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Profesor de la U. de Pekín lanza nueva antología de Gabriela Mistral en chino mandarín Zhao Zhejiang, hispanista y especializado el poesía latinoamericana

Profesor de la U. de Pekín lanza nueva antología de Gabriela Mistral en chino mandarín

El traductor, que presentó hace unos días una versión revisada y aumentada con unos mil versos de la Premio Nobel, explica la poesía de Mistral como la latinoamericana en general, tiene mucha influencia en China «porque los pueblos latinoamericanos y el pueblo chino tienen el destino histórico muy parecido en los últimos cien años hasta la fundación de la República Popular China»,


Traducir siempre es difícil, aunque en algunas lenguas -debido a su pertenencia a la misma familia lingüística, como el castellano y el italiano, o el ruso y el serbio, por ejemplo- resulta más fácil. Pero hacerlo del castellano al mandarín, y si más encima es poesía, es una labor titánica.

Sin embargo, hay hombres que se plantan a ese desafío, y no una, sino varias veces. En el caso de la reciente edición en China de una antología poética de Gabriela Mistral, que se presentó en febrero en Pekín, en el año en que se conmemora el 60 aniversario de la desaparición de la autora, ese hombre se llama Zhao Zhejiang.

Él es académico de la Universidad de Pekín y uno de los hispanistas más destacados de su país. Esta antología, «Tú eres un agua de cien ojos», recopila en cinco capítulos 149 poemas de los libros Desolación, Tala, Lagar, Ternura y Poema de Chile.

El sexto capítulo incluye doce textos de la prosa de Mistral (1889-1957) y el séptimo contiene su discurso de aceptación del Nobel en 1945, junto con una breve biografía y una bibliografía de sus publicaciones.

Próximamente, Zhao además presentará una traducción de Gonzalo Rojas.

Mil versos nuevos

No era la primera vez que Zhao lidiaba con los versos de la Premio Nobel de Literatura de 1945. Antes publicó una Antología Poética de Gabriela Mistral (Editorial Lijiang, 1986, y 1992) y otra antología en 2004 (Editorial de Educación de la provincia Hebei).

El académico recuerda que la primera de ellas «fue bien acogida. Tanto su creación poética como su personalidad virtuosa merecen racionalmente respeto y admiración de los lectores chinos».

¿Cuál es la novedad de los 149 poemas publicados en febrero?

«Esta versión recién salida de Gabriela Mistral revisada de nuevo y aumentada, incluye unos mil versos traducidos por primera vez, y unas materias de referencia», responde.

El concepto mistraliano del amor

Zhao leyó a Mistral por primera vez en 1979, durante una estadía en el Colegio de México. Fue la primera vez que se instaló en el mundo hispanoamericano, entre 1979 y 1981. El gobierno lo envió para mejorar sus estudios lingüísticos y literarios en castellano, lo que le sirvió de manera decisiva en sus trabajos futuros como profesor y traductor.

En México, «la Editorial Lijiang me encargó seleccionar y traducir una antología de la poetisa chilena», recuerda el traductor. «Para mí, la palabra de clave para sintetizar la poesía mistraliana es amor: amor erótico, materno y fraternal».

¿Qué interés podría haber en China por un libro de Gabriela Mistral?

«La poesía latinoamericana tiene mucha influencia en China, a lo mejor, porque los pueblos latinoamericanos y el pueblo chino tienen el destino histórico muy parecido en los últimos cien años hasta la fundación de la República Popular China», responde Zhao. «Después del triunfo de la Revolución en 1949, China estaba bloqueada por los países occidentales, muy pocos poetas extranjeros pudieron -y quisieron- visitar China, entre ellos, Pablo Neruda -tres veces- y Nicolás Guillén -dos veces-. A través de ellos, los lectores conocen la poesía latinoamericana».

Hispanista feliz

Estudiante de la Universidad de Pekín, a fines de los 50 Zhao se había cambiado a estudiar de francés a castellano con motivo del triunfo de la Revolución Cubana, «de lo que nunca me arrepentí, ya que el mundo hispánico es tan inmenso y los hispanistas somos tan pocos, tenemos un gran espacio para realizar ‘nuestras proezas'».

Tras México, durante los años 1987-1989 y 1996-1997 estuvo en la Universidad de Granada (España) para traducir la novela Sueño en el Pabellón Rojo, una obra china del siglo XVIII.

«Me ayudó muchísimo para enriquecer mis experiencias en las traducciones literarias y profundizar mi conocimiento sobre las literaturas españolas e hispanoamericanas», dice.

Entre sus autores favoritos, el académico menciona a los españoles Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca, Rafael Alberti y Miguel Hernández; Rubén Darío (Nicaragua), Gabriela Mistral y Pablo Neruda (Chile), César Vallejo (Perú), Octavio Paz (México) y Nicolás Guillén (Cuba).

«Todos ellos son grandes figuras poéticas en el mundo hispánico, que pueden inspirar a los poetas de mi país tanto espiritual como artísticamente», asegura.

Traducción de Rojas

Después de terminar con Mistral, Zhao ha asumido un nuevo desafío: traducir parte de la obra del poeta Gonzalo Rojas (1916-2011). Es un encargo de la fundación homónima, que incluye unos 90 poemas, un ensayo escrito por la traductora francesa (Fabienne Bradu), el prólogo escrito por el propio poeta, titulado Palabra previa por la antología Metamorfosis de lo mismo, y una tabla cronológica sobre la vida y las creaciones literarias del poeta.

«Acepté no solamente por la calidad de su poesía, sino también por unas razones personales», reflexiona Zhao. «Por ejemplo, al poeta chileno le otorgaron premios que llevan nombres de José Hernández, Gabriela Mistral, Octavio Paz y Altazor, y soy traductor de Martín Fierro y poesías de Gabriela Mistral, Octavio Paz y Vicente Huidobro; además, cuando Rojas hizo su conferencia en la Universidad de Lenguas Extranjeras de Pekín, yo estuve presente en el público. Me impresionó su admiración a la cultura china y su simpatía al pueblo chino».

¿Cómo caracterizaría la obra de Gonzalo Rojas?

«Muy real y muy surealista», responde.

Sin duda todas estas traducciones implican una serie de desafíos lingüísticos y poéticos.

«Según Octavio Paz, ‘el poema traducido deberá reproducir el poema original que no es tanto su copia como su trasmutación’. El ideal de la traducción poética, según alguna vez lo definió Paul Valéry de manera insuperable, consiste en producir con medios diferentes efectos análogos. Pero como chino y español son dos lenguas totalmente diferentes, una se escribe con ideogramas, y la otra con letras del alfabeto; fonéticamente, una se da musicalidad con tonos, y la otra con acentos… por lo tanto, la traducción poética debe ser una segunda creación. Esto es el desafío principal».

Y concretamente para traducir a Gonzalo Rojas -igualmente a Vicente Huidobro o César Vallejo-  «la interpretación ya es sumamente difícil, y lo difícil de la traducción para un traductor chino, creo que es imaginable».

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