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Los especialistas han manifestado su preocupación por el escenario actual, sobre todo considerando que diciembre es un mes en que aumentan las aglomeraciones y la movilidad debido a las compras navideñas, situaciones que, a su vez, podrían provocar un aumento de la propagación del virus. Otro foco de preocupación es la apertura de fronteras y el ingreso de turistas extranjeros al país. La velocidad de propagación del virus (R efectivo) creció a 1,15, ubicándose en los mismos niveles de contagio que había a mediados de mayo, cuando este indicador se ubicó en 1,14. El nivel más alto del R se registró a finales de abril (1,7), mientras que el más bajo fue en junio (0,78).
El coronavirus no da tregua. Pese a la mejora en el número de personas contagiadas y fallecidas de las últimas semanas en comparación con los primeros meses desde la llegada del COVID-19 al país, la propagación del virus en la Región Metropolitana va al alza, alcanzando incluso niveles de mediados de mayo.
Las medidas de desconfinamiento en la capital habrían provocado esta situación. La mayor movilidad de las personas, reuniones sociales y una menor percepción de riesgo del virus, explicarían el aumento de los contagios.
Datos de la plataforma ICOVID, consignados por La Tercera, señalan que la velocidad de propagación del virus (R efectivo) creció a 1,15. Esto implica un retroceso a los mismos niveles de contagio que había a mediados de mayo, cuando este indicador se ubicó en 1,14. Recordar que el R da cuenta de cuántas personas contagia cada infectado por coronavirus.
El nivel más alto del R se registró a finales de abril (1,7), mientras que el más bajo fue en junio (0,78).
La carga de enfermedad -o casos nuevos por cada 100 mil habitantes- es otro de los indicadores que ha alcanzado niveles de riesgo. El 21 de noviembre se reportaron 4,60 casos por cada 100 mil habitantes.
Al respecto, el académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, Mauricio Canals, advirtió que el aumento de los contagios es discreto, por lo que «no alcanzan un nivel para predecir que vaya a haber un brote importante. Sin embargo, desde hace unas tres semanas ha existido una cierta relajación en las costumbres de nuestra población de la Región Metropolitana, lo que aumenta el riesgo».
Canals explicó a La Tercera que, para que la pandemia esté controlada, el R efectivo debe ubicarse bajo el umbral de 0,8. «La idea es estar siempre bajo ese número. No hay que bajar la guardia y creo que esto ya ocurrió, en cuanto se supo la probabilidad de llegada de la vacuna».
En tanto, la epidemióloga Catterina Ferreccio sostuvo que en la Región Metropolitana «estamos con unos niveles que no son deseables (…). Tenemos que tratar de llegar al invierno en mejor pie de lo que ya estamos, porque en estos momentos, nuestro número de casos es mucho más altos del que tenían los países de Europa antes de sufrir la segunda ola».
Los expertos han manifestado su preocupación por el escenario actual, sobre todo considerando que diciembre es un mes en que aumentan las aglomeraciones y la movilidad debido a las compras navideñas, situaciones que, a su vez, podrían provocar un aumento de la propagación del virus.
La vocera del Consejo Asesor COVID-19, Ximena Aguilera, dijo que la autoridad ya reportó a la instancia un aumento de contagios en la Región Metropolitana. «Nos dijeron que han subido ligeramente los casos, pero que no ha habido presión en las camas», sostuvo y añadió que «el aumento de la movilidad no es gratuito. Ya se ha visto más aglomeración de personas y eso lentamente empieza a aumentar la transmisión del virus».
Los expertos se mantienen alerta ante la apertura de fronteras y, en ese sentido, Aguilera dijo que pidió al Ministerio de Salud un reporte del sistema de seguimiento a los turistas extranjeros que ingresan al país. «Nos preocupa la situación de las fronteras y nos interesa revisar el sistema implementado. Por eso le hemos estado pidiendo (al Minsal) que nos presenten la evaluación de cómo ha funcionado en estos días».
«No está asegurado el paso previo para el ingreso de visitantes, que es armar un sistema que entregue una seguridad razonable de que no van a llegar extranjeros contagiados. Un PCR tomado hasta 72 horas antes puede garantizar que no lleguen ‘superinfecciosos’, pero de igual forma puede haber incubación», agregó Ferreccio.
El académico de la Universidad de Santiago (Usach), Claudio Castillo, consideró que es importante mejorar la trazabilidad. «No se está cortando completamente la transmisión del virus, en términos de identificar a todos los contactos de las personas confirmadas. Es problemático pensar que, en promedio, el caso índice reporta solo a 2,8 contactos estrechos a nivel nacional y que en la Región Metropolitana es incluso más bajo que el promedio, pues llega a 2,5».
Para Castillo, es necesario que exista una exhaustiva investigación epidemiológica para identificar a los contactos estrechos que no están siendo declarados y que podrían haberse contagiado. «El promedio de las familias chilenas es más de tres personas por hogar. Por eso, identificar a menos de tres personas solo identifica a familiares y no, por ejemplo, a contactos laborales», finalizó.
