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El presidente de la Cámara de Diputados aseguró que su visita al Vaticano, junto con su hija, para reunirse con el Papa Francisco no fue un gusto personal.
El viaje «privado» que realizó el nuevo presidente de la Cámara de Diputados, Iván Flores, finalmente no fue tan privado. Como informó El Mostrador, el DC no se encontraba el martes en la asamblea en Catar, hacia donde viajó y que aún estaba en desarrollo, sino que se encontraba en Italia, específicamente en Roma, paseando con su hija en el Vaticano.
Debido a las críticas tras este desvío en su agenda, las que pedían incluso que renunciara a su cargo, el parlamentario salió a defenderse: «No lo voy a hacer (renunciar) porque tengo la conciencia limpia, porque no he ocupado un peso de la Cámara. Estoy aquí haciendo la pega. Perfectamente yo podría haber pedido la abstención, y eso es lo que de verdad debió haberse hecho».
En ese sentido, Flores dijo que su visita al Vaticano para juntarse con el Papa Francisco no era un gusto personal, sino que estaba «haciendo la pega, y hasta el día de hoy, y mañana, voy a seguir haciendo la pega», como indicó en entrevista con la radio Cooperativa.
«Fue una muy buena reunión (con el Papa) y yo me encuentro con esta sorpresa. Duele mucho que colegas parlamentarios hagan un punto político en la Sala diciendo que yo estoy en Roma paseando con mi hija y no estoy en Qatar haciendo la pega, cuando en realidad la pega de Qatar se hizo toda y completa», profundizó.
A raíz de esto, criticó a los parlamentarios, a los que tildó de «mala leche» por buscar aprovecharse de esta situación, ya que lo cuestionaron «sin saber, o aún sabiendo, aprovechan de hacer el punto político».
