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Crédito: Agencia UNO (Temática)
Esta es la primera denuncia formal sobre los viajes en helicóptero durante Semana Santa. La denuncia correspondería al caso del empresario automotriz Cristóbal Kaufmann, quien fue fiscalizado en su segunda vivienda del exclusivo balneario el viernes 10 de abril.
La fiscal regional de Valparaíso, Claudia Perivancich, informó que hoy recibieron, por parte de la Armada, una denuncia que da cuenta de un matrimonio que llegó en helicóptero desde Vitacura hasta Cachagua, en Semana Santa, violando la cuarentena establecida por el Covid-19.
“Hoy recibimos una denuncia de la Armada, en la que se nos da cuenta de un control, de parte de la Policía de Investigaciones (PDI) y de servicios de salud, que advierten en la localidad de Chachagua el traslado hasta ese lugar, vía helicóptero, de un matrimonio que tendría domicilio en la comuna de Vitacura, que se encontraba en cuarentena total”, comentó la prosecutora.
“Esa denuncia, si bien la recibimos, revisando su contenido estimamos que, habiendo un principio de ejecución de esta infracción o delito del artículo 318 del Código Penal que se produce en la localidad de Vitacura, debemos transferir esa investigación a conocimiento de la Fiscalía Regional Metropolitana Oriente”, sostuvo, considerando que el matrimonio emprendió su viaje desde la comuna de Vitacura.
En consecuencia, Perivancich advirtió que “en comunicación con esa Fiscalía Regional, hemos advertido que la misma dio origen hoy, de oficio, a una investigación por los mismos hechos, de manera que vamos a traspasar la información que hemos recibido a modo de denuncia de la Armada, de modo que continúe investigación en dicha zona metropolitana”.
La denuncia correspondería al caso del empresario automotriz Cristóbal Kaufmann. De acuerdo a La Segunda, fue fiscalizado en su segunda vivienda el viernes 10 de abril. En su defensa, su abogado José Luis Riesco mencionó al vespertino que la intención de Kaufmann era quedarse en Cachagua, ya que voló ese mismo día desde Tobalaba hacia el litoral y entregó una autodenuncia a la Seremi de Salud de Valparaíso, informando que se fue a Cachagua porque en su edificio había una persona contagiada y solo había un ascensor, por lo que su intención era quedarse indefinidamente ahí.
Esta es la primera denuncia formal sobre los viajes en helicóptero durante Semana Santa, considerando que ya la Fiscalía había anunciado que iniciaría una investigación. De acuerdo a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), “de los antecedentes recopilados, se detectó que dos vuelos habrían incurrido en eventuales infracciones. En uno de ellos, efectuado de Vitacura a Cachagua, ida y vuelta, durante el día 6 de abril del 2020”, además sostuvieron que “se incurrió en infracción aeronáutica al no entregar el piloto el listado de pasajeros y no constar el permiso sanitario correspondiente».
El problema radica en que “al no contar con este listado, no resulta factible conocer si las personas que viajaron en la aeronave tenían el permiso sanitario respectivo, siendo motivo de investigación”, añaden.
Paralelamente, y con respecto al segundo vuelo que también se realizó desde Vitacura hasta Cachagua, aunque el día 7 de abril, y que regresó el mismo día “se desconoce si el pasajero contaba con la autorización sanitaria correspondiente”.
La DGAC agregó que también se está investigando un tercer vuelo, el cual ocurrió días antes a los ya comentados: “Este vuelo podría haber incurrido en infracciones aeronáuticas y los antecedentes se encuentran en conocimiento de la autoridad sanitaria y de la Fiscalía Regional de Valparaíso”, comentaron.
Otro de los traslados corresponde al empresario José Manuel Urenda (67), presidente de la multinacional Agencias Universales, quien reconoció que realizó el viaje: “Esto ocurrió antes de que existiera prohibición de volar y antes que se produjeran traslados por Semana Santa a la costa», comentó a La Tercera.
«Nunca jamás se me ocurrió trasladarme, no obstante yo reúno los requisitos para haberme instalado allá. Tengo la edad y fui operado del corazón hace un par de años, un año y medio, más o menos”, señaló
También agregó que “consultamos y nos dijeron que no había barrera sanitaria y no nos habrían dejado salir de lo contrario. Registramos el vuelo, el piloto tuvo que presentar la documentación del caso con salvoconductos y salimos plenamente autorizados”, sostuvo.
El empresario acotó que el helicóptero “es como mi auto, porque me muevo mucho a Valparaíso (…). Me duele que la autoridad a uno lo juzgue antes de tiempo. Vean el proceso. Revisen la documentación y después vean si cabe por algún lado que me puedan sancionar. No fue nada más que eso. Fui solo con el piloto. Nadie pernoctó en la casa”, confesó.
“Como te digo, pasamos antes sobrevolando el centro de distribución. Aterrizamos allá. Al rato, nos volvimos y directo a Santiago, porque a las 18:00 horas, Tobalaba cerraba”, menciona.
Otro vuelo correspondería a Felipe Morgan, un empresario que voló a Santo Domingo el martes 7 de abril, según La Tercera. Morgan habría realizado un vuelo para ir a buscar a un adulto mayor que necesitaba ser intervenido quirúrgicamente de forma urgente en uno de sus ojos.
En cuanto a las sanciones, de acuerdo a la fiscal regional metropolitana subrogante, Lorena Parra, toda persona que infringe el artículo 318 arriesga penas que van desde los 61 días a 540 días y multas de 3 a 20 UTM.
El artículo en cuestión señala que «el que pusiera en peligro la seguridad pública por infracción de las reglas higiénicas o de salubridad, debidamente publicadas por la autoridad, en tiempo de catástrofe, epidemia o contagio, serán penados con presidio menor en su grado mínimo o multa de seis a veinte unidades tributarias mensuales».
