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Crédito: Agencia Uno
El medio recordó el argumento de Bachelet sobre la lucha contra la desigualdad, pues ella consideraba que «era una última oportunidad para lidiar con los descontentos que, si se descuidan, podrían empujar a Chile hacia el populismo».
Uno de los medios internacionales que ha seguido de cerca el estallido social en el país es el The Economist, quien en su última edición volvió a referirse a la crisis social, destacando la figura de la ex presidenta Michelle Bachelet en su último Gobierno cuando luchaba contra la desigualdad.
En el texto, titulado originalmente como «Metamorfosis en Chile» en su edición impresa y como «Chile se tambalea hacia una nueva Constitución» en su edición online, el periódico recordó las reformas impulsadas por la ahora Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU. Su conclusión fue que estaba en lo correcto.
El medio recordó el argumento de Bachelet sobre la lucha contra la desigualdad, pues ella consideraba que «era una última oportunidad para lidiar con los descontentos que, si se descuidan, podrían empujar a Chile hacia el populismo».
«En ese momento eso parecía alarmista. Y varias de las reformas de la Sra. Bachelet estaban mal diseñadas. Se enfrentaron a una oposición implacable de los negocios y la derecha (…) Pero en retrospectiva, la Sra. Bachelet estaba en lo correcto. Durante el último mes, debido a los descontentos que identificó, Chile se ha visto afectado por una conflagración social», expresó el medio.
Sobre el manejo de Piñera, el medio dijo que «ha sido errático» y que su declaración de que «Chile estaba en guerra» y el haber sacado a los militares a la calle «le quitó credibilidad» por los muertos y heridos en las manifestaciones.
«El presidente ahora ha perdido el control de los acontecimientos», añadió el periódico, que también críticó a Carabineros y a la inteligencia.
«Chile ha descubierto algunas verdades duras sobre sí mismo. Su fuerza de policía, alguna vez admirada, los Carabineros, han demostrado ser incompetentes y brutales. Se ha demostrado que el servicio de inteligencia no tiene idea», expresó.
