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Crédito: Agencia Uno
“Es claro que la alteración en los hechos atribuidos no solo resultan ser falsos (…) sino que implican una evidente mala fe”, señala la defensa del empresario chileno.
A través de un escrito de 15 páginas, la defensa de Carlos Cardoen acusó a Estados Unidos de modificar “maliciosamente” los hechos imputados contra el empresario en su solicitud de extradición, debido a que lo acusan de vender circonio, material utilizado para fabricar bombas de racimo que posteriormente habrían sido vendidas a Irak.
Los representantes de Cardoen aseguraron sobre el gobierno de Trump que es “claro que la alteración en los hechos atribuidos no solo resultan ser falsos (…) sino que implican una evidente mala fe”.
Una de las abogadas de Cardoen, Joanna Heskia, los acusa directamente de «actuar inapropiado y desleal”, según reporta el diario La Tercera.
El primer argumento para sustentar esta posición es que solo tres de los ocho cargos imputados por EE.UU. estarían vigentes y que, a diferencia de lo planteado por Washington, se trata de delitos comunes y de mediana gravedad “catalogables como infracción a las leyes de exportación de bienes de origen estadounidense, sin que digan relación con delitos de tráfico de armas y/o delitos de crimen organizado”.
En tanto, el segundo argumento esgrimido por la defensa del empresario es que aseguran que en “la solicitud de extradición los hechos atribuidos son modificados maliciosamente”, ya que, según ellos, EE.UU. realizó deliberadamente “un cambio sutil, pero sustantivo y con graves consecuencias jurídicas”.
De acuerdo a la defensa, Cardoen solo exportaba circonio compacto en “pastillas o pelets” y “en su gran mayoría polvo de circonio como esponja o circonio granulado”. Esto mismo fue ratificado en el acusación (indictment) del Gran Jurado en 1993 en la cual se estipuló que las empresas de Cardoen exportaron ilegalmente 130 toneladas de “circonio en calidad apta para artillería, entre esponja o polvo granulado y compactos (pastillas)”.
A juicio de Heskia, en la solicitud de extradición “esto se altera y modifica” al hacer alusión exclusivamente al circonio compacto en pastillas. De hecho, según el texto de la solicitud de extradición se hace referencia a 38.784 libras de circonio compacto en pastillas y 145.097 libras de este metal en forma de esponja o granulado.
Esta diferencia de formatos resulta clave para la abogada de Cardoen, ya que “solo el circonio en forma de compacto es considerado un artículo de defensa en los EE.UU. y por lo tanto, sujeto a licencias del Departamento de Estado” al figurar en la Lista de Municiones. En tanto, el circonio granular o esponja “solo requería autorización y licencia del Departamento de Comercio”.
Con esta diferenciación, la mayoría de los cargos perdería sustento “puesto que no existió fraude o engaño a las autoridades norteamericanas”.
Así, la defensa concluye que EE.UU. “tomó conocimiento que tal y como estaban los hechos en el indictment no era posible obtener una condena, cambiando estos a su arbitrio, de manera contraria a su propia legislación y a los deberes que le exige la cooperación internacional”.
El documento finaliza con la petición de que la extradición debe ser rechazada debido a que los delitos se encontrarían prescritos en Chile: “Habiendo sido los supuestos hechos cometidos hasta octubre del año 1989, y siendo la acusación de hace más de 26 años, estos se encuentran evidentemente prescritos, ya que la única diligencia útil esperable luego de la acusación era la petición de extradición la cual es evidentemente extemporánea”.
