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El libro que desentraña el origen de la elite financiera chilena CULTURA

El libro que desentraña el origen de la elite financiera chilena

«Todo legal» es una investigación periodística de Carlos Tromben e Ignacio Schiappacasse de gran aliento basada en antecedentes —incluyendo archivos secretos de la dictadura hasta ahora inéditos— y hechos cuyos protagonistas transitaron entre el mercado financiero, el Estado y la política en los últimos 50 años. Al abarcar casi cincuenta años de la historia del país, los personajes que se mencionan en este texto son tan variados como los acontecimientos que se relatan: ejecutivos bancarios, gerentes de empresas, ministros, parlamentarios y presidentes de la República. En «Todo legal» se conectan el golpe de Estado, la dictadura militar, la vuelta a la democracia, la época de los jaguares de América, el estallido social y el plebiscito constituyente, momentos que, a pesar de tener muchos actores, parecen converger en José Piñera, otrora ministro de Trabajo durante la dictadura militar, y en su hermano, el dos veces presidente, Sebastián Piñera. «La industria financiera tiene a su disposición una amplia gama de recursos y relaciones de poder que le ha permitido salir airosa en distintas crisis. Está por verse que ocurrirá en la actual coyuntura. Una señal clara de lo  anterior, de la capacidad de la polis financiera para rearticularse, es el surgimiento de los llamados ‘Amarillos por Chile’. Como mostramos en el libro, muchos de ellos vienen de la polis, han defendido sus intereses en distintas instancias y eso es sintomático de la capacidad de influir que tiene la polis», señalan sus autores.


Un libro que desentraña el origen de la elite financiera chilena han publicado los autores Carlos Tromben e Ignacio Schiappacasse.

Se trata de «Todo legal: Los grandes zarpazos de la elite financiera chilena» (Editorial Planeta), libro de que pone sobre la mesa hasta ahora algo inédito: una línea cronológica, con nombres y apellidos, sobre el surgimiento del sector financiero en Chile.

A través de un relato plagado de fuentes, ágil y preciso, los autores reconstruyen la historia de la elite económica nacional, situando como punto de partida el año 1973, momento en que un grupo de jóvenes vio en los recursos de toda una sociedad la base de su propio imperio, todo esto amparado por una Constitución que el día de hoy se discute, con la esperanza de un nuevo comienzo.

«La sumatoria entre el estallido y la crisis COVID desnudó ante todos los ciudadanos las falencias del modelo, la desigualdad, los abusos, las malas pensiones. Quisimos buscar el origen institucional y las redes de poder que se tejieron para llegar a semejante situación», explican los autores.

Esta investigación minuciosa se refiere a los “zarpazos” —aquellas jugadas audaces y millonarias, tanto al límite, como fuera de la ley—, al lobby, a la influencia política tras bambalinas, y a la arquitectura institucional que ha permitido a un pequeño grupo acumular una riqueza inmensa.

Hitos fundamentales

En su primera parte, el libro narra la historia de la polis financiera chilena durante la dictadura, e identifica como punto culmine de la creación de este sector la instauración del sistema de AFPs. Basados en entrevistas, documentos secretos de la dictadura y archivos de prensa, los autores demuestran que la imposición del sistema se logró mediante la difusión de narrativas falsas.

«Algunas de estas narrativas falsan fueron «el sistema antiguo de pensiones está en quiebra», «con el sistema de AFP los trabajadores se convertirán en capitalistas», «Chile se convertirá en un país desarrollado», «el sistema de AFP otorgará pensiones fantásticas que incluso podrían ser mayores a los últimos sueldos percibidos antes de la jubilación», entre muchas otras», detallan los autores.

A través del relato de Tromben y Schiappacasse es posible comprender el altísimo costo humano que tuvo situar el sector financiero en el centro de la economía; y se describe cómo aspectos centrales de la vida (pensiones, agua, salud y educación) se convirtieron en nuevos nichos de negocios, para el beneficio de una minoría.

