Andrés Jouannet, vicepresidente de Amarillos: «Necesitamos una Constitución minimalista y carente de romanticismos»

Una nueva Constitución y “no el texto de Pinochet y Lagos parchado”, en lo posible “minimalista y carente de romanticismos”. Así se puede resumir la postura de Amarillos por Chile frente a la conversación constitucional que tiene lugar en el Congreso, según aclaró el nuevo vicepresidente de la colectividad, el diputado Andrés Jouannet, quien expresó su esperanza en que el Congreso estará finalmente a la altura del desafío a efectos de trazar un derrotero claro que desemboque en un nuevo pacto social para los próximos 50 años.

El parlamentario llamó así a las fuerzas políticas a tomar conciencia del delicado momento social, político y económico que vive el país, uno que podría entramparlo en un largo periodo de inestabilidad que lesionará gravemente sus perspectivas futuras de desarrollo económico, “y ese desarrollo es clave si queremos una mejor salud, mejores pensiones, etc.”, declaró a El Mostrador. En ese sentido, Jouannet instó a redactar una nueva carta fundamental que se limite a definir la arquitectura institucional y prescinda de declaraciones de principios que pudieran constreñir la acción política futura en un marco ideológico determinado, que es lo que se le afea tanto al texto vigente como a la propuesta que fue rechazada el pasado 4 de septiembre.

“Chile tiene una cultura política que va desde el Partido Comunista hasta la derecha, con los republicanos, y todos quienes integran ambos grupos deben sentir que en la  nueva Constitución hay algo de ellos. La idea es tener una Constitución que dure muchos años, y ello se logrará incorporando sólo principios generales”, sostuvo el vicepresidente de Amarillos.

“De esta manera, cerrando esta cuestión constitucional, podemos enfocarnos en los grandes problemas que aquejan a la ciudadanía, como la salud, las pensiones, la delincuencia… Y muy especialmente el desarrollo económico, algo que requiere de una nueva estrategia, un nuevo modelo que incorpore el conocimiento como motor de la productividad. Para eso necesitamos repensar nuestras instituciones, eventualmente hacer las reformas necesarias para perfeccionarlas, y para ello es clave una Constitución minimalista y carente de romanticismos”, añadió.

“Le gente necesita soluciones, no poesía”, añadió el vicepresidente de Amarillos, quien aseguró que “la centroizquierda es la única fuerza política capaz de propiciar ese cambio al desarrollo en la medida que convoque a grandes acuerdos. De ello no es capaz la derecha, que cuando le tocó gobernar entregó un país con mucha inestabilidad política. Destaco lo hecho en el tema de coronavirus gracias a un sistema de salud que pudo resistir pero que fue construido en los años de la Concertación. Pero digámoslo con claridad: con el Presidente Piñera, por ejemplo, aumentó en un 300% los actos de tipo terrorista y el robo de animales en mi región (La Araucanía), y se consolidó el narcotráfico y el robo de madera”.

Si bien fue crítico con los maximalismos de izquierda vistos en el desarrollo de la Convención Constituyente, Jouannet también dedicó unas palabras a los intentos de Chile Vamos por incorporar algunos principios ideológicos de su sector como “bordes”. “Sabemos que el tema de la libertad es la estrella polar de la derecha. Me parece bien que así sea, pero ya sería hora que la derecha se modernice y transite hacia un ‘liberal-socialismo’ en la medida que gran parte de la izquierda transitó a un ‘socialismo-liberal’. Ya es hora de que entiendan que el Estado Social de Derecho es positivo porque las garantías sociales le hacen bien a un país. Mientras más oportunidades dé a su gente, el país tendrá a menos jóvenes haciendo tonteras y perderá menos talentos. Y Chile, si quiere dar ese salto al desarrollo, no puede seguir perdiendo talentos”, señaló.

Asimismo, el diputado se declaró contrario a la propuesta de grupos o partidos como el Partido de la Gente que, entre otras cosas, exigen un nuevo plebiscito de entrada, una maniobra que parece orientada más bien a dilatar una cuestión que ocasionará enormes perjuicios en la medida que permanezca sin cerrarse. “Hay que tener mucho cuidado porque con esas ideas algunos apuestan a cansar a la ciudadanía, y cansar ahora es agravar la polarización después. Lo que yo percibo en la ciudadanía es la necesidad de contar con una nueva y buena Constitución, de tal modo que las futuras elecciones sean verdaderos días nacionales en el que se sientan integrados todos los chilenos y chilenas”, afirmó el diputado.

No obstante la necesidad imperiosa de contar con un texto que dé por superadas las heridas históricas que a cada tanto reviven con las instituciones creadas en la Constitución vigente, Jouannet fue categórico en rechazar cualquier intento por apurar la conversación en el Congreso. A su juicio, sería imprudente imponerse plazos acotados, por cuanto “lo más conveniente para todos es que la metodología sea buena y logre representar a las grandes mayorías, procurando no polarizar la conversación como sí lo hicieron los exconvencionales, que llevaron su confrontación a los tiempos de la Unidad Popular. No podemos seguir así. Debemos dejar de pensar que tenemos a un enemigo enfrente. En algún minuto tendremos que llegar a un punto de acuerdo y no seguir eternamente con esta idea de anularnos los unos a los otros y vivir en un continuo juego de suma cero”, indicó.

Sobre la decisión del Partido Republicano de salirse de la mesa, Jouannet señaló que es una decisión comprensible, no obstante criticó la idea que presentó su dirigencia respecto de introducir reformas a la “Constitución de Pinochet y Lagos”. “En esto estamos todos los amarillos de acuerdo: necesitamos una nueva Constitución que cierre el ciclo que, si bien tuvo momentos muy positivos para el país, como en los años 90 y 2000, también tiene heridas histórica que nunca se terminaron de cerrar. La actual Constitución tiene un problema de origen, y ello no se va a lograr con un texto de Pinochet y Lagos parchado”, agregó.