Tras sostener una reunión dominical en La Moneda con el comité político, el Presidente, Sebastián Piñera –acompañado por parlamentarios del oficialismo, más los presidenciables de Chile Vamos Joaquín Lavín, Evelyn Matthei, Sebastian Sichel y Mario Desbordes– anunció que este lunes ingresará con suma urgencia un proyecto propio que permite el tercer retiro de los fondos de pensiones. A pesar del tenue entusiasmo en algunos sectores del oficialismo, la vuelta de carnero de Palacio, que había asegurado que por ningún motivo presentaría un proyecto paralelo, le trajo inmediatos costos internos, principalmente con el partido al que todos describían como más fiel al Ejecutivo, Evópoli, el que a través de su presidente, el diputado Andrés Molina, sostuvo que la apuesta presidencial «no permite dar un cauce institucional definitivo al problema de fondo, poniendo a disposición de la ciudadanía un financiamiento amplio a las familias chilenas y preservando los recursos de las jubilaciones que durante décadas de esfuerzo han ahorrado miles de chilenos». Adicionalmente, la propuesta pone en jaque a la oposición, obligándola a pronunciarse respecto de la propuesta del Ejecutivo, considerando el factor tiempo.
Finalmente La Moneda se la jugó por presentar un proyecto propio de tercer retiro de fondos de las AFP, para intentar sortear la profunda crisis política en que está sumida luego de no haber alcanzado siquiera a contar con un tercio del apoyo en el Congreso, que despachó con amplia mayoría en ambas cámaras la iniciativa nacida desde el Parlamento.
De esta forma, el Presidente Sebastián Piñera apostó por salvaguardar su discurso que apunta a la inconstitucionalidad del proyecto que espera la resolución en el Tribunal Constitucional (TC) y, al mismo tiempo, poner a la oposición entre la espada y la pared, obligándola a pronunciarse respecto de la propuesta del Ejecutivo, considerando el factor tiempo.
A pesar del tenue entusiasmo en algunos sectores del oficialismo, la vuelta de carnero de Palacio, que había asegurado que por ningún motivo presentaría un proyecto paralelo, le trajo inmediatos costos internos, principalmente con el partido al que todos describían como el más fiel al Ejecutivo, Evópoli, que a diferencia de sus pares de RN y la UDI, sí se había puesto del lado del Mandatario casi en su totalidad.
Previo al anuncio del jefe de Estado y a través de un comunicado, el partido presidido por el diputado Andrés Molina, luego de haber rechazado la invitación a participar de la cita en La Moneda, señaló que la propuesta presidencial «no permite dar un cauce institucional definitivo al problema de fondo, poniendo a disposición de la ciudadanía un financiamiento amplio a las familias chilenas y preservando los recursos de las jubilaciones que durante décadas de esfuerzo han ahorrado miles de chilenos».
Además, durante el fin de semana, la oposición le había puesto precio a un eventual avance en las negociaciones, y que apuntaban a promulgar la iniciativa ya aprobada en el Parlamento y retirar el requerimiento del Tribunal Constitucional, advertencia que finalmente no tuvo eco en Palacio.
La definición se dio luego de diversas reuniones que coparon la agenda gubernamental en la casa de Gobierno el día domingo y que contó con la presencia de los invitados estelares, como lo fueron los candidatos presidenciales del sector, menos el exministro de Hacienda, Ignacio Briones, quien se replegó con su partido.
Tras sostener una reunión dominical en La Moneda con el comité político, parlamentarios del oficialismo, y los presidenciables de Chile Vamos – Joaquín Lavín, Evelyn Matthei, Sebastian Sichel y Mario Desbordes– el Presidente, Sebastián Piñera, señaló que su propuesta «soluciona muchos de los problemas del proyecto que recientemente aprobó el Congreso». Según dijo, la iniciativa de la oposición «condena a la mayoría de las jubilados a pensiones más bajas incluso que las actuales, que ya son insuficientes».
El jefe de Estado insistió en que «este proyecto respeta la Constitución y el Estado de derecho». Y añadió que en los próximos días «vamos a anunciar nuevas medidas para el IFE y el Bono Clase Media».
«Este proyecto es un mejor proyecto, porque se hace cargo de las necesidades de las familias. Otorga beneficios a cotizantes con saldo cero y establece un mecanismo para recuadrar ahorros previsionales retirados, fortaleciendo las pensiones futuras», sentenció Piñera.
Respecto al diálogo con la oposición, el Mandatario dijo que en el Gobierno tienen la voluntad de conversar «para encontrar acuerdos que permitan aprobar este proyecto con la máxima urgencia y lograr que estos beneficios lleguen a las familias durante primera quincena de mayo».
La propuesta del Gobierno considera los siguientes aspectos: