Los presidentes de los partidos de la Convergencia Progresista solicitaron al Gobierno que «deje de improvisar con anuncios», como a su juicio fue la entrega de 2.5 millones de cajas de alimentos a comunas vulnerables sin la debida planificación logística. Acusan que se crean demoras en la concreción de esta ayuda y declaraciones confusas sobre quiénes serán los destinatarios de esta ayuda de emergencia.

«Creemos que en el Gobierno primó el ansia de mostrar un logro comunicacional, por encima de una solución eficiente que permitiera ir en auxilio de las familias más necesitadas en cuarentena», señalaron a través de un comunicado firmado por el presidente del PPD, Heraldo Muñoz, el presidente del PD, Álvaro Elizalde, y el timonel del PR, Carlos Maldonado.

De acuerdo a los opositores, la alimentación no es un bien cualquiera, sino que es el piso para la vida humana. Más aún, cuando la vida en sociedad se basa en que hay mínimos requerimientos de subsistencia que deben estar cubiertos. Sin eso, recalcan, empiezan a aflorar conflictos difíciles de controlar, como los que se vivieron en las comunas de El Bosque y La Pintana, tras el anuncio de las cajas y la exigencia de los vecinos por recibirlas.

«Hoy hay miedo al hambre en nuestro país», aseguran.

Los representantes del PS, PPD y PR, solicitan que el Estado acuda cuanto antes a resolver esos requerimientos básicos, eligiendo las vías más eficientes, y no generando expectativas.

«Chile tiene un prestigio internacional bien ganado en la lucha contra la pobreza. Parte de ello se basa en una focalización adecuada de los recursos, y un sistema de protección social que permite identificar a las personas más vulnerables. Dicho sistema se ha utilizado durante diversos gobiernos para ayudar a las personas, con bonos por ejemplo. El gobierno prefirió un artefacto comunicacional, en vez de utilizar la institucionalidad ya conocida, que incluye los municipios y otras instituciones que atienden a los chilenos y chilenas más necesitados», señalaron.

El llamado de los timoneles de la oposición al Presidente es a corregir cuanto antes estos errores y a preferir otro camino. Según ellos, hay dos alternativas posibles que se pueden explorar. La primera sería transferir fondos adicionales directamente a las familias de las personas vulnerables en cuarentena, para que no tengan que salir a buscar su sustento diario, violando el confinamiento. Y una segunda alternativa sería un programa de vales de alimentos o «food stamps«, consistente en transferencias electrónicas a beneficiarios de bajos ingresos, o sin ingresos, de montos que se depositan en tarjetas de los beneficiarios, para adquirir alimentos en supermercados y almacenes participantes del programa.

«El camino elegido por el Gobierno, además de ser confuso e ineficiente, termina impulsando la concentración del mercado de la alimentación. Esperamos que el Gobierno enmiende sus decisiones en favor de la gente que necesita urgentemente alimentos en la emergencia», concluyeron.

Piñera, padre de familia

«Conocemos y sentimos las privaciones, dolores y angustias que la pandemia sanitaria del Coronavirus y la pandemia
social de la recesión, están produciendo en millones y millones de familias chilenas». Con estas palabras el Presidente Sebastián Piñera inició su discurso esta mañana para dar inicio al pago del esperado Ingreso Familiar de Emergencia que beneficiará a 4,9 millones de personas.

En clave emotiva, y apelando a los sentimientos, Piñera reiteró que el objetivo del Gobierno es y ha sido siempre proteger a todas las familias chilenas pero con una «dedicación, cuidado y cariño muy especial», a las familias más vulnerables y de clase media. En ese sentido, el Mandatario hizo referencia a la entrega de cajas de alimentos del programa «Alimentos para Chile».

Pero más allá del anuncio, el Presidente reconoció que las canastas de alimentos «no resuelven todos los problemas». «Pero sí sabemos que ellas representan una ayuda y un alivio urgente, necesario y merecido para millones de familias chilenas», añadió.

Y a pesar de haber dicho en reiteradas ocasiones que el país estaba preparado, Piñera reconoció la pandemia sanitaria del coronavirus y la pandemia social de la recesión mundial «nos han enseñado muchas lecciones». Entre ellas, que somos una comunidad, «una gran familia», dijo el Presidente, aconsejando que una familia nunca deja solos o abandonados a ninguno de sus miembros.

«Por eso, todos los presidentes deben actuar como un buen padre de familia: preocuparse y ocuparse de todos sus hijos, pero con un cuidado, dedicación y cariño muy especial, preocuparse y ocuparse de los más vulnerables y de los que más lo necesitan», cerró el Mandatario desde La Moneda.