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¿Qué rechazo gana cuando gana el rechazo? Opinión Crédito: Agencia UNO

¿Qué rechazo gana cuando gana el rechazo?

Paulina Mendoza Pereira
Por : Paulina Mendoza Pereira Presidenta Nacional de la Juventud Demócrata Cristiana.
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Sin un camino claro y en manos de los mismos que llamaron a votar sí en el plebiscito fraudulento de 1980, que también llamaron a votar sí a la continuidad de Pinochet en 1988, rechazo en el plebiscito de entrada de 2020 y por José Antonio Kast en 2021, resulta difícil confiar en un camino de cambios. Por lo mismo, cuesta creer que de ganar el rechazo ese 31% que rechaza, pero quiere transformaciones, pueda encontrar su camino.


En la última entrega de la encuesta CADEM, un 31% de los encuestados se inclinaba por rechazar para que se proponga un nuevo proceso. En contraste, un 21% de los encuestados se manifestaban por mantener la constitución de 1980 tal como está, un porcentaje bastante similar al que obtuvo el rechazo en el plebiscito de entrada, ratificando que una amplia mayoría de chilenas y chilenos sigue queriendo una nueva constitución.

Con solo mirar las encuestas, parece que el rechazo no es una comunidad homogénea. Se cuentan allí personas que genuinamente quieren un cambio constitucional, pero que por diferentes motivos no apoyan la actual propuesta. Ahora bien, esta diversidad es mucho menor cuando miramos los partidos que lo respaldan. Tal como en la segunda vuelta presidencial y en el plebiscito de 1988, la totalidad de los partidos identificados con la derecha política se inclinan por el rechazo, como ayer lo hicieron por José Antonio Kast y antes por el Sí a Pinochet. En cambio, del lado del apruebo se encuentran los partidos de izquierda y centroizquierda que en 1988 llamaron a vivir en democracia y en las últimas presidenciales apoyaron a Gabriel Boric.

Pese a estar compuesto principalmente por los partidos de derecha, es innegable que, al menos desde fuera, se ven algunas diferencias importantes. Mientras el Partido Republicano ha dicho sin ambages que su propuesta es defender la constitución de 1980 tal como está, aspirando a representar a ese escueto 21% que sigue defendiendo una constitución del pasado, en Chile Vamos el panorama parece más complicado.

Hace algunos días, los principales dirigentes de Chile Vamos firmaron una carta con 10 compromisos ante una eventual ruta de cambio constitucional. Sin embargo, la mayor parte de esos 10 puntos ya se encuentran contenidos en la constitución de 1980, tal vez con la excepción del reconocimiento a los pueblos indígenas y el estado social y democrático de derecho. Ahora bien, como expresara la Secretaria Nacional de la DC, Cecilia Valdés, este compromiso resulta poco creíble cuando hasta el día de hoy la subsidiariedad, concebida de forma incompleta, sin considerar su faceta positiva que incluye una obligación de actuación estatal, se exhibe como un eje central de sus declaraciones de principio.

Más confuso resulta el rechazo cuando se le pregunta cuál es el camino que proponen para cumplir sus compromisos. El presidente de la UDI masculló algunas ideas sin mucha claridad cuando en Tolerancia Cero le preguntaron por el tema, mirando para otro lado, sobre todo cuando se trató de hablar de la paridad. Ante la propuesta del presidente Boric de hacer una nueva convención, el rechazo mostró que su compromiso con el cambio está empantanado en medio de senderos sin horizonte.

Por lo mismo parece válido preguntarse: ¿Qué rechazo gana cuando gana el rechazo? ¿Gana el rechazo que se compromete con 10 puntos que contradicen sus principios y su historia? ¿Gana el rechazo que se opone a la paridad o que se pone inquieto cuando le preguntan por ella? ¿Gana Natalia González, José Antonio Kast y Johannes Kaiser?

Sin un camino claro y en manos de los mismos que llamaron a votar sí en el plebiscito fraudulento de 1980, que también llamaron a votar sí a la continuidad de Pinochet en 1988, rechazo en el plebiscito de entrada de 2020 y por José Antonio Kast en 2021, resulta difícil confiar en un camino de cambios. Por lo mismo, cuesta creer que de ganar el rechazo ese 31% que rechaza, pero quiere transformaciones, pueda encontrar su camino.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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