Todos los cuentos siguen una estructura poética determinada: una cuarteta introduce y anuncia el cuento; enseguida, cuatro décimas relatan la historia del modo original que comentamos; finalmente, una décima denominada «Despedida» cuenta, naturalmente, el final o se señala un epílogo, un comentario o una simpática reflexión dirigida al pequeño lector.

«Estos cuentos forman parte del imaginario colectivo de gran parte de la humanidad. La idea que tuvimos con LOM Ediciones fue recoger esos personajes y contar las historias nuevamente, pero desde Chile y en décimas. No me planteé objetivos demasiado ambiciosos, para mí es un juego. Pero, claro, los cuentos recogen una visión más de estos tiempos», comenta el autor.

Aquí «no hay princesas ni príncipes, sino personas valiosas por sus propias vidas y no por títulos de nobleza. También hay animales», que fueron los protagonistas en su libro anterior (La enfermedad del conejo y otros cuentos). «Claro que en estos cuentos los animales forman parte de la historia de personas».

Geografía y lírica chilena

Uno de los aciertos es ubicar los cuentos geográficamente en Chile. ¿Hubo una intención simbólica de recuperar el patrimonio nacional también desde la geografía?

«Me gusta ubicar los cuentos en paisajes y lugares nuestros, aunque creo que si lo lee alguien de otro país igual los puede entender. Pero la locación no es casualidad, puesto que se relaciona también con el contenido. Hay campo, ciudad, mar, volcanes y pueblos muy nuestros. El aporte que hace en este aspecto Marcelo Escobar, el dibujante del libro, es muy importante. También están los temas que nos mueven: la lucha contra la discriminación,el abuso del poder, la amistad y el respeto por el otro», responde el autor.

El otro protagonista es la lírica popular chilena. Como miembro de la Asociación Gremial Nacional de Poetas Populares y Payadores de Chile (Agenpoch), Pérez cree que la lírica popular está muy viva.

«Todo el año hacemos actividades, competencias de payadores y presentaciones. Hay muchos payadores y poetas activos que cuentan las vivencias de nuestra gente. Otros tantos han publicado libros, como Cántaros, de Hugo González: lanzado discos, como Los Cinco Sentidos, de Cecilia Astorga; y montado exitosas obras de teatro en décimas, como la versión de Sueño de una noche de verano, de Luis Guillermo Villalobos y Manuel Sánchez».

«Los poetas populares y payadores chilenos estamos unidos y muy activos para decir muy claramente que la distorsión de la paya y de la décima que hacen los programas de televisión es nefasta y no refleja el quehacer vivo de los creadores y payadores chilenos», concluye.

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