En la segunda parte del relato, los autores abordan el retorno a la democracia y explican cómo el sistema financiero continuó expandiéndose y acumulando mayores cuotas de poder, capturando el sistema político, judicial y legislativo del país.

Dicha captura ha sido la causa, según los autores, de escándalos como la instrumentalización de las AFPs para formar directorios (1990), la capitalización ilegal del Banco de Chile (1995), el Caso Chispas (1997), el Caso La Polar (2012), las empresas zombi (1994-2001), las triangulaciones y rescate de Corpbanca (2011), SQM/Cascadas (2015) y las fusiones truchas de Provida y Cuprum (2016). Acciones que han sido posibles bajo el amparo de la frase emblemática “todo legal”.

Personajes clave

Al abarcar casi cincuenta años de la historia del país, los personajes que se mencionan en este texto son tan variados como los acontecimientos que se relatan: ejecutivos bancarios, gerentes de empresas, ministros, parlamentarios y presidentes de la República. En «Todo legal» se conectan el golpe de Estado, la dictadura militar, la vuelta a la democracia, la época de los jaguares de América, el estallido social y el plebiscito constituyente, momentos que, a pesar de tener muchos actores, parecen converger en José Piñera, otrora ministro de Trabajo durante la dictadura militar, y en su hermano, el dos veces presidente, Sebastián Piñera.

Respecto de la posibilidad que ofrece una eventual nueva constitución para forjar una arquitectura institucional que permita reconfigurar el sector financiero, los autores señalan: «No está tan claro que se cambie la provisión subsidiaria de derechos sociales como la salud, la educación o las pensiones, decimos no tan claro porque hasta el momento no se ha hablado mucho de ello», y agregan: «Una de las características del sector financiero es su capacidad para adaptarse exitosamente a escenarios adversos».

«Una señal clara de lo anterior, de la capacidad de la polis financiera para rearticularse, es el surgimiento de los llamados Amarillos por Chile. Como mostramos en el libro, muchos de ellos vienen de la polis, han defendido sus intereses en distintas instancias y eso es sintomático de la capacidad de influir que tiene la polis», afirman.

Origen institucional

– ¿Qué los llevó a embarcarse en esta investigación?

– La sumatoria entre el estallido y la crisis COVID desnudó ante todos los ciudadanos las falencias del modelo, la desigualdad, los abusos, las malas pensiones. Quisimos buscar el origen institucional y las redes de poder que se tejieron para llegar a semejante situación.

– El libro incluye reveladores antecedentes obtenidos de la dictadura, ¿cómo dieron con estos documentos? Desde su perspectiva, ¿cuáles son los datos más llamativos que obtuvieron de estos registros inéditos?

– El cómo es parte de las gestiones necesarias del periodismo investigativo. Lo más llamativo ha sido descubrir la cantidad de narrativas falsas que se utilizaron para instalar el modelo. Sin caer en exageraciones, hoy podemos afrmar que el modelo neoliberal chileno (único en el mundo por su radicalidad) se impuso en dictadura y luego se preservó en democracia en buena medida gracias a la difusión de falsas narrativas. Algunas de estas narrativas falsan fueron “el sistema antiguo de pensiones está en quiebra”, “con el sistema de AFP los trabajadores se convertirán en capitalistas”, “Chile se convertirá en un país desarrollado”, “el sistema de AFP otorgará pensiones fantásticas que incluso podrían ser mayores a los últimos sueldos percibidos antes de la jubilación”, entre muchas otras.

Hitos y protagonistas

– De acuerdo con su investigación, ¿cuáles dirían que son los hitos y protagonistas fundamentales para trazar una cronología de la construcción de la élite financiera chilena?

