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Dancer, la elogiada obra de danza escocesa que es un ejemplo de genuina inclusión Se presenta sólo este viernes y sábado en el centro cultural GAM

Dancer, la elogiada obra de danza escocesa que es un ejemplo de genuina inclusión

Baile, humor e historia personal se conjugan en esta elogiada obra con un elenco integrado por un intérprete en situación de discapacidad y un actor-bailarín. «Dancer», montaje que llega a GAM desde Escocia, cuestiona el significado de ser bailarín y artista.


Durante cuatro años, los escoceses Ian Johnston y Gary Gardiner han viajado por el mundo presentando un espectáculo de una hora en que, de riguroso traje, bailan canciones de Kylie Minogue, Nick Cave, Lady Gaga y Pharrell Williams. Lo especial y magnífico a su vez por la calidad, y por el ejercicio de inclusión, es que uno de los bailarines tiene una discapacidad intelectual.

La obra «Dancer» viene precedida de excelentes críticas en el Reino Unido y se presenta sólo este viernes y sábado en el centro cultural GAM (Alameda 227, Metro Universidad Católica), con su estreno en Latinoamérica.

Este viernes además participarán además del panel «Danza y movimiento para la inclusión», entre las 10:00 y 12:00 horas.

Cantando en la cocina

El diario inglés The Guardian le dio cuatro de cinco estrellas al montaje que calificó de íntimo, tierno, “un trabajo encantador: simple, de espíritu generoso, vulnerable y enteramente sin dobles lecturas. Pero no por eso poco sofisticado”.

«Ian y yo amamos bailar, más que ninguna otra cosa», explica Gardiner. «Cuando bailamos sentimos que somos libres. En el contexto de las discapacidades, las trascendemos cuando bailamos. Ahí somos quienes realmente nosotros mismos».

«Dancer» cuestiona el sentido de ser bailarín y que derriba los mitos asociados a esta disciplina. Sobre el escenarios, los bailarines cuentan anécdotas y bailan sus canciones favoritas, que disfrutan tanto en el escenario como en la cocina o el baño.

Ambos crearon la obra junto al fallecido Adrian Howells. «Nos reuníamos una vez por semana, con una lista de canciones en la mano que queríamos bailar. Ian escogía alguna, yo otras. Temas clásicos, temas pop, rock, de todo. De allí surgió nuestro repertorio actual, que en su mayoría corresponde a las canciones favoritas de Ian».

Energía en la sala

Siempre tocan las mismas canciones, lo que cambia eventualmente es la interpretación. Todo depende del estado de ánimo de los bailarines: a veces más llenos de energía, otros veces más introspectivos. Antes del espectáculo, hacer los calentamientos musculares de rigor, con ejercicios vocales y baile libre.

Al principio de la obra, Gardiner hace una lista de todas las personas que no tienen permitido bailar: personas sin ritmo, sin extremidades o, como Ian, en situación de discapacidad intelectual. La seguridad de Gary contrasta con la timidez de Ian, pero cuando este último empieza a bailar su cuerpo habla por él.

Johnston no se aburre del repertorio, ni Gardiner, a pesar del paso de los años.

«Por cómo la gente conecta con el show, se puede ver que sienten la energía en la sala. Yo disfruto con cada público nuevo», comenta Gardiner. Con este espectáculo han estado muchas ciudades del Reino Unido y se preparan para ir a Noruega, Suiza y Canadá.

Un mensaje para la audiencia

¿Qué quieren dejarle a la audiencia?

«El sentimiento de estar vivos», responde Johnston. «Queremos provocar con la pregunta de quién puede ser un bailarín y quién puede ser un artista, y desafiar a la audiencia sobre lo que pueden llegar a hacer en sus vidas y el valor de la misma en caso de tener alguna discapacidad. También que conecten con nuestra historia», complementa Gardiner.

En algunas ocasiones, el público termina bailando con los artistas.

«Muchos nos hablan después del show o lo hacen por mail o las redes sociales. Muchos nos han dicho que contábamos su propia historia o cosas similares», cuenta Gardiner, quien recuerda especialmente el caso de una mujer francesa que era bailarina profesional, perdió la capacidad de caminar tras un accidente y sólo pudo volver a su arte tras ver este espectáculo.

«Nos dijo que lloró durante todo el espectáculo, porque le recordó que ella también puede seguir bailando».

Dancer se presenta en el marco de «Incluye, Tercer Encuentro de Prácticas Inclusivas en la Cultura y las Artes», que además tendrá exposiciones, invitados internacionales y workshops entre el miércoles 14 y el viernes 16 de junio.

Dancer
14 al 17 Jun
Mi a Sá – 20 h (excepto 16 Jun)
Sala N2 (edificio B, piso 2)

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