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Manchester City fue el primero en bajarse de la iniciativa y luego Arsenal, Manchester United, Liverpool y Tottenham Hotspur anunciaron lo mismo. Se espera que el Chelsea complete la salida de los «Big Six» cuando presente los papeles de retiro a la Superliga.
El proyecto de la Superliga europea quedó a la deriva después de que los seis clubes de la Premier League inglesa involucrados renunciaron el martes, 48 horas después de aceptar unirse a equipos italianos y españoles en la nueva competencia de fútbol de élite.
Manchester City fue el primero en bajarse de la iniciativa y luego Arsenal, Manchester United, Liverpool y Tottenham Hotspur anunciaron lo mismo. Se espera que el Chelsea complete la salida de los «Big Six» cuando presente los papeles de retiro a la Superliga.
La Superliga no respondió a una solicitud de comentarios y su presidente, el timonel del Real Madrid Florentino Pérez, canceló una entrevista de radio que tenía prevista.
La nueva liga, que fue anunciada el domingo con 12 miembros fundadores, ahora se queda con tres clubes italianos, AC Milan, Juventus e Inter de Milán, más el Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid por España.
La Superliga argumentó que aumentará los ingresos de los mejores clubes y que les permitiría distribuir más dinero al resto del fútbol.
No obstante, los órganos rectores del deporte, otros equipos y organizaciones de aficionados dijeron que el torneo aumentaría el poder y la riqueza de los clubes de élite y que la estructura parcialmente cerrada de la liga va en contra del modelo de larga data del fútbol europeo.
A diferencia de la actual Liga de Campeones de Europa, donde los equipos deben clasificar a través de sus ligas nacionales, los equipos fundadores de la Superliga tendrían asegurado un lugar en la nueva competición cada año.
Después de la tormenta de protestas de aficionados, jugadores, entrenadores y gobiernos, junto con amenazas de sanciones por parte del órgano rector del fútbol de Europa (UEFA) y la FIFA, los clubes ingleses cedieron ante la presión y tiraron la toalla.
El vicepresidente ejecutivo del Manchester United, Ed Woodward, anunció su renuncia poco antes de que su club desestimara participar en un proyecto en el que él había sido muy influyente.
La mayoría de los comunicados de los clubes ingleses fueron breves, pero el Arsenal pidió disculpas a su afición por estar involucrado.
«Nunca fue nuestra intención causar tanta angustia, sin embargo, cuando llegó la invitación para unirse a la Superliga, sabiendo que no había garantías, no queríamos quedarnos atrás para asegurarnos de proteger al Arsenal y su futuro», según un comunicado del club londinense.
«Como resultado de escucharlos a ustedes y a la comunidad futbolística en general durante los últimos días, nos retiramos de la Superliga. Cometimos un error y nos disculpamos por ello», agregó el club.
El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, alabó rápido la decisión del City.
«Estoy encantado de dar la bienvenida al City de nuevo a la familia del fútbol europeo», dijo. «Han demostrado una gran inteligencia al escuchar las muchas voces, sobre todo sus aficionados, que han explicado los beneficios vitales que el sistema actual tiene para todo el fútbol europeo».