– Claramente, la conquista de los ahorros de los trabajadores a través de las AFP, el uso de esos recursos para privatizar las empresas del Estado y crear grupos económicos privados, vinculados a la dictadura. Luego viene la expansión de dicho modelo durante la Concertación, cuyos cuadros técnicos abandonan el modelo socialdemócrata que defendieron durante la dictadura. Cada sucesivo gobierno concertacionista realizó nuevos y más generosos regalos regulatorios con narrativas/discursos absurdos desde la perspectiva histórica: “agenda procrecimiento”, “mejorar las pensiones”, “hacer de Santiago un centro financiero”, “políticas proempleo”.

– ¿En qué momento de nuestra historia la polis financiera termina por capturar el sistema político, judicial y legislativo del país? ¿Cuál fue el costo humano de esta expansión?

– Es un proceso que se intensifica a inicios de los años noventa, con el retorno a la democracia, y se consolida durante la primera década del siglo. El costo es un Estado que no ha podido hacerse cargo debidamente de las necesidades sociales, la infraestructura y la cohesión social, por no hablar de diversificar la matriz productiva hacia la innovación y el conocimiento.

El papel de los medios y el Estallido

– ¿Qué papel han jugado los medios en la difusión de ese relato?

– En los años noventa los medios no tuvieron espacio para voces críticas ni señales de advertencia. Los conflictos de interés no fueron investigados ni divulgados hasta después de la crisis subprime, cuando estallaron los grandes escándalos. En este contexto, los medios de comunicación tradicionales (especialmente la prensa escrita) jugaron un rol fundamental en la difusión de las narrativas falsas que alimentaron la expansión del sistema financiero y su rango de influencia.

– ¿De qué manera la revuelta de 2019 modificó ese relato?

– Totalmente, la revuelta fue el fin de un proceso de cuestionamiento que iniciaron los pingüinos en 2006, los estudiantes en 2011 y el movimiento No + AFP. La idea de que una economía es sana en la medida que exprime a sus ciudadanos, suprime derechos laborales, supedita el medio ambiente a la productividad extractiva, llevó al país a un callejón sin salida.

– En el actual contexto de poder de la élite financiera y con la asunción de Boric, ¿creen posible reconfigurar el relato que sostiene que el exceso regulatorio desincentiva la inversión?

– Ya estamos viendo que en seminarios de Sanhattan ahora se escucha un poco más a los economistas socialdemócratas. Por otra parte, el contexto global que permitió el surgimiento y consolidación de la polis ya no existe. Primero la crisis subprime de 2008, y luego la pandemia unida la guerra de Europa del Este, han configurado un escenario que marca el fin del espacio de liviandad que arrinconó al Estado y dejó países completos a merced de la especulación.

– Al comenzar el libro hablan de la importancia del relato de la polis financiera. Sobre esto, tres preguntas: teniendo en consideración el contexto, en su opinión, ¿una nueva Constitución es una oportunidad para forjar una nueva arquitectura institucional que permita reconfigurar el sector financiero? De ser así, ¿en qué medida esto puede beneficiar la democracia?

– El foco de los convencionales está centrado en derechos humanos, de la naturaleza, de los pueblos originarios, descentralización territorial, y eso está muy bien. No está tan claro que se cambie la provisión subsidiaria de derechos sociales como la salud, la educación o las pensiones, decimos no tan claro porque hasta el momento no se ha hablado mucho de ello.

Sin embargo, una de las características del sector financiero es su capacidad para adaptarse exitosamente a escenarios adversos. La industria financiera tiene a su disposición una amplia gama de recursos y relaciones de poder que le ha permitido salir airosa en distintas crisis. Está por verse que ocurrirá en la actual coyuntura. Una señal clara de lo  anterior, de la capacidad de la polis financiera para rearticularse, es el surgimiento de los llamados “Amarillos por Chile”. Como mostramos en el libro, muchos de ellos vienen de la polis, han defendido sus intereses en distintas instancias y eso es sintomático de la capacidad de influir que tiene la polis.

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