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Reportaje fotográfico: el parque marino chileno que protege la ruta migratoria de la ballena azul CULTURA|MEDIOAMBIENTE

Reportaje fotográfico: el parque marino chileno que protege la ruta migratoria de la ballena azul

Se trata de un espacio marítimo de más de mil kilómetros cuadrados, hábitat de la ballena azul, en peligro de extinción. Esta área de la ecorregión Chiloense está ubicada en la Región de Los Lagos.


La convergencia de la conservación

El nuevo parque cuenta con un espacio marítimo de 1.019,16 kilómetros cuadrados y colinda con otros espacios terrestres protegidos en la parte continental, como el Parque Nacional Corcovado hacia el Este y el parque nacional Melimoyu y el AMCPMU Pitipalena Añihué adyacentes en el Sur, en el límite con la región de Aysén.

Importancia a escala local y mundial

En esta área se generan dos corrientes importantes para el Pacífico Suroriental. «En su parte más costera recibe la influencia de sistemas de fiordos y canales que son escasos a nivel mundial, mientras que a nivel local están poco representados en el sistema nacional de áreas protegidas marinas», explica a DW Paola Hernández, bióloga marina del Instituto de Ecología y Biodiversidad.

Zona libre de impactos en el presente y en el futuro

«Es una área en una muy buena condición ecológica, sin mayores impactos”, dice a DW Maximiliano Bello, asesor ejecutivo de Políticas Públicas del Océano de la organización Mission Blue. Una situación que continuará en el futuro. “Tiene una categoría de protección estricta: no está permitida la pesca, la acuicultura o el turismo intensivo”, agrega Maisa Rojas, Ministra de Medio Ambiente de Chile.

Una cuestión de salud

«La salud de este ecosistema es de vital importancia para la población de ballenas azules la cual se encuentra en peligro de extinción. Sabemos además que la conservación de esta especie es relevante para la salud del planeta, ya que son capaces de incorporar miles de toneladas de carbono», dice a DW Marcela Ruiz, Directora Ejecutiva de la empresa chilena Acústica Marina.

Una gran riqueza biológica marina

«En esta zona afloran y confluyen aguas ricas en nutrientes, lo que se traduce en una alta producción primaria, con una gran cantidad de alimento disponible, principalmente krill», apunta Ruiz recordando que ello es vital para los cetáceos. «Además hay influencia de canales y estuarios que generan un ambiente propicio y altamente abundante para la riqueza de la biodiversidad marina», agrega.

Gran diversidad de fauna salvaje

«El Golfo Corcovado concentra grandes cantidades de alimentos. Además, hay poblaciones de sardinas y bosques de macroalgas que son otros objetos de conservación del área marina protegida», recuerda Rojas. Además de azules, en la zona se observa un importante número de ballenas jorobadas y sei, delfín chileno, chungungos, lobos marinos y colonias de aves marinas: pingüinos, cormoranes y fardelas.

Doble objetivo

El parque marino protegerá una zona ecológicamente muy importante, pero no solo. «Las áreas marinas protegidas, si bien tienen un foco en conservación de la biodiversidad, también aportan a la mitigación y adaptación al cambio climático, como soluciones basadas en la naturaleza, ya que fijan el carbono y aumentan la resiliencia de nuestro mar al cambio climático», recalca Rojas.

Momento clave

«Tic Toc viene a proteger una zona clave en un momento clave», considera Bello, recordando que este nuevo parque fue una de las primeras áreas propuestas para su protección hace ya 20 años atrás. «Investigadores del Centro Ballena Azul, la Universidad Austral y conjuntamente con la fundación Meli Modjo han venido argumentando la protección de este lugar por muchísimos años», puntualiza.

Conservación sin límites

«Al entender que un sistema ecológico no tiene límites mar-tierra, entendemos que la interacción de ambos genera este especial sistema», dice la bióloga marina del Instituto de Ecología y Biodiversidad poniendo un ejemplo. «Un chungungo (foto) se alimenta en el mar, socializa en el mar, pero descansa, duerme y tiene a sus crías en tierra, y así con muchas especies e interacciones más», agrega.

El primer paso de un largo recorrido

Bello reclamó más áreas de protección en la zona interior de Chiloé y de los fiordos, ya que son «zonas que han sido altamente impactadas en otras partes de la Patagonia por el avance industrial que ha provocado la producción de salmones». Así, apuntó a que la importancia que tienen los fiordos para las especies en peligro de extinción y actividades productivas de las comunidades locales.

 

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