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Gobierno, Servel y partidos al debe en las primarias Opinión

Gobierno, Servel y partidos al debe en las primarias

Egon Montecinos
Por : Egon Montecinos Director Centro de Estudios Regionales, Universidad Austral de Chile
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Aún estamos a tiempo para que en abril la ciudadanía vote más informada por los gobernadores regionales y, por lo mismo, el Servel debe contribuir, dándole un pequeño giro a su forma de difundir elecciones, sobre todo con esta nueva autoridad. Los partidos políticos también deben hacer lo suyo y aprovechar esta ocasión para transformarse en promotores de formación ciudadana. Mientras, el Gobierno debiera provocar cambios genuinos para asegurar un mínimo de descentralización fiscal para el debut de los nuevos gobiernos regionales en 2021.


Por estos días se ha intentado responder a la pregunta sobre si las 418.685 personas que participaron en la primaria para elegir gobernadores regionales fueron mucho, poco, un éxito o un fracaso. La verdad es que no existe una respuesta exhaustiva, principalmente porque no hay referencia histórica sobre primarias para elegir autoridades regionales.

Lo más cercano o parecido fue la primaria para elegir a alcaldes en 2016, donde tampoco participaron todas las comunas del país, ni todas las coaliciones y partidos políticos. En dicha ocasión lo hicieron poco más de 280.000 personas. Entonces, si la comparación es en torno a esa primaria, sería mucho lo del domingo recién pasado, pero si es en comparación con la primaria presidencial del 2017, sería muy poco. Más aún, si se compara en relación con el plebiscito constitucional de octubre, la evaluación resultaría aún más negativa. Es decir, compararla en relación con alguna otra elección, es efectivamente comparar peras con sandías.

Lo cierto es que todos coinciden en que esperaban mayor participación. Pero para que haya asistido más gente a esta primaria, se debieron haber realizado esfuerzos previos “extraordinarios” para educar y no tan solo informar sobre este nuevo cargo de gobernador regional.

La sola información no bastaba en esta ocasión, porque se trataba de una autoridad nueva que no provoca remembranza política, ni tiene referencia histórica en nuestro diseño institucional, ni en la cultura política nacional y regional. Por ejemplo, para recordarle a la ciudadanía las primarias de alcaldes, diputados, senadores o presidentes basta con la información, porque en nuestra sociedad existen nociones acerca de la labor que realiza cada una de estas autoridades.

Para esta elección había que informar y educar. Primero, porque muchas personas creían que elegirían al intendente regional, con lo que se cae en una traducción ciudadana errónea de la reforma a la descentralización. Otros manifestaban que serían los actuales gobernadores provinciales a los que se elegiría el próximo año, cosa que también había que permanentemente desmentir o corregir a nivel regional.

Por todos estos mitos era necesario educar que, en primer lugar, el gobernador regional es una autoridad completamente nueva, que reemplazará parcialmente la función del intendente regional, pero que cumplirá la labor de representación regional: lo que es un alcalde a nivel comunal, lo será el gobernador a nivel regional. Segundo, hay que clarificar que no cumplirá todas las funciones del intendente regional, por ejemplo, no tendrá la función de seguridad interior de la región y no designará ni coordinará a los seremis. A lo menos esas dos funciones las cumplirá otra autoridad regional, llamada delegado presidencial regional.

En definitiva, la pedagogía social es tan necesaria porque se trata de una nueva autoridad regional, cuyo origen no fue fácil. Muy por el contrario, ha sido tan difícil como lograr que comience con atribuciones en abril de 2021, que puedan hacerle contrapeso en regiones al aún tan vigente centralismo político y fiscal en Chile.

[cita tipo=»destaque»]A estas alturas más vale mirar hacia abril que quedarse pegados en el análisis de los 418.685 participantes en las primarias. De existir un ganador el domingo de las primarias, ese fue el proceso de descentralización, ya que con ese hito se terminaron de sepultar los intentos centralistas por posponer o suspender la realización de estas elecciones.[/cita]

Sin embargo, aún estamos a tiempo para que en abril la ciudadanía vote más informada, pero no producto de mayor difusión, sino de mayores contenidos educativos, que permitan comprender el valor de la representación regional, de la importancia de tener un representante a cargo del Ejecutivo y de la gestión regional. Por ello, el Servel debe contribuir, dándole un pequeño giro a su forma de difundir elecciones, sobre todo con esta nueva autoridad.

Los partidos políticos también tienen que hacer lo suyo y aprovechar esta oportunidad para transformarse en promotores de formación ciudadana. Mientras, el Gobierno debiera provocar cambios genuinos para asegurar un mínimo de descentralización fiscal para el debut de los nuevos gobiernos regionales en 2021.

En definitiva, a estas alturas más vale mirar hacia abril que quedarse pegados en el análisis de los 418.685 participantes en las primarias. De existir un ganador el domingo de las primarias, ese fue el proceso de descentralización, ya que con ese hito se terminaron de sepultar los intentos centralistas por posponer o suspender la realización de estas elecciones.

El proceso ya no tiene vuelta atrás, pero será mucho más provechoso para regiones si logramos que, en abril, la gente vote mucho más informada y empoderada sobre este cargo tan relevante para la descentralización y el desarrollo regional.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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