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Diputado Sauerbaum (RN) confronta el optimismo de Marcel sobre la reforma tributaria: «Es un mal proyecto, implementado en un mal momento económico» PAÍS

Diputado Sauerbaum (RN) confronta el optimismo de Marcel sobre la reforma tributaria: «Es un mal proyecto, implementado en un mal momento económico»

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Raúl Espina
Por : Raúl Espina Periodista de El Mostrador
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Optimista, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, participó este lunes del inicio de la discusión en particular de la propuesta de reforma tributaria, y proyectó para fines de noviembre su votación en la Sala de la Cámara Baja. Sin embargo, desde la oposición –sector que en la Comisión de Hacienda votó en contra de la idea de legislar el proyecto– señalan que la tramitación está recién comenzando y que podría extenderse más allá del plazo diseñado por el Ejecutivo, debido al alto número de indicaciones que deberán ser revisadas. Al respecto el diputado Frank Sauerbaum (RN), miembro de la señalada comisión, aseguró que se trata de un mal proyecto, implementado en un mal momento económico, y acusó a Marcel de ser presionado por sectores radicalizados de la izquierda para, por ejemplo, incluir en la reforma elementos como el impuesto al patrimonio, el que –a su juicio– «no recauda absolutamente nada».


En la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputadas y Diputados comenzó este lunes la discusión en particular de la reforma tributaria, proyecto de ley que para el Gobierno del Presidente Gabriel Boric resulta indispensable en relación con el avance de su programa, y que concentrará parte del trabajo legislativo durante las próximas semanas en el Congreso Nacional. En la sesión de este lunes se logró aprobar una serie de artículos de la agenda antielusiva de la propuesta, frente a lo cual el ministro del ramo, Mario Marcel, no escondió su optimismo respecto a que la iniciativa llegue a la Sala de la Cámara a fines de noviembre.

Si bien el ministro Marcel aplaudió el «dinamismo» con que los integrantes de la Comisión de Hacienda iniciaron la votación en particular del proyecto emblemático de La Moneda, parlamentarios de oposición han hecho notar que la discusión en la Cámara Baja podría extenderse más allá de los planes de un Ejecutivo, que busca pasar rápidamente dicho escollo para abocarse a conseguir los votos necesarios en el Senado. De esta forma, y considerando que la instancia legislativa sesionará solamente durante los días lunes y martes, desde Chile Vamos advierten que la discusión podría dilatarse, afectando los planes del Gobierno, que busca cerrar su primer año de gestión con algún resultado concreto.

Se trata de un proyecto de ley que junto con la reforma al sistema de pensiones se han transformado en los dos principales soportes programáticos de la gestión del Presidente Boric para lo que resta del 2022, periodo marcado indiscutiblemente por el fracaso de la propuesta constitucional en el plebiscito de salida, que remeció el panorama al interior de La Moneda y obligó al oficialismo a propiciar un nuevo diseño del programa, que incluyó un supuesto mayor empoderamiento de Socialismo Democrático. La reforma tributaria ha sido el mayor reto de Mario Marcel, respetado economista y uno de los ministros mejor evaluados del actual gabinete.

Pero lo que comenzó como la reforma «más ambiciosa de la historia» en materia tributaria, ha debido enfrentar un complejo proceso de socialización con el sector empresarial, desde donde se cuestiona el hipotético debilitamiento de la inversión, además de una tramitación legislativa que no ha estado exenta de complicaciones. Precisamente a los caminos que ha debido recorrer esta iniciativa, y su eventual destino en el Congreso, se refiere el diputado e integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara, Frank Sauerbaum (RN), quien es además uno de los autores de las varias indicaciones que ingresó la oposición al proyecto de ley durante su discusión.

-¿Cuál es la razón principal que los motivó como oposición a votar en contra de la idea de legislar este proyecto? 
-Yo creo que es un mal proyecto, implementado en un mal momento económico. Estamos en plena recesión –situación que el próximo año se va a agravar–, con altos niveles de inflación, con la cesantía aumentando, con un mercado del trabajo muy debilitado, con altas tasas de interés. Es decir, tenemos una serie de elementos que hacen que este sea un mal momento para presentar una reforma, inyectando más incertidumbre todavía, aparte de la incertidumbre política que existe incluso por el debate constituyente. Por lo tanto, nosotros creemos que es una reforma que tenía una aspiración, que era poder recaudar un porcentaje importante del PIB, inicialmente un 4,2%, cifra que se ha ido disminuyendo, porque el Gobierno se ha dado cuenta de que no estamos en condiciones de recaudar lo que inicialmente se había definido.

-¿Cuál cree que es la expectativa recaudatoria de esta propuesta tributaria? ¿Por qué cree la oposición que esta reforma debilita el mercado financiero?
-Yo creo que vamos a llegar con suerte a recaudar la mitad de lo que se buscaba en la expectativa inicial, y nos va a pasar lo mismo que le pasó a la ex Presidenta Bachelet, que quiso recaudar un 3% y terminó recaudando un 1,4%. Justamente porque se hizo una reforma absolutamente recaudatoria, y que no tuvo ningún ápice de motivación a la inversión y a la generación de nuevas fuentes laborales y nuevas inversiones. Y es la crítica que precisamente hacemos al actual proyecto, porque creemos que hay un error muy grande en debilitar el mercado financiero, el cual está muy debilitado luego de los retiros del 10%, y hoy día el ahorro en Chile está muy alicaído y eso hace que no tengamos fuentes de financiamiento para hacer la inversión a un costo más barato. Hoy día, cuando una empresa va a pedir crédito, encuentra créditos mucho más caros, y eso hace que se desistan un montón de inversiones y genera finalmente que las empresas vayan dejando de lado los proyectos, generando desempleo.

