El analista político recordó que desde el estallido social de octubre del 2019 hay un cuestionamiento al sistema político, el mismo que se expresó –dijo– en el plebiscito del año pasado y que demuestran todos los estudios, dado el descrédito profundo de la clase política tradicional chilena: «La gente siente que los políticos no son capaces de solucionar los problemas reales». Al respecto, Correa precisó que ese clima debería influir, durante el recuento de votos de esta noche, en que aparezcan independientes y figuras atípicas del panorama político, algo que –subrayó– es lo más sano que puede suceder, porque «significa que las crisis institucionales pueden ser resueltas en las urnas». Siempre existe la posibilidad de que pase lo contrario –agregó–, que la gente vote por los mismos de siempre, no pase nada y haya una suerte de gatopardismo, pero todo apunta a que habría un voto de castigo a la clase política tradicional. «Lo más peligroso es que tengamos descontento ciudadano y, después de las elecciones, en los cargos queden los mismos de siempre, eso hace a la gente perder confianza en la democracia y eso es el camino al populismo y al fascismo», sentenció.
