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Colectivo de danza presenta su nuevo proyecto escénico «Fauna» CULTURA Crédito: Sebastián Rivas

Colectivo de danza presenta su nuevo proyecto escénico «Fauna»

Paulina Barrenechea
Por : Paulina Barrenechea Periodista (Universidad San Sebastián), con estudios de Master of Arts, Mención en Lengua y Literatura (Universidad de las Américas-Puebla, México), Doctorado en Literatura Latinoamericana (Universidad de Concepción) y diplomado en “Museos y Museografía. Nuevos enfoques para la educación” (Universidad de Santiago IDEA).
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Serán cuatro funciones de estreno en Concepción, Tomé y Chiguayante, en diciembre 2022 y enero 2023. Pero, también, se activarán funciones con estudiantes secundarios y universitarios en red con Infocap y Universidad de Concepción. Previo a este circuito, se realizará una muestra de proceso, abierto a la comunidad, este sábado 5 de noviembre, a las 17:30 horas, en la Corporación Cultural Artistas del Acero.


Ingresar al espacio de trabajo creativo de Plataforma Conmover (2015, Biobío) es siempre una colisión. Sus modos de hacer están atravesados por un pulso laboratorial, de prueba, que no necesariamente se entraman a una narrativa vigente y que obligan a hacer desvíos, giros inesperados, en definitiva, enfrentar desde y con el cuerpo los desafíos de la convivencia humana.

Conmover esta integrado por Natalia Figueroa, Francisco Carvajal y Loreto Urrutia, artistas escénicos que han centrando sus búsquedas en el contacto improvisación, la danza contemporánea y la creación experimental, especialmente, en lenguaje audiovisual. En ese sentido, la politicidad de las imágenes ha sido clave y ha marcado sus investigaciones y prácticas corporales.

La idea es siempre ir un poco más allá de la coreografía. De esa apuesta nacen las piezas de videodanza “Des Atar. Atmósferas para sellar” (2019) y “Opción de Insistir” (2021), procesos creativos que se fueron desarrollaron en tiempos largo de trabajo y que, hoy, son archivos presentes en su nuevo proyecto escénico llamado FAUNA.

Crédito: Sebastián Rivas.

¿Cómo nos relacionamos con nuestro entorno desde los cuerpos que somos? ¿Qué animalidad está presente en lo humano? ¿Cómo conectamos esas relaciones en una puesta en escena? La búsqueda de FAUNA llega junto a la dirección coreográfica de Soledad Medina y las experiencias de Natalia Jorquera (Proyecto Apócrifo) y Raúl Lagos (Danza La Independiente), intérpretes que se unen a Conmover para este camino creativo.

FAUNA es interesante porque, como proyecto, se viene gestando desde etapas previas a la pandemia y, porque, luego, la misma emergencia sanitaria le afecta en su reflexión y modo de hacer. Habitan en este proceso cuestiones que han sido recurrentes en el trabajo de la plataforma y que producto de la pandemia adquieren urgencia al convocarnos a pensar en el sentido de la colectividad y la co existencia humana desde un cuerpo animal, desde el cuerpo de la danza.

Conversamos con Natalia Figueroa y Francisco Carvajal, intérpretes de este proceso, como antesala al circuito de estrenos que tendrán en la región del Biobío, gracias al Fondo de Artes Escénicas, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Conocer y reconocer, a partir de sus voces y miradas, la potencia de este proyecto, crea un nuevo relato y sitúa un pliegue dentro a la práctica de las danzas contemporáneas.

Crédito: Sebastián Rivas

Los inicios de FAUNA

En torno a cómo se gesta este proyecto, Francisco comenta que “el proyecto surge a partir de las búsquedas en las que estuvimos durante el periodo pre-pandémico, en el que merodeábamos bastante en torno a la idea del convivir humano y la convivencia dentro de la misma disciplina de la danza. Es una pregunta álgida y recurrente por lo demás que nos reafirma en nuestra apuesta insistente por los procesos de larga duración, relevando el hallazgo sutil dentro la investigación, dándole cabida a los afectos/afecciones y potenciando discursos situados en una práctica sensible”.

Como plataforma de investigación, ya venían preguntándose acerca de cómo crear prácticas que construyeran relaciones armónicas entre los cuerpos en escena y “que respetaran la singularidad de cada performer y, a la vez, permitieran la colectividad” explica Natalia.

“Siempre ha estado presente en nuestras búsquedas como Conmover darle una mirada a los modos de hacer coreografía y obra, intentando no centrarnos en la representación, sino en los modos en que nuestras preguntas creativas generan relaciones y potencias que aparecen en el acto creativo. Más que hablar de convivencia, nos veníamos preguntando cómo nuestra disciplina puede darnos un modo específico de convivencia y qué tensiones y potencias se activan en los cuerpos que se encuentran juntos. En ese sentido, el estudio y la práctica del contacto improvisación fue un terreno fértil desde el que se levantó la propuesta coreográfica y poética de Fauna. También nos hemos permitido fugas de este lenguaje que van desde el enfrentamiento, la agitación y el ataque. Entonces, en términos de lenguaje, explora en esos elementos sin fijar un modo específico de danza, sino más bien abrir las posibilidades de los cuerpos”, comenta.

