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La senadora DC es la tercera mujer que ocupa el cargo y, en rigor, se convierte en la segunda autoridad del país, elegida democráticamente. En su discurso de investidura aseguró que «queremos legislar, queremos dialogar, solucionar los problemas del Chile real. No deseamos una disputa permanente e inconducente sobre atribuciones del Ejecutivo y del Congreso relativas a urgencias y proyectos». Y sus palabras no son al azar, considerando la difícil relación entre el Parlamento y el Gobierno. Una mención a la situación de Derechos Humanos posestallido molestó al senador Coloma, a lo que la nueva Presidenta de la Corporación respondió. «Creo que cuando las mujeres hablamos fuerte y claro, muchos varones entienden eso como una actitud belicosa. Yo seguiré siendo lo que soy: una mujer de carácter y de decir las cosas como son», finalizó. [Actualizada
La senadora de la Democracia Cristiana, Yasna Provoste, fue elegida presidenta del Senado, al imponerse por 24 votos contra 17 sobre su contrincante, José García Ruminot. Por un acuerdo político preestablecido, la oposición determinó que la testera sea ocupada por la DC. En la vicepresidencia estará el senador Jorge Pizarro. De esta forma se reemplaza la mesa que era encabezada por Adriana Muñoz (PPD) y Rabindranath Quinteros.
Luego de los agradecimientos a la gestión anterior, Provoste en su discurso de investidura recordó que «asumo este deber como lo que soy: mujer, profesora, madre y esposa, humanista y cristiana, nacida en Vallenar, descendiente diaguita e hija de una familia trabajadora de clase media. Será este mismo talante el que lucirá en la investidura que hoy se me confiere», dijo.
«Queda menos de un año de Gobierno y, sin embargo, todavía es posible remontar el vuelo rasante. Este año debemos ofrecer certezas a chilenas y chilenos. La seguridad de no haber sido abandonados a su propia suerte y de que se han tomado medidas sanitarias, sociales y económicas, suficientes y oportunas, que les apoyan», agregó.
En ese contexto, Yasna Provoste destacó parte de lo más importante en la agenda legislativa para el período, lo que paralelamente representa una agenda compleja para el Gobierno en términos de los proyectos que el Ejecutivo busca aprobar antes de finalizar su período, como la reforma previsional o, más en el corto plazo, el tercer retiro del 10% o alguna ayuda estatal que permita contenerlo. De igual manera, Provoste mencionó el trámite de algunas cosas que considera prioritarias, como la reforma a Carabineros, legislar una Renta Básica Universal, una reforma al Código de Aguas, terminar la ley de adopciones y tramitar una condonación a parte importante de las deudas asociadas al Crédito con Aval del Estado (CAE) para la Educación Superior, entre otras.
«En este Congreso queremos legislar. Queremos dialogar. Queremos solucionar los problemas del Chile real. No deseamos una disputa permanente e inconducente sobre atribuciones del Ejecutivo y del Congreso relativas a urgencias y proyectos», dijo Provoste.
Y sus palabras no son al azar, ya que la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo no ha sido buena en los últimos meses, como lo reconoció el vicepresidente saliente, Rabindranath Quinteros.
«Llama siempre a un diálogo, pero el Presidente entiende por diálogo decirle amén a lo que él dice. Eso no es diálogo. El Presidente perdió la oportunidad, después del estallido, de haber concordado con la oposición un plan de trabajo hasta el término de su mandato, con las medidas que planteaba la propia ciudadanía. Al Presidente, por su carácter, por su forma de ser, le gusta ganar –a quién no le gusta–, pero a él le gusta imponer a trocha y mocha lo que él piensa (…). El Presidente es muy especial», dijo el senador Quinteros a El Mostrador.
La senadora hizo una mención a la situación de los Derechos Humanos en el país a partir del estallido social. Pero se centró en el caso de la profesora que fue herida en Plaza Baquedano en medio de una manifestación pacífica en la que solo portaba un cartel.
«Esto no sucedió en octubre de 2019, ni en octubre de 2020. Ocurrió hace pocos días, en febrero de este año. Ocurrió tras reiterados informes de Derechos Humanos, abusos policiales y acusaciones constitucionales. Es algo desconcertante», dijo.
Provoste enfatizó que «no me siento humillada, ni creo estar rebajando la investidura de este cargo, cuando pido que esta barbaridad insensible e institucionalmente naturalizada, termine de una vez. Es mucho lo que ha sufrido el país y es mucho el sacrificio que sigue sobrellevando en una lucha incesante contra amenazas que aún le acechan», expresó.
Esta parte del discurso molestó al oficialismo. Particularmente al senador de la UDI, Juan Antonio Coloma. El parlamentario gremialista afirmó que «entiendo que siempre hemos respetado la forma democrática en que el Senado elige a sus autoridades, y en eso usted tiene todo el derecho a plantear lo que le parezca, por eso no hemos intervenido anteriormente, pero yo le hago una invitación a no transformar el Senado en una trinchera política, una trinchera de la oposición», planteó. «Yo entiendo lo que usted pueda plantear, pero no quiero, y le pido que haga un esfuerzo por no transformar una institución tan importante e institucional en una trinchera política que genera violencia o que genera odiosidades, que yo creo que estamos todos al margen de tratar de buscarlo», agregó.
Provoste no tardó en responder. «Tal como ha sido la larga tradición de presidente, no tan larga para las presidentas, vamos a mantener un rol inclaudicable respecto del respeto a nuestra Constitución vigente en nuestro país», dijo. La nueva Presidenta del Senado enfatizó que «creo que cuando las mujeres hablamos fuerte y claro, muchos varones entienden eso como una actitud belicosa. Yo seguiré siendo lo que soy: una mujer de carácter y de decir las cosas como son», finalizó.
