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Fintechs y la revolución del sistema financiero Opinión

Fintechs y la revolución del sistema financiero

Claudia Escobar
Por : Claudia Escobar Directora de empresas.
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Mientras avanza en el Congreso la llamada Ley Fintech, es importante hacer algunas consideraciones. El fenómeno open finance –o de apertura de los datos bancarios de clientes a terceros– promoverá el crecimiento de los gigantes tecnológicos y de las startups, al permitirles el acceso a dicha información, y facilitará su intervención en el proceso de pagos, jugando de este modo un papel cada vez más importante en los servicios financieros. Por otro lado, se está produciendo un gran incremento en los niveles de inversión en compañías dedicadas a crear productos y soluciones específicas basadas en las tecnologías de registro distribuido (DTL, por sus siglas en inglés), las cuales han permitido el desarrollo de las innovaciones más disruptivas para el sistema financiero, así como distintos niveles de desintermediación en esta industria. Ejemplos de ello son los criptoactivos y el desarrollo de contratos inteligentes.


Según los últimos datos entregados por el Banco Mundial, en 2021 el 73% de los latinoamericanos registró cuentas en instituciones financieras. Se trata de un 18% más de bancarización, si se compara con cifras de 2017, antes de la pandemia.

El efecto de la crisis sanitaria también se evidencia en que cuatro de cada diez adultos en la región realizaron pagos digitales a comercios minoristas, de los cuales el 14% lo hizo por primera vez durante la pandemia. Gran parte de este avance se debe a la necesidad generada durante el encierro, pero más directamente a las nuevas tecnologías digitales y al desarrollo de las conocidas fintechs.

Dentro del sector fintech, el segmento de mayor relevancia son los medios de pago, tendencias que apuntan hacia una mayor inclusión financiera gracias a estos desarrollos. El uso del efectivo se está reduciendo a favor de otros medios de pago, como son las tarjetas contactless y monederos digitales. Ya existe un auge de plataformas de pago no bancarias, como PayPal o Mercadopago, que facilitan las transacciones P2P, a las que también se están sumando los operadores tradicionales bancarios, en respuesta a esta competencia.

Mientras avanza en el Congreso la llamada Ley Fintech, es importante hacer algunas consideraciones. El fenómeno open finance –o de apertura de los datos bancarios de clientes a terceros– promoverá el crecimiento de los gigantes tecnológicos y de las startups, al permitirles el acceso a dicha información, y facilitará su intervención en el proceso de pagos, jugando de este modo un papel cada vez más importante en los servicios financieros. Por otro lado, se está produciendo un gran incremento en los niveles de inversión en compañías dedicadas a crear productos y soluciones específicas basadas en las tecnologías de registro distribuido (DTL, por sus siglas en inglés), las cuales han permitido el desarrollo de las innovaciones más disruptivas para el sistema financiero, así como distintos niveles de desintermediación en esta industria. Ejemplos de ello son los criptoactivos y el desarrollo de contratos inteligentes.

Por una parte, el auge de las fintechs ha ocasionado un cambio radical en el paradigma tradicional, los consumidores han dejado de ser pasivos. De este modo, la ciberseguridad de las estas empresas es necesaria sí o sí para mantener la comunicación, impulsar la transparencia y generar confianza entre los usuarios/clientes a la hora de realizar sus gestiones.

Por otro lado, las transformaciones de los servicios financieros y de los pagos basados en la digitalización y la tecnología traen cambios de orden económico y beneficios en el desarrollo de los países. El acceso a más y mejores servicios, la democratización del sistema financiero, permitiendo que cualquiera pueda participar de él sin sesgos, y el aumento de la competencia, generarán mercados más dinámicos y, en consecuencia, economías más robustas para el desarrollo de innovación y la creación de valor para las personas.

En este contexto, el papel de los gobiernos debe estar orientado a fomentar estos cambios, garantizando un ecosistema seguro y un marco regulatorio capaz de optimizar los beneficios que supone el mundo fintech. Si bien es indiscutible que la revolución en el sector financiero no ha hecho más que empezar, provocará la aparición de nuevos operadores y productos y elevará los estándares de calidad de servicio en beneficio, sobre todo, de los usuarios.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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