Como proyecto político en danza, FAUNA, viene a instalar preguntas audaces para la práctica de la danza.

Francisco Carvajal y Natalia Figueroa. Crédito: Plataforma Conmover.

Para Natalia Figueroa, “Fauna vino a instalar la pregunta sobre lo animal en lo humano. Para esta propuesta, el cuerpo animal es el cuerpo de la danza, puesto que es aquel que se encuentra despierto y permeable a las fuerzas transformadoras del espacio en el que habita y convive. Todo este proceso nos ha invitado a tomar perspectiva de nuestra relación con lo animal, como humanes. Nuestra sociedad atraviesa un momento complejo en torno a nuestras formas de relación con los diferentes ecosistemas que habitamos y nuestro vínculo interespecies, entonces, la coexistencia armoniosa es cada vez un desafío mayor que hace necesario investigar en diferentes esferas como la reciprocidad, la escucha y la sustentabilidad”.

Por su parte, Francisco, considera que, desde el punto de vista creativo, “el proyecto se instala como un camino procesual que dialoga y se comparte con otros/as, y que no tiene que ver con individualidades. Es aquí donde sentimos que la asociatividad, como modo de actuar artístico, se sobrepone a la idea del “artista y su obra”, en la que es posible separar sujeto-objeto; sino que, por el contrario, nos invita a contemplar las posibles reflexiones que surgen de un grupo de sujetos o colectivo”.

En ese sentido, Natalia es enfática al considerar que lo que busca tensionar este proceso creativo en danza tiene que ver con posibilitar la emergencia de una propuesta metodológica de creación “donde lo que importa es el modo de hacer más que el tema a investigar. Creemos fuertemente que la experimentación es un camino que resuelve interrogantes profundas de lo humano, desde lógicas no representativas sino desde el lenguaje del cuerpo y la danza contemporánea. Instala imágenes e imaginarios que no son lineales ni racionales, sino que provienen de las historias y relaciones que cada uno de manera personal construye” complementa.

Los desafíos de FAUNA

Para la dupla, los desafíos de este proyecto van más allá del deseo de traspasar un mensaje sobre la vida de los animales, sino que, más bien, indagar en torno a lo que nos acerca y distancia de sus modos de coexistir.

“Siento que la mirada de lo humano sobre lo animal siempre será una ficción que no alcanza a dar cuenta de esa realidad. A pesar de que podamos dar con formas y patrones de movimiento, tenemos una distancia infranqueable con el mundo animal, lo cual hace subrayar cada vez más lo humanes que somos, haciendo conscientes los obstáculos que tenemos para entender y vivir desde dicha animalidad. Al mismo tiempo que observamos esa distancia vemos en la subjetividad y sensibilidad de las artes una posibilidad de acercamiento, que no intenta generar respuestas cerradas sino abrir cada vez más preguntas sobre cómo relacionarnos más sensiblemente como especie”, comparte Natalia.

Por otro lado, Francisco Carvajal, rescata como desafío la mirada interdisciplinaria del proyecto y la envergadura del proyecto.

“Es la primera vez que contamos con un financiamiento tan alto y un equipo tan numeroso de personas que trabajen junto a nosotras. Sin duda, la escala de trabajo es mayor, no sólo a nivel creativo, sino que además en términos de gestión y producción. Nos estamos esmerando en agenciar de la mejor manera posible para dar soporte al proceso y al equipo, y de ese modo no restringir su potencial o su profundidad”.

Desde la potencia que tiene la dimensión educativa de las artes escénicas contemporáneas, FAUNA, se sitúa como una zona de contacto, donde la mediación artística será clave.

“Esta vez consideramos necesario tener una temporada amplia que nos acercara a audiencias diversas. Queremos contactar con un público especializado en artes escénicas locales, de manera de ir visibilizando el trabajo de la plataforma y dialogar con otras compañías sobre los modos de hacer obra en Concepción. Consideramos vital contactar con audiencias educacionales, acercando la experimentación escénica a públicos jóvenes, como también al mundo universitario y técnico, fomentando el pensamiento crítico y la investigación desde las artes”,  asegura Natalia sobre la hoja de ruta que nace de este proceso creativo e investigativo en danza.

Serán cuatro funciones de estreno en Concepción, Tomé y Chiguayante, en diciembre 2022 y enero 2023. Pero, también, se activarán funciones con estudiantes secundarios y universitarios en red con Infocap y Universidad de Concepción. Previo a este circuito, se realizará una muestra de proceso, abierto a la comunidad, este próximo sábado 05 de noviembre, a las 17:30 horas, en la Corporación Cultural Artistas del Acero.

Si quieres conocer algo más de Plataforma Conmover y el proyecto FAUNA, puedes acceder a sus redes sociales en:

Ig:

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