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Crédito: Agencia Uno
En primera instancia, querían ponerle discusión inmediata, por lo que debía estar despachado en 6 días. Esto molestó a los senadores de oposición, quienes advirtieron que ese lapso de tiempo era muy poco. Ante estas críticas, la ministra del Trabajo, María José Zaldívar anunció que ingresará con urgencia simple, lo que equivale a un plazo de 30 días. Este plazo nuevamente fue criticado por la oposición.
En materia de reforma de pensiones, había choque de posturas entre el Gobierno y la oposición en cuanto a la urgencia del proyecto. Los primeros querían ponerle discusión inmediata, lo que se significaba que en seis días debía ser despachado, los senadores de oposición decían que sería imposible cumplir los plazos, lo que generaría mal clima para la discusión. Y ninguna de las partes cedía. Hasta ahora.
Este miércoles, la ministra del Trabajo, María José Zaldívar, anunció que vez de discusión inmediata, buscarán poner urgencia simple, lo que implica que el proyecto de ley debe ser conocido y despachado por el Senado en el plazo de 30 días.
Sobre este cambio, la secretaria de Estado dijo que “el tema de la discusión inmediata no lo vamos a presentar, sino que lo que vamos a presentar es la urgencia simple, para asegurarnos de que vamos a tener un horizonte de tiempo en el que podamos tener una respuesta y darle una respuesta a la ciudadanía”.
Sin embargo, este cambio tampoco fue celebrado por los senadores. Juan Pablo Letelier (PS), quien asumirá la presidencia de la comisión de Trabajo, no está de acuerdo con este plazo. “Me revelo contra la pretensión del ejecutivo de pretender hacer esta discusión en un mes (…) creo que crea un pésimo clima”.
Ximena Rincón (DC) compartió lo dicho por Letelier, agregando que “en 30 días, lo digo como exministra y como senadora, es imposible discutir un proyecto de esta envergadura, que es de alta complejidad técnica, que tiene una serie de cuerpos normativos que se modifican, y que crea, además, una nueva institucionalidad”.
