Publicidad
«Enigma», la película que reflexiona sobre la televisión a través de un drama familiar en los noventa CULTURA

«Enigma», la película que reflexiona sobre la televisión a través de un drama familiar en los noventa

Este jueves se estrenó la ópera prima del destacado director chileno Ignacio Juricic. Después de pasar por el Festival de Cine de San Sebastián y el Festival de Cine de Valdivia, está disponible online en Matucana 100 y en Red Salas. La película es una reflexión sobre la televisión y la representación de los crímenes de odio. La cinta además llega en pleno revuelo por el caso de «Nano» Calderón y su padre. «La farandulización y espectacularización de los crímenes y muertes de mujeres y disidencias han estado siempre presentes, lo de los Argandoña Calderón lo único que tiene de diferente es que involucra a sujetos de la élite televisiva, en particular a Raquel, que es parte de los medios», reflexiona el cineasta.


Una reflexión sobre la televisión y la representación de los crímenes de odio es Enigma, la ópera prima del destacado director chileno Ignacio Juricic, que se estrenó este jueves.

En la cinta, Nancy, una mujer de clase media, es madre de Sandra, una joven lesbiana asesinada a golpes afuera de una discoteque en 1986, sin encontrar a los responsables.

La película se sitúa ocho años después, cuando es invitada a un programa de televisión sobre misterios sin resolver para hablar del caso de su hija. Mientras resuelve si participar o no, se enfrenta al trauma, a su propia familia y a las distintas versiones que cada uno tiene de lo sucedido.

Después de pasar por el Festival de Cine de San Sebastián y el Festival de Cine de Valdivia, está disponible online en Matucana 100 y en Red Salas.

Morbo y medios

El largometraje además explora una reflexión, más contingente que nunca, respecto al morbo y el rol de los medios.

“Hay algo importante ahí, de desnaturalizar algo a lo que estamos súper acostumbrados. Por ejemplo, los espacios de crímenes sin resolver. ¿Qué hay detrás de eso? ¿Por qué algunas muertes son para crónica roja y se dan a conocer los detalles más escabrosos e íntimos y en otros no? Hay personas, familias que pueden verse afectados por esos contenidos”, dice Juricic, titulado de la carrera de Cine y Televisión de la Universidad de Chile.

“Cuando estas personas van a la televisión no son ingenuas, saben que es la única herramienta que tienen para que se haga justicia. Son conscientes de lo que tienen que arriesgar para tener justicia. O si no, no se puede. Están sobreviviendo. Eso habla de la desigualdad de clase, raza, género, etcétera”.

En paralelo, Enigma se asienta en un territorio poco explorado por el cine chileno actual: el entramado universo femenino de la clase media-baja. La película se inmiscuye en los vínculos familiares entre madres, hijas, hermanas, tías y sobrinas, retratando secretos, viejos dolores y coraje a través de un tratamiento íntimo y en el que es fácil reconocerse.

“Me crié con mis tres hermanas y mi mamá, que a su vez tiene tres hermanas y yo crecí rodeado de todas ellas. En general, la familia en la película está construida en base a eso como recuerdo”, afirma Jurucic. “Si bien es algo bien personal, siento que representa una identidad local. Me parecía que era la forma más honesta de hacer esta película”.

Para Roxana Campos, recordada actriz de teleseries de TVN, como “La Fiera”, “Iorana”, “Romané”, “Pampa Ilusión”, “El Circo de las Montini”, “Los Pincheira”, entre otras producciones de la época dorada del canal estatal, el desarrollo de su personaje fue una etapa significativa para su carrera.

“Fue precioso pero desafiante, Nancy lleva todo internamente, jamás expresa lo que realmente siente, entonces eso fue muy delicioso de explorar y trabajar con Ignacio, que siempre estuvo allí con una presencia y talento admirables”, dice la protagonista.

La película además cuenta con las actuaciones de Claudia Cabezas (No, 2012), Paula Zúñiga (El primero de la familia, 2016) y Rodrigo Pérez (Tony Manero, 2008), Belén Herrera (“Ramona” de TVN, “La cacería” de Mega), entre otros.

El caso Briones

Enigma (82 min.) es la primera película de Juricic y la productora ejecutiva Mariana Tejos (productora Inefable). Ambos trabajaron en el cortometraje Locas Perdidas, que fue premiado en el Festival de Cine de Cannes del 2018 en secciones distintas (Cinéfondation y la Queer Palm por el mejor cortometraje LGBT).

