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El relato del diario The New York Times sobre el complejo panorama económico de Argentina en medio de la pandemia MUNDO Crédito: Reuters

El relato del diario The New York Times sobre el complejo panorama económico de Argentina en medio de la pandemia

El país trasandino tendrá que elaborar un nuevo calendario de pago de 45.000 millones de dólares que debe al Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, la vicepresidente Cristina Fernández exige una postura mucho más combativa contra el FMI. La actual dirección del FMI, encabezado por Kristalina Georgieva, ha cambiado su típico modelo de disciplina fiscal instando a los gobiernos a recaudar impuestos sobre el patrimonio para financiar la pandemia. Esta medida ya fue tomada por Argentina a fines del año pasado.


El covid-19 ha golpeado especialmente duro a Argentina. El país cerró el 2020 con una recesión de 10%, marcando su tercer año en recesión. A esto se suma la fuga de la inversión extranjera y el aumento del costo en las importaciones, además de una tasa de inflación que supera el 40%.

El panorama económico para Argentina es complejo. El país trasandino tendrá que elaborar un nuevo calendario de pago de 45.000 millones de dólares que debe al Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, la vicepresidente Cristina Fernández exige una postura mucho más combativa contra el FMI.

Sobre este oscuro escenario, el ex secretario de finanzas argentino que dirige Econviews, Miguel Kiguel, dijo a The New York Times que «no hay un plan, no hay un camino a seguir». En la nota consignada por el medio Infobae. Kiguel cuestiona: «¿Cómo conseguir que las empresas inviertan? Todavía no hay confianza».

La actual dirección del FMI, encabezado por Kristalina Georgieva, ha cambiado su típico modelo de disciplina fiscal instando a los gobiernos a recaudar impuestos sobre el patrimonio para financiar la pandemia. Esta medida ya fue tomada por Argentina a fines del año pasado.

El gobierno del presidente Alberto Fernández ha seguido adelante con la suposición de que puede asegurar un acuerdo para posponer sus deudas.

«La dirección del FMI ha dejado claro que éste es el marco», dijo el economista de la Universidad de Columbia en Nueva York, Joseph E. Stiglitz. Asegura que el nuevo acuerdo reconocerá al «nuevo FMI», reconociendo que «la austeridad no funciona, y reconociendo su preocupación por la pobreza».

La flexibilidad del FMI con Argentina da cuetna de la confianza en el presidente Fernández y su ministro de Economía, Martín Guzmán.

«Tenemos que evitar seguir los patrones del pasado que tanto daño hicieron», dijo el ministro de Economía en una reciente entrevista. «Queremos ser constructivos y resolver estos problemas de forma que funcionen».

Guzmán ha presionado a los sindicatos para que acepten escasos aumentos salariales, argumentando que los sueldos más bajos llegarán más lejos si se controla la inflación. El ministro también ha impuesto controles de precios a alimentos y ha emplazado a otras empresas a mantener los precios más bajos para sus productos.

También se han aumentado los impuestos a las exportaciones, generando molestia en el gremio de agricultores y ganaderos. «Me pasó más tiempo rellenando hojas de cálculo para el gobierno que produciendo», dice un agricultor.

Dudas de las empresas

Se espera que la economía argentina se expanda este año en torno al 7%, impulsado por las exportaciones de soja, además de los altos precios de las materias primas. Sin embargo, muchas empresas dudan que la recuperación pueda cobrar impulso, considerando que el Banco Central mantiene elevados niveles de interés.

Miguel Harutiunian es el presidente de la empresa Edelflex, dedicada al diseño de equipos utilizados por cervecerías procesadores de alimentos y fabricantes de productos farmacéuticos para gestionar líquidos. Pero los altos costos de los préstamos han impedido a esta empresa realizar mejoras en sus plantas.

Al respecto, Harutiunian sostiene que «es  inevitable que tengamos una visión a corto plazo y no podamos invertir en nuevas tecnologías». Agrega que «el objetivo final de una empresa -o de un país- no puede ser simplemente sobrevivir».

Otro testimonio es el de la empresa Texcom, que se dedica a la fabricación de tejidos para marcas internacionales de artículos deportivos, pero que en marzo tuvo que suspender su producción producto de la cuarentena. Texcom reabrió en mayo para suministrar material necesario para equipos de protección tales como máscaras faciales para el personal médico.

Sin embargo, la producción de la empresa en 2020 se redujo a la mitad en comparación con 2019 y esperan que este año, su producción esté cerca del 70% del nivel previo a la pandemia.

«Argentina lleva años metida en un laberinto del que no puede salir», dijo el presidente de Texcom, Javier Chornik. «El país siempre parece crecer, luego hay una crisis y vamos hacia atrás. Vamos y volvemos y nunca podemos llegar a ninguna parte», agregó.

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