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“Era como si me enviaran a una guerra sin nada”: Informe de Amnistía Internacional desnuda la vulnerabilidad de la “primera línea” de la salud para enfrentar el Covid-19 PAÍS Crédito: Aton

“Era como si me enviaran a una guerra sin nada”: Informe de Amnistía Internacional desnuda la vulnerabilidad de la “primera línea” de la salud para enfrentar el Covid-19

Jornadas extenuantes de trabajo, condiciones inseguras con equipos de protección insuficientes, sobrecargas emocionales y ausencia de protocolos claros de testeo son algunas de las evidencias que recogió el reporte que recopila testimonios de trabajadores de la salud en terreno. Si bien el Gobierno ha insistido en que las cifras agregadas a nivel nacional revelan que no hubo un colapso, la ONG señala que “los hospitales públicos que atienden zonas más populosas y población de menores recursos, sí vivieron los horrores que se conocieron en otros países”. De ahí la advertencia sobre lo que podrá ocurrir a futuro: «El personal de la salud ya viene agotado. Si en el futuro aumentan los casos, será complejo. No mejorar las condiciones afectará a los trabajadores que están al límite y a las pacientes», alerta AI.


Un informe que deja al desnudo la alta vulnerabilidad del personal de salud chileno durante la pandemia y que pone una voz de alerta ante eventuales nuevos rebrotes, publicó esta jornada Amnistía Internacional (AI) junto con el lanzamiento de la campaña “Ya no podemos ser pacientes. Por tu derecho a la salud y de quienes nos cuidan”.

Jornadas extenuantes de trabajo, condiciones inseguras con equipos de protección insuficientes, sobrecargas emocionales y ausencia de protocolos claros de testeo son algunas de las evidencias que recogió el reporte que recopila testimonios de una veintena de trabajadores de la salud.

En este contexto, Ana Piquer, directora ejecutiva de la ONG en Chile advirtió sobre las consecuencias de un posible repunte en el número de contagios: «Si en el futuro aumentan los casos, será complejo. El personal de la salud ya viene agotado. No mejorar las condiciones afectará a los trabajadores que están al límite y a las pacientes».

Chile se encuentra entre los diez países con más contagios por millón de habitantes del mundo, pero la tasa de positividad de los testeos realizados se ha mantenido a la baja, llegando al 5,7% de acuerdo al informe oficial de este martes, lo que ha dado paso a un plan de desconfinamiento progresivo.

Para Amnistía Internacional, volver a enfrentarse a una situación de estrés sanitario y “además con un personal de la salud cansado, desprotegido y agobiado física y emocionalmente, es injusto no solo para ellos/as sino para la población completa”.

“El virus no está controlado todavía y ya tenemos información de las falencias que hubo en el “peak” recién pasado. Sabiendo que podrían producirse situaciones similares en el futuro, el Gobierno debe adoptar medidas ahora para fortalecer la respuesta del sistema, proteger al personal de la salud y, con ello, el derecho a la salud de todas las personas en Chile”, añade la ONG.

“Hay hospitales que llegaron al colapso”

De acuerdo a Ana Piquer, “hay hospitales públicos que llegaron al colapso y el personal sanitario enfrentó situaciones muy dramáticas», pese a que las autoridades chilenas afirman que desde que se registró el primer caso el pasado mes de marzo, ha habido una disponibilidad permanente de ventiladores mecánicos y camas en las unidades de cuidados intensivos.

Sin embargo, afirmó Piquer, la garantía de ventiladores y camas no se traduce en que las condiciones de los sanitarios sean adecuadas: «Si miramos las cifras globales el sistema respondió bien, pero esos números no reflejan la verdadera situación y las desigualdades entre el sistema público y privado».

AI añadió que «los hospitales que colapsaron son los que atienden a sectores más populosos y de menores recursos» puesto que «las desigualdades de la sociedad chilena se han reproducido en el sistema de salud y agudizado debido a la pandemia».

Alta vulnerabilidad

El documento indica que, según cifras del Ministerio de Salud, más de 17.000 trabajadores de hospitales y centro de atención médica se contagiaron de coronavirus, incluyendo técnicos, enfermeros, médicos cirujanos, auxiliares y administrativos.

Asimismo, indica que no existen cifras oficiales relativas a los fallecimientos de personal sanitario pero que según la información difundida por medios de comunicación y gremios del área alcanzaría a 26 hasta la fecha.

En este contexto, el estudio señala que el personal sanitario ha enfrentado «jornadas extenuantes» de trabajo de 24 o incluso 48 horas seguidas sin días libres debido a la escasez de personal que generó el elevado número de contagios entre el personal de los hospitales.

“Nuestros funcionarios están absolutamente desgastados con turnos de 24, 36 e incluso 48 horas. Esto porque no había profesionales suficientes, puesto que caían compañeros contagiados. Además, por principio del deber funcionario establecido estatutariamente, debemos seguir atendiendo con todo lo que ello supone»’, manifiesta en el informe Carlos Schulmeyer, dirigente de Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (Fenats) del Hospital de Melipilla.

Además, el personal sanitario ha trabajado en «condiciones inseguras con equipos de protección insuficientes, bajo hostigamiento por denunciar determinadas prácticas y con un nivel de estrés muy alto que se acrecentó en momentos de colapso de ciertos hospitales», según recalcó Piquer.

Uno de los testimonios, correspondiente a “Gustavo”, trabajador de un hospital de Santiago, revela que “cuando comenzó la pandemia yo y mis compañeros acudimos a la jefatura advirtiendo que los equipos de ventilación mecánica no eran los adecuados para tratar pacientes graves. Nunca hubo respuesta. En más de una oportunidad tuve que resolver con un equipo hechizo con todo el riesgo que significa. Llegó un momento en que exploté. No tenía con qué trabajar. Era como si me enviaran a una guerra sin fusil ni nada”.

Para AI, es necesario atender a «las sobrecargas físicas y emocionales que este periodo está significando para el personal de la salud» y poder regular las jornadas de trabajo del personal sanitario para que estas no resulten excesivas.

AI denunció también la ausencia de protocolos claros de testeo de coronavirus para los trabajadores de la salud y alertaron sobre el incumplimiento de las medidas básicas de resguardo como las cuarentenas de aquellos sanitarios que había tenido contactos de riesgo.

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