Lo cierto y real es que la actividad vuelve a tener movimiento y precisamente acá en Chile. En los últimos 12 meses el torneo chileno ha sido afectado de manera directa por el estallido social y luego por la pandemia. Los clubes ya no podían aguantar más, de lo contrario, se habría tenido que “cerrar el boliche”, así de drástico. Y claro, este retorno implica un poco de aire limpio para todos, para distraerse, para olvidar por minutos los grandes problemas y para generar un estado de expectación por 90 minutos.
Han pasado largos cinco meses desde que se disputó el último partido del fútbol profesional chileno. Meses eternos y duros, por que Chile ha sufrido de manera crítica los efectos del COVID-19 a nivel de pérdidas humanas y obviamente por la crisis económica. Y es en este marco que el fútbol puede ser un bálsamo para millones de familias que han sido golpeadas de una u otra forma. Serán horas y días para distraerse, para canalizar pasión, alegrías y rabias, pero al final un desahogo. Y no solo para la mayoría del país, sino que para quienes viven gracias y por esta actividad, que se calcula son más de 30 mil personas.
El torneo retorna y todo lo que pasó, si bien no se puede borrar, partirá de cero. Claro, Universidad Católica es el líder, siendo amenazado de cerca por U. La Calera, Curicó, U. de Chile, Antofagasta y Palestino.
¿Qué nivel podremos apreciar? La verdad no hay que hacerse muchas ilusiones ni expectativas y tiene mucha lógica, ya que jamás en la historia del fútbol mundial había existido una pausa tan larga, por lo cual habrá que ser pacientes para ver si los equipos logran ir tomando ritmo. Esto, dado que se habían jugado siete fechas y, con cerca de cinco meses sin entrar a una cancha, los planteles se verán afectados por lesiones musculares y rotaciones permanentes, considerando que se jugarán partidos prácticamente todos los días.
[cita tipo=»destaque»]Volviendo a la lucha por la punta, este fin de semana habrá partidos realmente atractivos por lo que hay en juego. En el Monumental, los albos reciben a S. Wanderers que está luchando por evitar el descenso. El líder, U. Católica, tendrá un duro compromiso ante U. Española, que con la idea de juego de Ronald Fuentes ha crecido mucho y puede hacerle partido. El partido entre Curicó y U. La Calera, seguidores de los cruzados, aparece como un pleito digno de observar, por las propuestas de juego de ambas escuadras, que además asoman como protagonistas del torneo.[/cita]
Jugarán un rol clave en estas determinaciones los directores técnicos, preparadores físicos, fisioterapeutas y nutricionistas. Los entrenadores deberán calcular como ingenieros las oncenas que utilizarán para cada encuentro, para evitar desgaste permanente, los preparadores físicos regular las cargas de trabajo y, por supuesto, los fisioterapeutas en la recuperación de los futbolistas.
A eso se debe considerar que los planteles en Chile no son generosos como en Europa, ya que el promedio de jugadores de cierto nivel llega a 12 o 13, a diferencia de los del Viejo Continente, donde cada escuadra puede contar con 20 o 25 deportistas.
Pero más allá de estos tópicos que no son alentadores, lo cierto y real es que la actividad vuelve a tener movimiento y precisamente acá en Chile. En los últimos 12 meses el torneo chileno ha sido afectado de manera directa por el estallido social y luego por la pandemia. Los clubes ya no podían aguantar más, de lo contrario, se habría tenido que “cerrar el boliche”, así de drástico. Y claro, este retorno implica un poco de aire limpio para todos, para distraerse, para olvidar por minutos los grandes problemas y para generar un estado de expectación por 90 minutos.
Habrá muchas dudas con respecto a los rendimientos y en especial en Colo Colo. Digo esto, por todo lo que sucedió con el tema de la suspensión laboral, las visitas a la oficina de AFC, reuniones por Zoom con los dirigentes y todo el quiebre que quedó de manifiesto. Además, los albos tienen a la vuelta de la esquina Copa Libertadores, cuando el 15 de septiembre reciban a Peñarol en el Estadio Monumental.
Los cruzados, que comenzaron mal en el ámbito internacional –derrotas ante Gremio y América de Cali– tienen la obligación de sumar en el duelo ante Gremio de local el 16 de septiembre en el fortín de San Carlos. Otro revés y se sentencia la salida de la Libertadores del equipo cruzado.
Volviendo a la lucha por la punta, este fin de semana habrá partidos realmente atractivos por lo que hay en juego. En el Monumental, los albos reciben a S. Wanderers que está luchando por evitar el descenso. El líder, U. Católica, tendrá un duro compromiso ante U. Española, que con la idea de juego de Ronald Fuentes ha crecido mucho y puede hacerle partido. El partido entre Curicó y U. La Calera, seguidores de los cruzados, aparece como un pleito digno de observar, por las propuestas de juego de ambas escuadras, que además asoman como protagonistas del torneo.
U. de Chile –que ha navegado este inicio del 2020 en aguas de tranquilidad– tendrá ante Palestino un rival enconado y gran categoría. Y jugarán este partido, mirando de reojo que a la siguiente fecha será el «Súper Clásico» y, digan lo que digan, es un partido especial.
Así, con muchas incertidumbres en el nivel técnico, pero con las ganas de volver a escuchar y ver nuestro fútbol, ese que tiene tantos defectos y subdesarrollos, pero que a la postre es a partir del cual quienes amamos esta actividad nos hemos encantado y enamorado desde pequeños. Es nuestro fútbol de cada día, ese que tiene más de cien años de historia y que seguirá siendo un espacio de encuentro para olvidar por algunas horas las tragedias y problemas que estamos enfrentando como país.