-Desde la derecha sostienen que esta reforma tiene impactos negativos en la pequeña empresa. ¿Cuáles son sus principales argumentos para sostener dicha hipótesis? ¿Cree que habrá espacio en la Comisión de Hacienda para discutir estas indicaciones?
-Nuestra preocupación principal es fortalecer a las pymes y cubrir los impactos negativos que pudiese tener esta reforma, considerando que a la pequeña empresa se le quita una serie de beneficios tributarios que hoy día tiene. Y a nosotros nos parece que no estamos en condiciones de debilitar a dicho sector, considerando que venimos saliendo de una recesión de la cual nos estamos volviendo a levantar, y que tiene que enfrentar no solamente a esta reforma tributaria, sino que también el 6% de cotización extra en materia previsional, el impuesto del salario mínimo que se ha ido subiendo, y que seguramente en enero se va a volver a subir, además de la rebaja a la jornada laboral de 40 horas.

Entonces, la pyme hoy está en un escenario muy complejo y, por lo tanto, nosotros presentamos una serie de baterías de iniciativas para poder protegerla, pero no se votaron este lunes, donde lo que se hizo fue básicamente comenzar a votar las indicaciones presentadas por el Gobierno, que son indicaciones que tienen que ver con el capítulo tres del proyecto de ley, relacionado con elusión y evasión tributaria. También se están discutiendo muchos temas administrativos, como correcciones al Código Tributario, y algunas cosas que no tienen que ver con los temas de fondo. Lo que sí fue parte del diálogo, en la sesión de este lunes, fue la discusión en torno a cómo se le dan mayores atribuciones a Impuestos Internos para poder combatir la elusión y la evasión.

-El ministro Mario Marcel se ha mostrado optimista, e incluso apostó a que a fines de noviembre el proyecto podría eventualmente votarse en la Sala de la Cámara. ¿Cree que el oficialismo cuenta con los votos necesarios para aprobar el proyecto? ¿Podría el Gobierno estar más preocupado de la tramitación posterior en el Senado?
-Yo creo que en la Sala no va a tener el apoyo que el Gobierno hoy espera, donde hay varios diputados de partidos de centro, como la DC o el PDG, que tienen críticas similares a las que nosotros hemos planteado. Entonces, creo que la Comisión va a despechar el proyecto más rápido de lo que se pudiese hacer en la Sala, donde además en el Senado la discusión va a ser más ajustada aún, lo que precisamente ha provocado molestia en los diputados, porque nosotros vemos que el Gobierno va a llegar de nuevo a un acuerdo en el Senado sin considerar las propuestas de los diputados. Y eso también genera una molestia entre nosotros, porque sabemos que finalmente lo que el Gobierno pueda conceder al respecto, lo va a hacer en el Senado y no en la Cámara.

-¿Cuál es la opinión que tiene la oposición sobre el rol que ha cumplido el ministro Marcel en el trámite de este proyecto? 
-Creo que Mario Marcel está muy presionado por sectores más radicalizados de izquierda, donde, por ejemplo, nosotros tenemos muy claro que el impuesto al patrimonio que se propone en esta reforma no recauda absolutamente nada. De hecho, de las diez personas invitadas a la comisión, nueve dijeron que era un impuesto que producía un alejamiento de capitales, que no recaudaba nada y que era un problema. Pero el Gobierno lo mantiene precisamente para dar una señal a su sector político.

Yo creo que el Gobierno, si sigue en esa lógica ideológica, va a fracasar permanentemente en el Congreso, y lo mismo le va a pasar en la reforma al sistema de pensiones si insiste con un sistema de reparto. Entonces, es preocupante darse cuenta de que en todo el mundo ha fracasado el impuesto a los superricos –que ahora se llama impuesto al patrimonio– y que nosotros vamos contra la corriente, aprobándolo para darle una señal al sector más radicalizado de la izquierda. Entonces, es un error. Y yo creo que Marcel no ha sabido controlar a ese sector y no ha tomado las riendas, realmente, como se esperaba.

-Y finalmente, frente a la crítica en torno al débil trabajo legislativo del Gobierno y el cuestionado rol del saliente ministro Jackson y el arribo de Ana Lya Uriarte a la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), ¿ha observado un cambio en cuanto a la generación de diálogo entre el Ejecutivo y el Congreso?
-La verdad es que yo no tuve el placer de conversar con Giorgio Jackson y no he tenido el placer de conversar con Ana Lya Uriarte, entonces, no han hecho un trabajo muy distinto hasta ahora. Yo soy miembro de la Comisión de Trabajo que va a votar ahora la reforma a las pensiones, además de la Comisión de Hacienda, y nunca han hablado conmigo, por lo que creo que el trabajo no se ha desarrollado correctamente.

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