CULTURA|OPINIÓN
La nueva adaptación de este clásico del teatro del absurdo nos sitúa al interior de una clase particular, dónde sucesos en apariencia incoherentes e hilarantes se entretejen con las lógicas y discursos subyacentes en los espacios educativos. Aspectos como el autoritarismo, la hegemonía del conocimiento y el adultocentrismo son abordados desde el humor y el juego, apelando al pensamiento crítico de la audiencia. La obra se exhibe este sábado en la Biblioteca de Santiago.
Corría la década del 50 cuando el dramaturgo y escritor franco-rumano Eugène Ionesco sorprendía con una nueva y aguda propuesta escénica. Considerado como uno de los principales exponentes del Teatro del Absurdo, dentro de su amplio repertorio es posible identificar influencias surrealistas y existencialistas alimentadas a su vez por su propia biografía en tanto sobreviviente del contexto de guerra y posguerra europea.
De esta forma, el pesimismo poético y el sin-sentido de la sociedad y la humanidad presentes en sus escritos se valen del humor y la mitificación, en tanto recursos dramatúrgicos y escénicos, para irrumpir la pasividad cotidiana mediante una interpelación lúdica y reflexiva a sus espectadores.
La obra ” La lección” se presenta en tanto representación- al parecer simple- de una típica clase particular con ciertos contenidos escolares. Sus protagonistas, un profesor de edad avanzada y una joven alumna, desarrollan una trama compleja en la que las matemáticas, lingüística y filología se presentan como excusas para realizar una crítica a las formas de producción del conocimiento y a los discursos sobre los cuales se sustentan las prácticas educativas.
A 70 años del estreno de la obra, Ionesco mantiene plena vigencia en cuanto a las discusiones acerca de la centralidad, el contenido y las finalidades de las políticas educativas en Chile.
En esta línea el montaje de la Compañía -“Les Otres” dirigida por la actriz, pedagoga y directora Natalia Gonzalorena- nos invita a continuar en esta senda reflexiva. La agrupación teatral, conformada por un equipo multidisciplinar emergido a partir de un taller comunitario y de redes activistas, se posiciona políticamente dentro del feminismo y el horizonte crítico del poshumanismo.
Su interés es precisamente abordar problemáticas centrales en el contexto social y político chileno para lo cual las reflexiones del Teatro del Absurdo se presentan como una posibilidad creativa y cuestionadora.
“El año pasado trabajamos en el montaje de la obra La Cantante Calva- también de Ionesco- y nos quedamos seducidos por esta visión de la humanidad desde lo absurdo, desde este devenir perpetuo de ciertos tópicos o de ciertas situaciones que terminan siendo trágicas por su misma carencia de avance en la materia. Esto lo podemos extrapolar en términos políticos a lo que pasó en este Chile que despertó y luego se súper durmió. En estos ires y venires, estos reveses con las estructuras de poder y a su vez, en cuánta necesidad y deseo hay de ellas. Cuanto valoramos y requerimos las personas de una figura autoritaria, patriarcal y casi abusiva para poder responder”, ha dicho la directora.
De esta forma, la propuesta de dirección reflexiona sobre el rol y relevancia de lo humano en una sociedad cada vez más centrada en las máquinas y tecnologización. La obra adapta el lenguaje al cotidiano y presenta una propuesta visual y audiovisual que convoca a múltiples audiencias, especialmente al público infantil, adolescente y familiar.
A través de diálogos ingeniosos, juegos y risas se propone una propuesta provocadora para repensar las lecciones educativas más allá de las prácticas dogmáticas y violentas a las que nos somete una educación basada en el aleccionamiento.
Ficha artística:
Biblioteca de Santiago, Matucana 151
Sábado 10 de junio – 15:00 horas.
Aporte voluntario.
ELENCO: Sol Pérez de Arce, Pablo Urzúa & Angelina Valenzuela
DIRECCIÓN Y ADAPTACIÓN DEL TEXTO: Natalia Gonzalorena
TRABAJO TÉCNICO: Eleonore Grace y Erwin Sanhueza
VESTUARISTA María Ester Fernández.
FOTOGRAFÍA Florencia Jiménez.
