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En 80 días de investigación, el sargento quedó con arraigo nacional y prohibición de acercarse a la víctima. Se buscaba que quedara con arresto domiciliario nocturno, pero esto no fue acogido.
Una de las imágenes más viralizadas tras el comienzo del estallido social fue una de un Carabinero en Rancagua, quien usó a un manifestante, menor de edad, como escudo humano.
Tras la publicación de ese video, Carabineros inició una investigación sumaria, mientras que el Ministerio Público una penal.
Esta última llevó al sargento ante el Juzgado de Garantía de Rancagua, donde se le imputó el delito de apremios ilegítimos. De acuerdo al ente persecutor, en un principio el policía sostuvo al estudiante de 17 años para su detención, «lo que implicó que el funcionario tomara fuertemente desde el cuello la víctima (…) y luego los trasladara hacia el furgón policial para terminar con la detención», partió explicando la abogada asesora y vocera de la fiscalía de O’Higgins, María Paz Saravia.
«Lo cierto es que eso no se verifica, no lo ingresa al furgón, sino que se devuelve con el menor a la vía pública y procede, con su mano libre, a disparar de la carabina lanzagases, lo que implica necesariamente que impuso al menor a los objetos contundentes que en ese momento se lanzaban contra de los funcionarios policiales», añadió.
Tras la exposición de hechos, el tribunal decretó las medidas de arraigo nacional y prohibición de acercarse a la víctima. Así también, estableció un periodo de investigación de 80 días. Además de dichas cautelares, la fiscalía había solicitado el arresto domiciliario nocturno del policía, sin embargo aquello no se acogió debido a que este no tenía antecedentes.
