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Bailarina chilena es seleccionada para residencia artística en Sudáfrica Daniela Contreras centra su trabajo en el tema del exilio y la memoria

Bailarina chilena es seleccionada para residencia artística en Sudáfrica

Gracias a la fundación alemana Sylt, compartirá con una colega germana y otra local. «Queremos enfocar estas dos semanas de trabajo principalmente en conocernos, hacer trabajo de improvisación para sacar un lenguaje corporal en común y crear el esquema de trabajo, para más adelante poder generar el financiamiento y hacer un trabajo coreográfico mayor y poder presentarlo», afirma.


La bailarina Daniela Contreras Aravena (Santiago, 1973) fue seleccionada para participar en una residencia artística en Sudáfrica, donde se encuentra este mes.

Gracias a la Fundación Sylt, de Alemania, Contreras participa en el taller «Violent Memories – readdressing transformation through dance» en Johannesburgo, junto a la germana Judith Kuckart (Germany) y el local Itumeleng Mokgope.

Contreras trabaja como profesora de danza en su propio estudio en Santiago y es miembro de una organización centrada en el tema de la sanación del trauma de los niños que estuvieron en el exilio durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).

La artista Daniela Contreras.

Trayectoria

La fundación Sylt trabaja con el tema de identidad, trauma y reconciliación a través del arte. Otorga residencias a artistas que trabajan estos temas.

Después del golpe militar, la familia de Contreras se fue al exilio a la ex República Democrática Alemana (RDA), de donde regresó a mediados de los 80.

La artista estudió en la Universidad de Chile y luego realizó un postítulo en la Folkwang Hochschule de la ciudad de  Essen, bajo la dirección de la legendaria bailarina, coreógrafa y directora germana Pina Bausch.

Esquema de trabajo

«Esta estadía se vincula con el exilio porque este proyecto coreográfico invitó a bailarines que han vivido experiencias traumáticas de distintas nacionalidades», explica Contreras.

El tema de la residencia es «cómo juntamos nuestras historias. Eso nos convoca, tratar de crear un proyecto».

«Estamos partiendo. Queremos enfocar estas dos semanas de trabajo principalmente en conocernos, hacer trabajo de improvisación para sacar un lenguaje corporal en común y crear el esquema de trabajo, para más adelante poder generar el financiamiento y hacer un trabajo coreográfico mayor y poder presentarlo», afirma.

En los últimos días, Contreras además trabajó con varios bailarines sudafricanos.

«Fue una experiencia muy bonita. A partir del lunes tenemos una especie de workshop, Judith y yo. Vamos a dar clases, trabajo de improvisación con estos bailarines. Probablemente vamos a reclutar a algunos para que trabajen con nosotros en el proyecto».

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