PAÍS
El ministro de Relaciones Exteriores explicó cuáles fueron los temas principales que hablaron los presidentes que acudieron al llamado de Sebastián Piñera.
Uno de los temas que fue ligado a la cumbre Prosur que se desarrolló la pasada semana en Chile fue la crisis venezolana. Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, minimizó la situación, asegurando que apenas se había hablado del asunto en la cumbre.
«El tema de Venezuela fue muy marginal (…), no estuvo presente y tampoco fue un tema. El tema central fueron cosas concretas, integración concreta que favorezca a la población de nuestros países», sostuvo el ministro de Relaciones Exteriores en una rueda de prensa.
Ampuero recordó que el Gobierno de Nicolás Maduro no fue invitado a la cita porque Venezuela no cumplía con los requisitos de ser «un país democrático donde exista el Estado de derecho, se respeten los derechos humanos y funcione la democracia».
El líder opositor, Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por más de cincuenta países, había sido invitado a la cumbre, pero excusó su ausencia por motivos de agenda.
El canciller chileno reiteró este lunes que este nuevo foro de integración sudamericana «no es una instancia de exclusión ideológica» y busca cooperación concreta y pragmática en áreas como infraestructura, energía, salud y lucha contra el narcotráfico, entre otras.
Ampuero aseguró que la aparición del Prosur ha roto «cinco años de parálisis» en el diálogo y la integración en América del Sur y consideró que la cumbre fue un «éxito» de organización y resultados.
El Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur) se creó el viernes pasado con la firma de los presidentes de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú, más el embajador de Guyana en Chile.
Autoridades de Bolivia, Uruguay y Surinam participaron en la cumbre en calidad de observadores y no firmaron la declaración final que selló la creación del Prosur.
