PAÍS
Su afirmación va en línea con un estudio de la UDD que posicionó a los alcaldes Lavín y Matthei con una amplia ventaja por sobre los exministros Desbordes y Sichel en una eventual primaria presidencial de Chile Vamos. El exministro de Patricio Aylwin también habló de los errores de diagnóstico de su sector y de los del Gobierno, al que califica de erróneo. Sobre la irrupción de Paula Narváez, dijo que puede ser un buen nombre.
El exministro Enrique Correa analizó la contingencia nacional y declaró, respecto a la próxima elección presidencial, que no son ni los exintegrantes del gabinete ni los parlamentarios los favoritos para los próximos comicios que se llevarán a cabo el país este año.
Correa aseguró que «hoy por hoy, cuando vivimos crisis de confianza tan grandes en las instituciones, los médicos y los alcaldes son los que la llevan».
En entrevista con El Mercurio, el exsecretario de Estado dijo que le parece que Daniel Jadue es un alcalde que ha llevado iniciativas que le han parecido bien a la gente. Y de alguna manera «es partícipe de este prestigio de los alcaldes».
Los dichos del exministro de Aylwin se condicen con un estudio de la UDD que posicionó a los alcaldes Lavín y Matthei con una amplia ventaja por sobre los exministros Desbordes y Sichel en una eventual primaria presidencial de Chile Vamos.
Eso sí, el reconocido asesor estratégico de la elite precisa que «hay que distinguir», ya que una es la elección de convencionales «y ahí la razón indica una lista lo más amplia posible», y otra cosa es una primaria presidencial porque, dada la experiencia, «todo indica que habría que establecer un cierto cuadro de conceptos comunes, que tiene que ver con la Constitución, con el proyecto futuro», comentó.
Consultado por si la izquierda ha fallado en tal discurso de unión, advierte que van a tener que ir construyéndolo, sin embargo, apuntó a que «la izquierda no es la que gobierna el país». «El Presidente se llama Sebastián Piñera, y es él el que no ha resuelto este punto», sentenció.
«Este es un gobierno erróneo. Prometió crecimiento rápido apenas Bachelet se fuera, creyendo que cuando la derecha llegaba al gobierno la economía sonreía, y no le sonríe a nadie (…). Entonces esta idea de que el país venía como avión y de pronto vino el estallido social y se echó a perder esto, no es cierto», fustigó Enrique Correa en conversación con el matutino.
Mirando hacia la posición, Correa afirmó que esta es «de luces y sombras». «Decir que es puro obstruccionismo sería erróneo. Y también Piñera. Piñera dijo que iba a ser como Aylwin y no he visto nada más distinto», agregó.
El exministro finalmente señaló que el propósito del Frente Amplio de reemplazar a la centroizquierda «o lo que puedan haber considerado la izquierda tradicional —cuestionó— quedó por lo menos en suspenso».
A juicio de Correa, el FA se vio en una disyuntiva: «O la unidad con aquellos que buscó reemplazar, o unirse con una expresión de una izquierda mucho más dura». Y pronosticando que probablemente haya una izquierda en dos bloques, dijo que le parece problemático pero positivo porque, «pese a todo lo que nos ha pasado, no hay fuerzas extrasistema», cerró.
Por la candidatura de Paula Narváez, que es apoyada por la expresidente Bachelet, Enrique Correa sostuvo que hablar de la «resurrección» del bacheletismo «es especular», sin embargo, concuerda con que «es el recuerdo de la presencia en la memoria, en el ideario, de muchos socialistas, de lo que Michelle Bachelet representa».
«Sí, puede ser un buen nombre y atractivo», dijo Correa sobre Narváez, comentando que en caso de que sea la candidata del PS, no sabe «qué irá a hacer Álvaro (Elizalde)».
