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Filósofa española Adela Cortina: “Veo en Chile cansancio y desorientación” CULTURA

Filósofa española Adela Cortina: “Veo en Chile cansancio y desorientación”

De visita en Chile, ante el marco del estallido social, la pandemia, el proceso constituyente y la conmemoración de los 50 años del derrocamiento del Gobierno constitucional del Presidente Salvador Allende, señala que “la ética siempre señala que, ante situaciones como las que tenemos, hay que intentar dar razones para la esperanza”. “Los seres humanos, sin esperanza, no podemos seguir adelante, no podemos construir nada bueno y lo que hay que hacer es tratar de ver qué puede unir a los chilenos”, recalca. Concretamente, Cortina pide más “amistad cívica”. “Es lo más importante para la vida que hay entre los ciudadanos que piensan que tienen que llevar adelante una tarea juntos, como conseguir que nadie pase hambre, que nadie pase frío. Llevar adelante esos derechos. Cuando hay unas tareas que son conjuntas, eso puede generar una amistad cívica”, afirma.


Un panorama distinto al de sus visitas anteriores a Santiago encontró la filósofa española Adela Cortina (Valencia, 1947), que se hizo famosa por acuñar en los 90 el término “aporofobia”.

“Ahora lo veo (al país) un poco más desanimado. Todo el mundo me habla del estallido, de los efectos de la pandemia y de la desazón que les ha producido todo el proceso constituyente y en la situación en la que se encuentran. Ahora veo que la gente está como mucho más preocupada, incluso muy cansada de la política”, dice a El Mostrador.

Cortina es una referente internacional de la ética contemporánea y creó el término que la hizo famosa para referirse al odio y rechazo hacia la pobreza y las personas pobres.

Este lunes, brindó una charla en el Centro Cultural de España en Santiago (CCESantiago) sobre su último libro, Ética cosmopolita. Una apuesta por la cordura en tiempos de pandemia (Editorial Planeta).

Allí, la catedrática de Filosofía y Premio Nacional de ensayo 2015 en su país, argumenta que en los tiempos de pandemia el mundo se encuentra “frente a una catástrofe social y económica que requiere una ética potente. No solo la mano visible del Estado, no solo la mano invisible de la economía, sino, y muy especialmente, la mano intangible de las virtudes cívicas y de un ethos democrático que nos ayude a hacer frente a esta situación excepcional”, según la reseña editorial.

El paso de Cortina por el CCESantiago es el cierre de un viaje más amplio, que inició el pasado 15 de mayo, cuando fue investida académica honoraria de la Academia de Ciencias Sociales, Políticas y Morales del Instituto de Chile.

“Siempre vengo muy a gusto y siempre me tratan muy bien y siempre me quedan ganas de volver”, comenta en esta nueva visita.

Sin embargo, admite que el panorama que se ha encontrado en esta ocasión es distinto al de visitas pasadas. Y recuerda cuando estuvo en nuestro país en la época del Presidente Ricardo Lagos y “había mucha ilusión, muchas ganas de seguir adelante y muchas ganas de, bueno, progresar”.

Ahora, en cambio, ve “que en Chile en este momento hay un cansancio, una desorientación. Después de todo el tiempo de intentar hacer la Constitución, sale justamente lo contrario de lo que se había hecho en el momento anterior, con lo cual la gente se encuentra un poco desorientada”.

Asimismo, nota una polarización de los extremos, pero a nivel político, no en la sociedad, tal como ocurre en España.

Dar esperanza

Para enfrentar la situación, Cortina sugiere usar, cómo no, las herramientas de la propia filosofía.

“La ética siempre señala que ante situaciones como las que tenemos, hay  que intentar dar razones para la esperanza”, asegura.

“Los seres humanos, sin esperanza, no podemos seguir adelante, no podemos construir nada bueno y lo que hay que hacer es tratar de ver qué puede unir a los chilenos”, recalca.

Concretamente, Cortina pide más “amistad cívica”.

“Es lo más importante para la vida que hay entre los ciudadanos que piensan que tienen que llevar adelante una tarea juntos, como conseguir que nadie pase hambre, que nadie pase frío. Llevar adelante esos derechos. Cuando hay unas tareas que son conjuntas, eso puede generar una amistad cívica”, subraya.

A 50 años del golpe

A 50 años del derrocamiento del Gobierno constitucional del Presidente Salvador Allende, en vista de que tanto Chile como España sufrieron golpes de Estado y dictaduras, Cortina además reflexiona sobre cómo su país salió adelante de ese sufrimiento.

“Yo soy de las personas que cree que la transición democrática fue algo extraordinario. España había tenido una guerra civil en la que se generó una división enorme y, sin embargo, hubo un momento en que los españoles dijeron que ‘esto no puede seguir, hemos de salir adelante'”.

En ese sentido, recuerda como algo ejemplar que dos personas tan contrarias como Santiago Carrillo, que era el secretario general del Partido Comunista, y Manuel Fraga, el presidente del Partido Popular (derecha), se pusieran de acuerdo para que no hubiera algo tan horroroso como una guerra civil.

Para ello, continúa, todos debieron resignar algo y cada uno “se conformó con algo menor”.

“Yo creo que ello fue un gran paso y que fue un éxito”, expresa.

“Nos sentimos muy reconfortados y ustedes pueden hacerlo perfectamente, porque estoy segurísima de que todos los chilenos tienen una gran cantidad de valores en común, una gran cantidad de proyectos en común”, subraya.

Sin embargo, un tema que sigue pendiente, tanto en Chile como en España, es el de los desaparecidos. Cada tanto, en el país europeo son exhumadas las víctimas del conflicto, enterradas a la vera del camino o en la fosa común de un cementerio. ¿Cómo enfrentar este dolor?

“Hay que hacer las investigaciones que corresponda y sacarlo a la luz, y a cada uno recomponerle y situarle en el lugar que se merece”, responde. Pero, por otro lado, “no se puede uno pasar la vida destrozando a la gente pensando en lo que ocurrió en la guerra civil española, y también la sociedad tiene que seguir adelante”.

Crisis mundial

Finalmente, en el contexto de un mundo que sufre la guerra de Ucrania y los populismos, Cortina propone tener una mirada cosmopolita y mirar más allá de las fronteras, algo que ya proponía la filosofía griega.

“No somos solamente chilenos o españoles. Lo que pasa con la globalización y el medio ambiente va mucho más allá de cada uno de los países”, afirma.

“Lo cosmopolita viene desde hace muchos siglos. La primera persona que dijo la palabra fue un cirenaico. Le preguntaron de dónde venía y contestó que era un ciudadano del mundo”, destaca.

Y agrega: “Pertenecemos a una patria en la que hemos nacido, pero somos cada vez ciudadanos del mundo que todos compartimos. Todos somos ciudadanos del mundo y la propuesta de una sociedad cosmopolita sería la de construir una sociedad en la que todos fueran ciudadanos de primera, en la que todos se sintieran ciudadanos respetados, en el que no haya inmigrantes, no haya refugiados, sencillamente porque todos fueran ciudadanos del mundo”.

¿Es Cortina una persona optimista?

“El mundo ha evolucionado mucho. Hemos aprendido mucho a lo largo de todos estos siglos. Hemos aprendido que la libertad es mejor, que la igualdad es mejor que la desigualdad, que el diálogo es mejor que la guerra. Hemos aprendido todo eso y lo que tenemos que hacer es ponerlo en práctica”, concluye.


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