Las instituciones funcionan
El martes 24, según el informe habitual desde la repartición a cargo de monitorear el clima, que llega al Ministerio del Interior, advirtió que entre la II y III regiones caería una cantidad de 10 a 15 mm de agua. Ricardo Toro, director de la oficina de emergencias, aseguró que «el lunes a las ocho de la mañana tomé contacto por videoconferencia con todas las regiones para advertir qué situaciones se necesitaban en específico”.
Esta mañana se difundieron datos que ponen en duda si la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) estaba informada respecto del núcleo frío en altura, que ha generado fuertes lluvias e inundaciones, con localidades aisladas en el norte del país, con particular rudeza en la Región de Atacama.
Luis Salazar, jefe de turno de la Dirección Meteorológica de Chile, aseguró que diariamente la Onemi, recibe informes sobre la situación meteorológica que incluyen un apartado advirtiendo posibles riesgos. «La Dirección Meteorológica genera un boletín especial de riesgo meteorológico para la ONEMI, en donde se muestra una situación general a nivel país y después vienen unos párrafos que dicen ‘análisis de impacto meteorológico’. [Esta información se entrega] todos los días y si ellos lo solicitan o tienen dudas, solicitan pronósticos especiales y se confeccionan», dijo a CNN Chile.
El funcionario dijo que no sabía si en la Onemi pidieron informes especiales en esta ocasión. Pero detalló los que la repartición envió a la oficina encargada de enfrentar las emergencias. Un «boletín de Riesgo Meteorológico consignaba que para el lunes 23, según leyó Salazar, «se preveen chubascos en cordillera durante la tarde, desde la Región de Atacama al norte. Y hacia fines del día entre La Araucanía y Los Ríos, acompañados de tormentas eléctricas y vientos de hasta 50 km para esta región».
Para el martes 24 advierte el documento que caerá más agua, especialmente en la Región de Atacama. «Las precipitaciones se harán presentes entre las regiones de Antofagasta y O’Higgins, concentradas principalmente en la Región de Atacama. Los montos de agua caída estimados son entre 10 y 15 mm entre las regiones de Antofagasta y Atacama. Entre 5 y 10 mm en la Región de Coquimbo y menores a 5 mm en el resto del tramo», leyó el jefe de turno de la Dirección Meteorológica de Chile.
El entredicho no dejó indiferente al director de la Onemi, Ricardo Toro, quien no dudó en calificar como desafortunadas las declaraciones del funcionario de Meteorología.
Para tal efecto, aseguró que recién a las 11:48 horas del miércoles se emitió una «alarma de precipitaciones intensas», en circunstancias que hasta ese momento sólo existía una «alerta» sobre «chubascos a partir del 24 hasta el 26».
«Esa información fue la que gatilló que se estableciera que la situación iba a ser mucho más grave de lo que podrían haber producido los chubascos que declaró la alerta roja y por eso se estableció el estado de excepción constitucional, de catástrofe, y se tomaron todas las medidas», dijo después del último informe de situación dado a conocer por el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy.
Toro afirmó que ambos organismos trabajan alineados y aseguró que con el primer aviso de que dio cuenta Salazar el fin de semana, igualmente se tomaron medidas. «De hecho, el lunes a las ocho de la mañana tomé contacto por videoconferencia con todas las regiones para advertir qué situaciones se necesitaban en específico», y añadió que se contactó con los municipios para la adopción de un primer nivel de respuesta de carácter preventivo.
«En lo que quiero ser súper claro, es que lo que marca la diferencia es la alarma que se produce el 25 a las 11:48 que cambia lo que eran chubascos suaves a precipitaciones de 20 a 25 milímetros», agregó el director de la Onemi, quien refutó lo señalado por un periodista que apuntó a si la política era sólo reaccionar frente a los acontecimientos.
«Usted no puede tener al país en alerta por algo que usted no tiene claro y que no está establecido», dijo enérgico, y añadió que había que tomar en cuenta que se trató de una situación mayor a la esperada y que «es la mayor tragedia de los últimos 80 años, como lo señaló el subsecretario».
Finalmente, afirmó que «siempre hay que revisar y siempre hay que sacar lecciones aprendidas de lo que se hace. Pero estoy diciendo que todas estas medidas, de lo que se informó… estamos hablando de dos o tres días de diferencia en que se tomaron las medidas correspondientes y establecieron la alerta».
Por su parte, el jefe de Pronósticos de la Dirección Metorológica, Jaime Leyton, afirmó que si bien la información de las precipitaciones en la zona se comunicó oportunamente el fin de semana, sí se podría haber producido un problema de «interpretación» de los informes, dados los «tecnicismos» utilizados en los reportes.
«Nuestro sistema de alertamiento comienza con avisos que son emitidos con hasta cinco días de anticipación y cuando ya la situación es inminente y se puede cuantificar, es decir, dar cantidades para la variable que se está pronosticando, en este caso de precipitación, emitimos una alerta cuando tenemos una certeza meteorológica razonable para emitir esas cantidades y la calidad de la información es alta. Y eso nos permitió el domingo en la tarde justamente informar, no sólo a los organismos públicos sino que a toda la población, de que venía un evento importante para la zona norte y centro norte que afectó desde la Región de Antofagasta, hasta la Región incluso del Bío Bío en algún minuto», dijo Leyton a CNN Chile.
Explicó que «nosotros tenemos informes rutinarios con Onemi y tenemos informes especiales no sólo para Onemi sino para atodos los organismos gubernamentales y a la población, por cuanto es un servicio de información. ¿Cuál es la respuesta? Que se nos citó a partir de esta emisión de las primeras alertas a mesas técnicas de trabajo y posteriormente a comités de operaciones de emergencia en distintos niveles, acorde a cómo se iba presentando la situación y, por supuesto, la Dirección Meteorológica, como organismo público al igual que la Oficina Nacional de Emergencia, actuamos durante todo este período previo al evento coordinadamente y se fueron dando las coordinaciones desde el punto de vista meteorológico-técnico».
Sin embargo, Leyton indicó que, dado que el núcleo frío en altura tiene un comportamiento menos predecible que un sistema frontal, sumado a la gran cantidad de flujo de información, «es probable que se haya producido una interpretación a un tecnicismo que usamos, que fue la ‘fase de declinación’, eso efectivamente ocurrió en la tarde del día de ayer, pero eso es un proceso de disminución de la precipitación. Ayer se especificó y se ha dicho permanentemente en nuestras alertas. El evento comienza el día martes, termina su mayor intensidad el día miércoles y es lo que se ha estado dando. Y ayer se ratificó que efectivamente terminaba en horas de la madrugada y es así como ocurrió».
«Por lo tanto, ha habido distintos niveles de alertamiento, alertas y alarmas y eso probablemente haya traído algún tipo de interpretación, pero siempre se ha estado actuando coordinadamente, se está entregando la información y cada organismo ha tomado el rol que le corresponde en cada situación», concluyó.
