Publicidad
Theresa May viaja a Estrasburgo en último intento por concretar un acuerdo para el “brexit” MERCADOS Crédito: EFE

Theresa May viaja a Estrasburgo en último intento por concretar un acuerdo para el “brexit”

Publicidad

Hasta el anuncio de su viaje, todo indicaba que la primera ministra británica, Theresa May, no podría jugar su última carta para intentar salvar el acuerdo con Bruselas, en vísperas de un nuevo voto en el Parlamento británico y a tres semanas de la fecha límite. Desde su Gobierno explican que su decisión de viajar no garantiza que habrá un acuerdo.


Theresa may se dirige en estos mismos momentos a Estrasburgo para intentar cerrar un trato de última hora con las autoridades de la Unión Europea (UE) sobre las condiciones del brexit, según confirmó una fuente al interior del Gobierno británico a The Guardian.

El trato, que la premier británica se comprometió a renegociar con la UE, parecía a punto de derrumbarse la tarde del lunes y, de cerrarse, tendría que estar listo durante el transcurso de hoy, ya que se llevará a votación en el Parlamento británico mañana martes, a dos semanas de la salida “sin trato” (no-deal brexit) que se efectuaría automáticamente a partir del 29 de marzo si las partes no consiguieran llegar a un acuerdo.

Desde el Gobierno de Downing Street aclaran a que su decisión de viajar no significa que habrá un acuerdo, sino que se trata de una base para “continuar la discusión cara a cara”, según fuentes del diario británico The Guardian.

El ministro irlandés de Relaciones Exteriores, Simon Coveney, ya había anunciado desde Dublín que May viajaría por la tarde a Estrasburgo para “intentar finalizar” un acuerdo. Sin embargo, poniendo de manifiesto el caos que rodea a este desesperado esfuerzo de última hora, una fuente del Gobierno británico afirmó inmediatamente en Londres que los planes de viaje de May “no están confirmados”: “Coveney se ha adelantado”, aseguró.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el negociador Michel Barnier están actualmente en esa ciudad del este de Francia, sede del Parlamento Europeo.

La hora de Londres

En las últimas horas, la jefa de Gobierno británica habló dos veces con Juncker por teléfono. También conversó durante el fin de semana con los líderes de Francia, Alemania, España, Finlandia, Suecia, Países Bajos, Letonia y República Checa, según precisó un portavoz de Downing Street. Sin embargo, esos contactos parecían no haber dado el resultado esperado por Londres y, en opinión de los europeos, la pelota estaría ahora en el campo británico.

“Hemos conversado todo el fin de semana y ahora las discusiones, las negociaciones, son entre el Gobierno en Londres y el Parlamento británico”, dijo Barnier a AFP. “La Cámara de los Comunes debe tomar decisiones importantes”, agregó el portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas.

Mientras, la canciller alemana Angela Merkel afirmaba en Berlín: “Hemos hecho una oferta importante de nuevo al Reino Unido y ahora, por supuesto, le corresponde al Reino Unido reaccionar”.

“Es el mismo acuerdo”

Casi tres años después del referéndum de junio del 2016, en que un 52 % de votantes se declaró a favor de salir de la Unión Europea, el tiempo se le acaba a la líder conservadora británica. Si nada cambia, el país debe abandonar el bloque el 29 de marzo y, ante la falta de un acuerdo, crece el temor de que se vea abocado a hacerlo brutalmente, con dramáticas consecuencias económicas y sociales para el país.

El acuerdo que May negoció arduamente durante año y medio con la UE fue estrepitosamente rechazado por los diputados británicos en enero. La primera ministra prometió entonces renegociar con Bruselas su punto más conflictivo: la salvaguarda irlandesa, un mecanismo para evitar la reinstauración de una frontera física entre la República de Irlanda –país miembro de la UE– y la provincia británica de Irlanda del Norte.  Y se comprometió a volver a someter el texto a la aprobación de los diputados este martes (12.03.2019).

May se enfrenta a la posibilidad de otra derrota, a raíz de la cual podría incluso verse expulsada del cargo. En enero, solo 202 diputados votaron a favor del acuerdo y 432 en contra, entre ellos más de cien rebeldes de su propio Partido Conservador.

El texto que se dispone a presentar “es el mismo acuerdo (…), nada ha cambiado”, señaló la influyente diputada Yvette Cooper, del opositor Partido Laborista, durante un acto público en Londres. “¿Qué ha estado haciendo la primera ministra durante ocho semanas?”. Y denunció: “Tendremos apenas unas horas para examinarlo antes de votar”.

¿Un aplazamiento?

Si los diputados tumban de nuevo el texto el martes, May se comprometió a organizar el miércoles 13 otra votación para que se pronuncien a favor o en contra de un brexit sin acuerdo. Si este también es rechazado, el jueves debería haber un tercer voto sobre la posibilidad de pedir a la UE un aplazamiento de la fecha del brexit.

Pero este necesitaría la aprobación por unanimidad de los líderes de los otros 27 países del bloque, y estos ya advirtieron que solo lo considerarían si tiene un propósito claro y no se propone, simplemente, seguir prolongando un bloqueo que consideran motivado por cuestiones de política interna británica.

Publicidad

Tendencias