Los dirigidos de Lasarte aplastaron 4-0 a Cobreloa
El ariete azul nuevamente gran figura y su equipo repitió la cuota goleadora del Clásico. El despertar del campeón parece definitivo y abre un paréntesis de esperanzas con vistas a su partido del miércoles por la Copa Libertadores.
Otra vez Gustavo Canales como figura. De nuevo cuatro goles en un partido, como cuando fue campeón. Todo eso refleja el momento de Universidad de Chile, que recién empieza a mostrar méritos después de medio campeonato sin luces.
Ante Cobreloa, en el Estadio Nacional, el conjunto de Martín Lasarte volvió a mostrar un arquero solvente, una línea defensiva firme, un mediocampo mordedor o creativo según las circunstancias y un finiquito demoledor. Es decir, todo lo que se puede esperar de un buen equipo.
No es difícil encontrar las razones del alza mostrada en las últimas fechas, incluyendo aquel encuentro que perdió con Colo Colo. Hay un alza notoria en el rendimiento de varios jugadores que sintieron el peso de la campaña anterior y recién recuperar su forma física y futbolística, partiendo por su guardavallas, Johnny Herrera, y su goleador. Ellos fueron decisivos en la campaña anterior, y eran un lastre en las ocho fechas iniciales.
Es evidente también el complemento alcanzado por sus centrales, Osvaldo González y José Rojas. Y especialmente notorio el repunte de Paulo Magalhaes y Guzmán Pereira. El lateral, que fue un desastre al comienzo, hizo un partido decente al enfrentar a Universidad Católica y ahora fue importante en la victoria sobre Cobreloa. El uruguayo, que era una máquina para cometer errores en la entrega, ahora quita y deja la pelota en los pies de un compañero. Agréguese a todo eso la confirmación de Sebastián Martínez como titular, en desmedro de Gonzalo Espinoza, que fue decisivo en el título y que este año no ha visto una.
Algo ha mejorado Maximiano Rodríguez, pero sin llegar a justificar su onerosa contratación. En cambio, Gustavo Lorenzetti se libró de los fantasmas de Ramón Fernández y ahora ejerce con enorme propiedad la tarea de conducir al equipo. Con Sebastián Ubilla, que sigue siendo muy peligroso, la “U” ya tiene una buena base para llegar al éxito.
Las únicas dos veces que Cobreloa pudo anotar en el arco de la U fue al finalizar cada período: a los 45’, Johnny Herrera reaccionó elásticamente para bloquear un sorpresivo remate de José Luis Jiménez. Y los 90’, el arquero de los azules achicó magistralmente para tapar un disparo que Álvaro López ejecutó desde la altura del punto penal. Todo lo demás le llegó al cuerpo y sin gran potencia.
El equipo del norte mostró por momentos buenas ideas para hilvanar juego, pero no tuvo jerarquía para complicar al adversario. Por deficiencias propias o méritos ajenos, su ostensible espíritu de lucha resultó penosamente infructuoso.
Al revés, Universidad de Chile soportó bien los embates iniciales de los loínos y pronto se hizo dueño del mediocampo. Dos oportunidades claras había tenido la U (una volea de Lorenzetti salvada por Luciano Palos y un tiro libre apenas desviado de Gustavo de Canales) antes de la apertura de cuenta.
Hasta ahí, minuto 27, el juego era muy previsible. Y esa placidez la rompió Sebastián Martínez que irrumpió en terreno ajeno después de quitar un balón y desarmó con su sorpresiva maniobra a toda la retaguardia naranja antes de habilitar a Canales. Y lo que hizo el ariete fue notable: amortiguó de pecho, enganchó para dejar a tres loínos mirando para otro lado y finiquitó con zurdazo alto.
Paulo Magalhaeas puso el 2-0 a los 37 al empalmar en soledad y con furibundo cabezazo un tiro libre servido por Maxi Rodríguez. Y ahí quedó prácticamente todo definido.
Los cambios de jugadores y de vías para llegar al gol que hizo el entrenador Marco Antonio Figueroa no surtieron efectos. A la U se le abrió un ancho panorama para sus contraataques, y anotó dos de los cinco goles que pudo hacer por esa vía: Rodríguez culminó muy libre una genialidad de Canales por la raya de fondo y Lorenzetti selló msu gran actuación con un remate cruzado y rasante después de ser habilitado por Enzo Gutiérrez.
Después de esto, a la “U” le viene la Copa Libertadores, con Internacional de Porto Alegre al frente. El nivel que ahora muestra es muy superior al que exhibía cuando fue a Brasil. Y eso le abre perspectivas. Cobreloa, a la vez, tendrá que seguir batallando para librarse de un descenso que ya parece decretado.
Cancha: Estadio Nacional.
Público: 12.000, aproximadamente.
Árbitro: Claudio Puga.
U. DE CHILE (): J. Herrera, M. Corujo (56’, J. Ortiz), O. González, J. Rojas, P. Magalhaes; G. Pereira (77’, G. Espinoza), S. Martínez, G. Lorenzetti, M. Rodríguez; S. Ubilla (80’. E. Gutiérrez) y G. Canales. DT: Martín Lasarte.
COBRELOA (): L. Palos; D. Silva, R. Martínez (53’, M. Zbrun), E. Ahumada, R. González; P. Troncoso, C. Gaitán, F. Cornejo; I. Herrera (68’, S. Romero), A. López y J. L. Jiménez (46’, A. Barbosa). DT: Marco A. Figueroa.
Goles: 27’, Canales; 38, Magalhaes, cabezazo; 50’, Rodríguez; 86’, Lorenzetti.
Tarjetas Amarillas: Martínez (U); Silva, Gaitán, Cornejo y López ©.
