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JA Kast, parapetado a la derecha de Piñera Opinión

JA Kast, parapetado a la derecha de Piñera

Marco Moreno Pérez
Por : Marco Moreno Pérez Decano Facultad de Ciencia Política y Administración Pública, Universidad Central de Chile.
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Una vez que José Antonio Kast detecta un acto de debilidad del Gobierno, el medio privilegiado para amplificarlo son las redes sociales. A través de estas, se busca configurar un cerco mediático que cree un clima de opinión especialmente en los votantes del sector, con foco en los problemas de eficacia y en las conductas de debilidad y ambigüedad con que el Gobierno procesa problemas y ofrece soluciones. Se apuesta así, en el entorno de JA Kast, por una lógica posfactual donde los hechos cuentan menos que las sensaciones que producen.


Con malas noticias inicia el nuevo año la administración Piñera. Dos encuestas –Criteria Research y GFK Adimark– muestran una baja en la aprobación y un aumento en la desaprobaron a la gestión del Presidente Piñera y su Gobierno. Independientemente del tipo de estudio, ya desde los resultados que arrojó la última encuesta del Centro de Estudios Públicos se comienza a observar nítidamente cómo se cruzan la desaprobación con la aprobación en la gestión gubernamental, constituyendo este ya no un dato aislado, sino que más bien uno tendencial.

Pero la mala noticia no tiene que ver con estos guarismos, a pesar de la conocida compulsión del Mandatario por las encuestas. Tiene que ver con que La Moneda tendrá este 2019 oposición. Esta será encabezada por un aliado circunstancial: José Antonio Kast (JA Kast). Así las cosas, el problema para el Gobierno y Chile Vamos es que la oposición se va a instalar a la derecha de Piñera. Esta es realmente la mala noticia para el Jefe de Estado y su equipo.

Desde fines del año pasado comenzamos a observar una clara estrategia de JA. Kast y su entorno, dirigida a dos objetivos: construir liderazgo y disputar la hegemonía de la derecha. Su foco esta en el votante del sector, que en un contexto de voto voluntario se convierte en un bolsón electoral clave para ganar la nominación en una primaria del sector o para buscar directamente estar en la papeleta presidencial.

[cita tipo=»destaque»]¿Qué opciones tiene Sebastián Piñera y su Gobierno? Hasta ahora el Presidente ha apostado por la estrategia política de la ambigüedad. Ha explorado una mezcla de guiños con crítica. Los soportes lingüísticos nos hablan de ambiguo como sinónimo de equívoco, de vago, carente de precisión o no suficientemente claro. A fines de marzo de 2018 y tras una agresión a JA Kast en un campus universitario, Piñera solidarizaba con él y calificaba de «míseros matones» a sus agresores. Lo anterior contrasta con una crítica reciente, cuando señaló que no creía que el líder de la extrema derecha “fuera el camino para Chile” y que no creía en los extremos.[/cita]

De esta forma el desafío más importante para el Gobierno de Sebastián Piñera estará dado por la oposición que representará JA Kast y que se instalará sin ambages ahora a su derecha.

Para avanzar en estos objetivos, JA Kast apostará a capitalizar los errores del Gobierno. Pruebas ya hemos visto. En diversas oportunidades ha cuestionado la forma en que el Gobierno abordó la crisis por el caso Catrillanca, tanto en su derivada política como en relación con el manejo de la crisis en Carabineros.

Del mismo modo, también, ha cuestionado la falta de claridad del Gobierno y su coalición en la toma de posición frente a los temas de libertades individuales. También por la falta de decisión en utilizar mano dura frente al clima de inseguridad en el país y especialmente en la Región de La Araucanía. Pero también a los partidos y algunos parlamentarios oficialistas a quienes ha fustigado con el mote de ser una derecha light, timorata y acomplejada frente a la izquierda.

Así, a través del propio JA Kast o su equipo se busca tensionar al Gobierno y al oficialismo en el poder. Para ello –y a través de una cuidada estrategia– se identifican flancos y puntos débiles que puedan dar lugar a errores por parte del Gobierno.

Una vez que se concreta el acto de debilidad, el medio privilegiado para amplificarlo son las redes sociales. A través de estas, se busca configurar un cerco mediático que cree un clima de opinión especialmente en los votantes del sector, con foco en los problemas de eficacia y en las conductas de debilidad y ambigüedad con que el Gobierno procesa problemas y ofrece soluciones. Se apuesta así, en el entorno de JA Kast, por una lógica posfactual donde los hechos cuentan menos que las sensaciones que producen.

¿Qué opciones tiene Sebastián Piñera y su Gobierno? Hasta ahora el Presidente ha apostado por la estrategia política de la ambigüedad. Ha explorado una mezcla de guiños con crítica. Los soportes lingüísticos nos hablan de ambiguo como sinónimo de equívoco, de vago, carente de precisión o no suficientemente claro. A fines de marzo de 2018 y tras una agresión a JA Kast en un campus universitario, Piñera solidarizaba con él y calificaba de «míseros matones» a sus agresores. Lo anterior contrasta con una crítica reciente, cuando señaló que no creía que el líder de la extrema derecha “fuera el camino para Chile” y que no creía en los extremos.

Pero la ambigüedad tiene límites. Se tiende a considerar que la falta de claridad esconde un cierto oportunismo político. Se quiere quedar bien con todo el mundo y de esta manera muchas veces uno no acaba de saber si va o viene. Este ha sido un punto débil en la trayectoria política de Sebastián Piñera.

Ahora deberá enfrentar el dilema de cómo relacionarse con JA Kast, donde, a juzgar por los últimos hechos, hay cada vez menos espacio para la ambigüedad. Lo anterior, entre otras cosas, precisamente porque en la ambigüedad de la actual administración radica la principal fuente de crítica que hoy levanta el propio JA Kast, parapetado a la derecha del Presidente.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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