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Directora de “Lemebel” en la Berlinale: “las entradas disponibles al público se agotaron en 8 minutos” CULTURA

Directora de “Lemebel” en la Berlinale: “las entradas disponibles al público se agotaron en 8 minutos”

“Lemebel”, documental de la cineasta Joanna Reposi sobre el ícono del movimiento LGTB, tuvo una cálida acogida en la Berlinale. Los mordaces textos del cronista desafiaron a la dictadura de Pinochet y siguen provocando.


La cinta es un homenaje al artista plástico y de performance, escritor, cronista y poeta chileno Pedro Lemebel (1952-2015), considerado como una de las figuras artísticas contemporáneas más destacadas de América Latina. A través de un collage de fotografías, diapositivas, imágenes de archivo y grabaciones de la cineasta Joanna Reposi, el espectador se sumerge en el mundo de este singular artista y crítico social, cuya obra sigue provocando polémica.

Lemebel se encuentra en primer plano. Se le escucha en conversación con Reposi, así como los testimonios de contemporáneos suyos. Pero el artista cuenta su propia historia a viva voz.  Rechaza ser llamado gay, esa palabra le suena como “una rara ecología”. Hay muchas otras palabras usadas en Chile, y cita: coliza, maricón, tereso o maricueca, entre decenas más, provocando la risa de su interlocutor. Pedro Lemebel es irreverente, no deja santo con cabeza. Desde el resentimiento, denuncia la discriminación de la que es víctima. Pero su ingenio siempre es certero y no tiene odio.

Reposi arma con maestría la biografía de Lemebel en un homenaje a su figura vanguardista, que sigue siendo incomprendida por ser un adelantado a su tiempo. En conversación con DW, la cineasta habló sobre el personaje, así como la acogida del documental que se exhibe en la sección Panorama Dokumente.

Gran expectativa

DW: ¿Cómo fue recibida la cinta en su exhibición a la prensa y la crítica especializada?

Joanna Reposi: Fue maravilloso. Fue la primera vez que la presenté a una audiencia. Cuando se abrió la venta de boletos que quedaban al público, se agotaron las entradas en ocho minutos. Fue muy bonito sentir eso antes del estreno, porque significa que había una gran expectativa. Para mí es increíble porque esto es Berlín, Alemania, en donde Pedro tal vez no es tan conocido, pero la sala estaba llena.

Es un homenaje muy honesto y emotivo a Pedro Lemebel. ¿Cómo llegaste a la idea de hacer esta película documental?

Yo a Pedro lo conocí en el 2000/2001. Yo trabajaba en un programa de televisión en Chile que se llamaba “El show de los libros”  y tenía que hacer un programa sobre homosexualidad. Él tenía un poco la actitud como de una estrella de rock, me costó trabajo llegar a él. Pero al final le hice una entrevista muy larga y además le saqué diapositivas. El se llevó sus boas, sus tacones, sus trajes, estábamos en una casa muy bonita. Así, le hice un video que a él le gustó mucho, de un texto muy emblemático, que es el Manifiesto. Así iniciamos una relación de amistad y de respeto por nuestro trabajo.

¿Cuál es el legado que dejó Lemebel en Chile?

Lemebel es una persona fundamental para Chile. Yo creo que Lemebel fue un hombre que estuvo todo el tiempo moviendo y generando debate en la política, en la cultura, siempre cuestionó todas las heteronormas. Él le dio voz a los marginados, a los pobres y a los maricones, a las etnias, a las mujeres y a los derechos humanos. Su obra, su literatura y sus performances surgen a fines de los ochenta, a fines de la dictadura militar, donde él empieza desde el cuerpo y desde la literatura a darle voz a los derechos humanos, que habían sido relegados en un país golpeado por la dictadura. Había mucha censura y una sociedad homofóbica.

Lemebel y la discriminación

Lemebel decía que nunca estuvo en el clóset, ¿Cómo vivía la homosexualidad durante la dictadura de Pinochet?

Lo decía, que nunca escondió su homosexualidad, y tuvo la ventaja de tener una familia que lo acogió. Él fue querido por su padre y madre, pero también discriminado, como cualquier homosexual en un país latinoamericano conservador y machista. Esa discriminación la sintió en el barrio, en el colegio. Siempre sintió esa discriminación desde su homosexualidad, pero también en los mundos en donde él participaba. Intentó entrar al Partido Comunista, nunca fue aceptado.

¿Y en la literatura?

En la literatura tampoco fue muy aceptado porque era maricón, por lo tanto las elites nunca lo consideraron realmente como un gran escritor. Aunque se ganó premios como escritor. En Harvard lo estudian como un exponente de la literatura latinoamericana. Su obra tiene que ver con ese resentimiento, también. Habla desde ahí y usa ese resentimiento para decir punzante, irónica y potente su crítica social.

Lemebel, un rockstar

Un grupo de estudiantes en Chile rechazó leer la poesía de Lemebel por ser homosexual y el profesor que lo propuso fue despedido. ¿Sigue habiendo grupos muy conservadores en Chile?

El discurso de Pedro, si bien surge a fines de los ochenta, fue un movimiento queer de avanzada y reivindicacional en derechos humanos en general. Yo creo que hoy en día hay una tendencia muy fuerte, no solamente en Chile, lo vemos con Bolsonaro en Brasil, con Trump en Estados Unidos y Piñera en Chile. Hay una fuerza conservadora que está como instalándose en el hemisferio fuertemente. Yo siento que su discurso y su lucha política está más vigente que nunca. Se han ganado varias libertades, pero hemos retrocedido. Ese suceso indica que sigue habiendo grupos que lo siguen discriminando y lo terrible es que hayan sido jóvenes.

Esta película reivindica la figura de Pedro Lemebel. ¿Qué impacto tendrá en Chile?

¡Yo creo que la vamos a romper! [Se ríe y aclara que es un término chileno]. Yo creo que va a ser potente en varios sentidos. La figura de Pedro es rara porque es un escritor que era también un rockstar, cuando él presentaba sus libros se llenaban las salas, había público afuera,  iba por la calle y le pedían autógrafo, es raro encontrar eso en un escritor. Yo creo que era como un David Bowie chileno, un Yoko Ono, una figura que sale un poco de las letras, por su plástica, por su forma de ser y porque él mezcla sus performances con vida, es muy auténtico, muy consecuente, pero a la vez genera mucho rechazo. Él está todo el rato punzándote, cuestionándote. Llevándote al límite. Y eso genera resentimiento también.

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