CULTURA|CIENCIA
A través del Centro Regional de Copernicus para América Latina y el Caribe, Chile asumirá un papel protagonista en el monitoreo de los efectos del cambio climático.
A través del Centro Regional de Copernicus para América Latina y el Caribe, Chile asumirá un papel protagonista en el monitoreo de los efectos del cambio climático. La iniciativa, es presentada en detalle en el marco de las Jornadas de la Alianza Digital UE-ALC que se están llevando a cabo esta semana en Cartagena, Colombia.
La Alianza Digital UE-ALC es la asociación entre la Unión Europea (UE) y los países de América Latina y el Caribe (ALC) destinada a promover una transformación digital con un enfoque centrado en el ser humano. Lanzada en marzo de 2023 como parte de la estrategia Global Gateway y con una contribución inicial de 145 millones de euros de la Unión Europea y sus Estados miembros, su objetivo es fomentar el desarrollo de infraestructuras digitales seguras y resilientes basadas en un marco de valores compartidos.
En el contexto de la Alianza Digital EU-ALC, la Unión Europea ha puesto especial esfuerzo en el Centro Regional de Copernicus para América Latina y el Caribe en Chile (Cop-LAC Chile), implementado en conjunto con el Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile (CMM). La iniciativa cuenta con una inversión de 4 millones de euros por parte de la UE.
El Centro tendrá instalaciones y servicios de procesamiento y almacenamiento en Santiago, convirtiendo a Chile en un actor clave en el manejo de datos obtenidos por el sistema de satélites de la UE Copernicus. Entre las principales novedades de este centro, está su moderno sistema Cloud que permitirá a los usuarios procesar los datos en la nube, ampliando su alcance a otros países. El proyecto, además, busca aprovechar las potencialidades del cable de fibra óptica BELLA, que une digitalmente a Europa con América Latina y el Caribe.
Entre los principales servicios que entregará este centro está el monitoreo de uso de suelo, permitiendo tener información detallada sobre el uso de terrenos en la región y el mapeo de áreas urbanas. Junto a ello se podrá contar con información de los océanos, como niveles del mar, monitoreo costero y medición del impacto de infraestructuras y otras actividades. Estos datos buscan aportar a los ámbitos público y privado, además de generar información relevante para el estudio de los efectos del cambio climático.
Uno de los casos de éxito del uso de datos en Chile, es el proyecto desarrollado por el Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile (CMM) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), quienes han desarrollado el Sistema de Monitoreo Satelital de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a partir de datos entregados por Copernicus. Este sistema, al contar con información en tiempo real sobre las emisiones de CO2, permite realizar comparaciones entre los resultados de políticas públicas y acciones climáticas implementadas con los cambios reales en las emisiones de gases contaminantes. Además, sienta las bases para el diseño de futuras políticas que buscan mitigar la contaminación.
