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Estudios: Las mujeres son uno de los grupos más vulnerables al riesgo de desastres en Chile CULTURA|CIENCIA

Estudios: Las mujeres son uno de los grupos más vulnerables al riesgo de desastres en Chile

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Diferentes trabajos académicos elaborados por CIGIDEN señalan que la población femenina, por múltiples causas socioculturales y socioeconómicas, está en especial situación de riesgo ante desastres y que la vulnerabilidad por género se conecta con otros factores, como raza, etnia, clase, edad y situación de discapacidad, entre otros. Al mismo tiempo, serían las mujeres en condiciones de mayor vulnerabilidad, quienes lideran la Gestión del Riesgo de Desastres en su territorio.


Las mujeres son uno de los grupos más vulnerables al riesgo de desastres en Chile, informó este miércoles el Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN).

Se el documento Gestión del Riesgo de Desastre desde una perspectiva de género interseccional, elaborado por investigadoras e investigadores del Centro, hay evidencia que apunta a que las mujeres pueden ser más vulnerables al riesgo de desastres dadas las desigualdades existentes en las sociedades, pero que esto mismo ocurre hacia otras identidades de género y diversidades sexuales.

“Hay investigaciones que afirman que las mujeres -y también otros grupos-, son más vulnerables al riesgo de desastre. Esto no tiene que ver con que ´sean mujeres´, sino con las desigualdades que se han construído en torno a la figura de la mujer a lo largo de la historia. En este sentido también se debe considerar a niñas, adolescentes o adultos mayores, ya que la vulnerabilidad no es estática”, asegura la investigadora CIGIDEN, Katherine Campos.

El documento para la política pública elaborado por las investigadoras de CIGIDEN, Daniela Miranda, Katherine Campos, Sofía Valdivieso, Valentina Carraro, Leila Juzam, Karla Palma y el investigador CIGIDEN y académico de Sociología UC Manuel Tironi, propone que las políticas para la Gestión del Riesgo de Desastres (GRD) reconozcan y atiendan de manera específica y diferenciada las características de los distintos grupos de población y, en particular, asumir el género como una categoría heterogénea. Ya que “el no reconocimiento de las inequidades existentes en la sociedad, puede desembocar en una profundización de las mismas”, afirma la antropóloga Sofía Valdivieso.

Cambio Climático y Mujeres Indígenas 

Por otra parte, “que exista un enfoque de género en la toma de decisiones, es un tema que debe ir de la mano con la visión de las mujeres indígenas”, sostiene Jessica Rupayan, una de las siete autoras de un  policy paper CIGIDEN más reciente y denominado, “Mujeres indígenas y acción climática: recomendaciones para la reducción del riesgo”. 

Este trabajo sugiere que el cambio climático ha traído consigo un sostenido aumento en la ocurrencia de desastres, como sequías, inundaciones e incendios forestales, a lo que se suman terremotos y tsunamis que crean un contexto geosocial en Chile cada vez más vulnerable.

En este sentido la autora del policy, Hortensia Hidalgo, afirma que “las mujeres indígenas son protectoras, guardianas y que los cimientos indígenas ofrecen soluciones al impacto del cambio climático. Asimismo, la antropóloga e investigadora CIGIDEN, Rosario Carmona plantea que los conocimientos tradicionales respecto a la naturaleza, pueden ser un gran aporte para contrarrestar el impacto ambiental del extractivismo actual y así, tener una mejor respuesta y preparación a las amenazas a las que está expuesta la población.

“Para poder ser incluidas dentro de esta discusión, también habría que entender el territorio y la naturaleza desde otra perspectiva, que no sea solo en función de los recursos naturales», indica Karla Palma, académica del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile e investigadora de la línea “Gobernanza ciudadana” de CIGIDEN.

Este policy paper identifica y propone que “la evidencia internacional reconoce la importancia de incorporar conocimientos locales y ancestrales para lograr un modelo resiliente al clima. Para ello, generar alianzas entre la comunidad científica, pueblos indígenas, comunidades locales y el Estado permite ampliar los conocimientos y tomar decisiones más efectivas porque son culturalmente pertinentes y llevan a acciones más legítimas y relevantes.

Mujeres en asentamientos informales 

Otro trabajo publicado en una edición especial de la revista REDER, señala que las múltiples amenazas a la que se exponen las mujeres que viven en campamentos son gestionadas por redes de solidaridad externas e internas al territorio, bajo liderazgos principalmente femeninos, colaboración equitativa, apoyo voluntario, identificación política y transmisión de conocimientos locales.

El artículo y denominado “Dignificando la Gestión del Riesgo de Desastres: Liderazgos femeninos y estrategias comunitarias en el campamento Dignidad, Santiago de Chile” se basa en la conformación de lo que primero fue una toma y hoy es un campamento de 600 familias que viven en una de las riberas de la Quebrada de Macul, una de las quebradas más activas del piedemonte de Santiago de Chile.

Este territorio  fue declarado como “zona de restricción” por parte de las autoridades estatales, luego del aluvión de 1993 que arrasó con 307 viviendas, dejando a su paso 26 muertos, 85 heridos, 8 desaparecidos y 32.654 personas damnificadas.

“La organización comunitaria al interior del Campamento Dignidad se configura a partir de una división socio-territorial en cuatro etapas, cada una liderada por una dirigenta y una vocera que se encarga de las comunicaciones con organizaciones externas e instituciones estatales”, señala la historiadora e investigadora CIGIDEN, Valentina Acuña.

“Esta organización parece estar basada en prácticas comúnmente asociadas a liderazgos femeninos –como el cuidado– y en la ayuda comunitaria y diversificación equitativa del trabajo femenino”, agrega.

Este estudio propone “expandir el concepto de resiliencia”, apuntando hacia una transformación del sistema, de la mano de la construcción de nuevos principios morales para la GRD, que incluya la categoría moral de dignidad.

“Lo que sugerimos son dos consideraciones a la GRD en asentamientos informales: el concepto de resiliencia que incluya una noción de dignidad como categoría moral, y políticas de desarrollo que se hagan cargo del problema habitacional y las desigualdades de género que conlleva”, plantea la antropóloga e investigadora CIGIDEN, Leila Juzam.


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