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«400 carabineros trasladados a Talca, sin contar militares, personal de salud y policías en la ruta y a la salida de Santiago. Un costo brutal para un evento privado que genera lucro, pero que debe ser subsidiado por el Estado en medio de las demandas generadas por la pandemia. Se mantiene un modelo que permite a los clubes internalizar las ganancias y externalizar las pérdidas», dijo el director ejecutivo de Chile 21, Eduardo Vergara.
A las 18 horas, se enfrentarán en Talca Colo Colo y la Universidad de Concepción, en un duelo que definirá al último descendido a Primera B. En el caso de los albos, en caso de ocurrir eso sería histórico porque jamás ha bajado de categoría. Como tal, el partido ha significado un masivo despliegue de recursos y personal policial, a pesar de que el partido se jugará sin público debido a la pandemia.
Sobre este operativo se refirió el director ejecutivo de Chile 21, Eduardo Vergara, quien señaló que «400 carabineros trasladados a Talca, sin contar militares, personal de salud y policías en la ruta y a la salida de Santiago. Un costo brutal para un evento privado que genera lucro, pero que debe ser subsidiado por el Estado en medio de las demandas generadas por la pandemia. Se mantiene un modelo que permite a los clubes internalizar las ganancias y externalizar las pérdidas».
A juicio de Vergara, “si un privado no tiene capacidad de organizar un evento y garantizar estándares mínimos de seguridad no debe ser autorizado. Es evidente que no tienen la capacidad absoluta, pero al menos debe ser proporcional al impacto y a las ganancias”.
En sentido, señaló, “es urgente una ley de Seguridad Privada que regule de una vez por todas las actividades que demandan presencia policial, ya sea con pagos o multas complementarias como se hace en otros países. Los clubes deben asumir costos o repartir ganancias».
“Si bien se ha visto afectado por la pandemia, en situaciones normales el negocio de los eventos masivos es gigante incluyendo conciertos y el fútbol. La seguridad privada que proveen no es solo insuficiente sino que ineficiente”, añadió.
«Terminamos sacando policías de los barrios, aumentando la inseguridad para subsidiar eventos lucrativos y al final del día, el costo lo pagan los mismos hinchas, pero con el aumento de inseguridad de sus barrios y poblaciones mientras los clubes lucran de forma brutal», cerró.
