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La campaña de reelección del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rompió vínculos con algunos de sus encuestadores tras la filtración de encuestas de meses atrás que lo mostraban detrás del vicepresidente, Joe Biden, en estados electorales clave, según varios informes.
La maniobra precede el lanzamiento oficial de la campaña de Trump en una manifestación el martes en el disputado estado de Florida, y según un sondeo de NBC-Wall Street, publicado el domingo, la mayoría de los votantes están «incómodos» de votar por Trump. Las evaluaciones de la economía se han debilitado en otras encuestas y el público duda cada vez más de los esfuerzos de la administración por el tema migratorio.
NBC News informó anteriormente que los encuestadores de Trump fueron despedidos tras las revelaciones de que las encuestas internas de la campaña de marzo mostraban que Trump estaba detrás de Biden en estados tradicionalmente demócratas, como Pensilvania, que consolidaron la victoria del presidente en 2016, así como en los estados cambiantes y algunos bastiones típicamente republicanos como Georgia.
Incluso en el sólido estado republicano de Texas, que la última vez que votó por un demócrata para presidente fue en 1976, Trump lideró con solo 2 puntos porcentuales en las encuestas de marzo, según NBC. En 2016 Trump venció a la demócrata Hillary Clinton en Texas por 9 puntos porcentuales.
La estrategia de la campaña, que vio el despido de tres de sus cinco encuestadores, tuvo como objetivo limitar el número de personas externas que podrían filtrar números de encuestas desfavorables, según el New York Times.
Biden es el favorito en el amplio campo principal demócrata, pero su fortaleza y la posible debilidad de Trump podrían cambiar mucho en los próximos meses. Trump, como es sabido, sorprendió a encuestadores y expertos que en su mayoría predijeron con seguridad que perdería las elecciones de 2016.
La campaña de Trump y la Casa Blanca no respondieron inmediatamente las solicitudes de comentarios. El gerente de campaña de Trump, Brad Parscale, dijo al Times en un comunicado que las cifras filtradas eran «antiguas» y no reflejaban las dinámicas actuales, como el término de la investigación del fiscal especial, Robert Mueller.
La campaña «ha observado grandes cambios a favor del presidente» y el mandatario no ha reducido su popularidad en ningún estado donde la campaña lo haya evaluado, especialmente contra los demócratas, dijo Parscale.
