El ecólogo e impulsor de la Reserva de la Biósfera Cabo de Hornos, reconocido por su legado en educación ecológica, comenta las razones para considerar esta área protegida como un importante foco de inversión. “Este escenario va adquiriendo un valor económico creciente por dos razones: es un recurso escaso, por lo tanto, su valor se incrementa, (…) y es una reserva que funciona solo si hay buena economía”, señala. El también director del Centro Subantártico Cabo de Hornos detalla además las ventajas y potencialidades de la zona para la generación de riqueza sostenible y con el foco en una buena planificación. “En el último periodo creamos el Parque Marino Islas Diego Ramírez-Paso Drake, que son las islas más australes en todo el continente, y eso pone presencia chilena en la administración del territorio, donde estamos compatibilizando pesca industrial, pesca artesanal, el turismo, agregando el valor de la gastronomía y la elaboración de los productos. Creo que tenemos una economía muy sólida, a lo que se suman nuevos mercados del carbono azul y carbono verde”, agrega.