El rodaje se extendió por 24 días, durante el mes de noviembre del 2017, y se realizó en el sector de El Santo, en la comuna de Huechuraba.

«La primera inspiración de la película viene de un hecho real que es el asesinato de Mónica Briones, que no sé si lo llamaría un caso policial, en el sentido de que no estoy de acuerdo con nombrar de esa forma a los crímenes de odio o a los femicidios, por ejemplo», cuenta el director.

Juricic recuerda que en esa misma línea la historia de Briones –una pintora asesinada en 1984 a la salida del bar Jaque Mate, en el centro de Santiago, cuyo crimen permanece impune– fue fundamental para la historia de las diversidades o disidencias, ya que coincide con la creación de la primera agrupación de mujeres lesbianas “Ayuquelen”, que vino antes que el Movilh, que se formó en 1990. El día de su muerte (9 de julio) es cuando se conmemora el Día de la Visibilidad Lésbica en Chile.

«La muerte de Mónica Briones nunca tuvo justicia y cerca de diez años después, un poco más, se realizó un capítulo de un programa de misterios sin resolver que se llamaba ‘Enigma’, que retrató su caso», recuerda.

Otra de las claves de las película es que en ella las mujeres tienen un rol muy importante.

«A mí me parecía que la forma más honesta de aproximarme a la película era desde mi propia experiencia. Si bien hay una inspiración en la historia de Mónica, todo es ficción, esos personajes y esa familia no existen en la vida real. Entonces la familia de la película esta basada en mi familia, que está compuesta casi por puras mujeres, además desde chico me he rodeado de mujeres y maricones, así que era natural para mí que el mundo de la película sea ese».

TV y desigualdad

Juricic además plantea que el espectáculo de la TV ante los crímenes es también un reflejo de la desigualdad.

«Me parece que es un tema fundamental que habla de la justicia y lo que tenemos que hacer para poder acceder a ella. Hay ciertos crímenes que, si no se vuelven mediáticos, es muy difícil que realmente se pueda, por ejemplo, encontrar a los culpables. Entonces es tremendo tener que casi obligatoriamente pasar por esa mediatización para llegar a la justicia», subraya.

«Me parecía importante tomar postura frente a la representación de la violencia. Cuando partimos con el proyecto, el año 2015, era reciente la muerte de Daniel Zamudio (2012), donde se realizaron varios programas, series y películas inspiradas en su historia y en todas veíamos la escena donde lo golpean hasta matarlo. Si no me equivoco, hay cinco escenas distintas de la misma golpiza. ¿Qué ganamos con ver a un chico gay, que lo golpean hasta matarlo, cinco veces?», se pregunta.

En ese sentido la película se trata de qué es lo que pasa cuando se recrea una muerte, aunque nunca muestra ni el asesinato ni ningún tipo de violencia explícita.

Caso Nano Calderón

La cinta además se estrena en pleno revuelo por que caso de Nano Calderón y su padre.

«La farandulización y espectacularización de los crímenes y muertes de mujeres y disidencias ha estado siempre presente, lo de los Argandoña Calderón lo único que tiene de diferente es que involucra a sujetos de la élite, en particular a Raquel, que es parte de los medios», reflexiona el cineasta al respecto.

«En ‘Bienvenidos’, que es donde ella trabaja, le llevaron una ‘medium’ a Jacqueline Vera, para que le entregara un mensaje de su hijo Daniel Zamudio. Ahí leyeron el informe ginecológico de Nabila Riffo y llevaron un perito chanta a la casa de Ámbar Cornejo. Ahora a las figuras de TV y a la élite en general les llama la atención por qué se dan vuelta las cámaras y los apuntan a ellos, pero es lo que ellos han hecho toda la vida, históricamente», dice.

Para él, «Mea Culpa», «Enigma», «Lo que callamos las mujeres» y todos sus derivados son programas que espectacularizan la violencia, muerte y el dolor ajeno, «y no parecía que se cuestionara mucho en su momento».

«Hoy en día, gracias al trabajo de las feministas, ya no se dejan pasar esas cosas, pero para ciertas personas ir a la televisión es la única forma de tener justicia. De hecho, Eduardo Frei, cuando era Presidente, dio el indulto presidencial a Juana Candia, quien asesinó al hombre que la había abusado toda su vida, después que salió en ‘Mea Culpa'», concluye.

Publicidad

Tendencias