MUNDO
Crédito: EFE
«El Faro enfrenta un aluvión de campañas de difamación, escuchas telefónicas, amenazas y acusaciones falsas de evasión fiscal por parte del gobierno del presidente Nayib Bukele», denunció el medio salvadoreño, el mismo que acusó al polémico mandatario de “estar matando la República” por maniobras como la destitución de magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y del fiscal general. A través de un correo electrónico enviado a sus clientes, este portal -considerado uno de los más prestigiosos del continente- es tajante: “Está en juego la supervivencia de una de las fuentes de periodismo independiente más importantes de América Latina”.
El Faro es el medio exclusivamente digital más antiguo de Latinoamérica. Con marcado sentido independiente y fiscalizador, se ha convertido en un referente noticioso en El Salvador y Centroamérica. Sin embargo, en el último tiempo ha estado bajo el acoso del Gobierno del mediático y polémico presidente Nayib Bukele.
El mandatario consiguió hace unas semanas que la Asamblea Legislativa de El Salvador, controlada por su partido Nuevas Ideas, destituyera a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y el fiscal general, en una suerte de “golpe blanco” que ha sido ampliamente criticado por la comunidad internacional. Y de paso, Bukele ha redoblado sus ataques a la prensa detractora, en especial a El Faro.
Esta situación la confirmó el mismo medio a través de un correo electrónico enviado a sus clientes: «El Faro enfrenta un aluvión de campañas de difamación, escuchas telefónicas, amenazas y acusaciones falsas de evasión fiscal por parte del gobierno del presidente Nayib Bukele. Como sabrá, El Faro es uno de los sitios de medios más respetados y un faro del periodismo de investigación sobre el crimen organizado, la corrupción y la violencia en la región. Ha sido sometido a múltiples auditorías y acusaciones de lavado de dinero en lo que parece ser un esfuerzo sistemático para silenciar su voz independiente. En el clima actual, nos preocupa la libertad y seguridad del equipo de El Faro«.
En el texto, agregan que estos hostigamientos y ataques al medio «se producen en un momento en que el presidente Bukele amenaza activamente el estatus democrático del país, incluida la sustitución de los jueces de la Corte Suprema y el Fiscal General por sus candidatos preferidos».
De hecho, una vez consumada la salida de los jueces y del fiscal general, El Faro publicó una ácida editorial en donde acusaba que “Bukele está matando la República”. “Y todos quienes hoy le sirven desde la Asamblea, desde los ministerios, desde la Fiscalía o la Policía, o desde la vicepresidencia, son sus cómplices”, señalaba el texto.
Según este medio, “ya no hay leyes que limiten a Nayib Bukele. Y si las hay, serán irrespetadas, eliminadas o sustituidas. Él es la ley. Puede que millones de salvadoreños aún no se hayan dado cuenta, pero así muere una república y nace un régimen de naturaleza dictatorial”.
En este escenario, en la comunicación enviada a sus clientes, El Faro señala que “el equipo directivo cree que su mejor defensa es elevar el costo para el gobierno de dañarlos y están agradecidos por el apoyo de los aliados internacionales, incluida la cobertura de noticias de la situación”.
Junto al mail, El Faro compartió un resumen de la situación actual en El Salvador y el medio: «En el segundo semestre de 2020, el gobierno del presidente Nayib Bukele acusó a El Faro de lavado de dinero y lanzó auditorías de varias de las actividades de la empresa. El gobierno concluyó recientemente la primera auditoría y declaró que El Faro evadió $ 33,700 en impuestos (correspondientes a ingresos de $ 180,000 para 2017)».
De hecho, dicha polémica llegó a la prensa internacional, y BBC Mundo publicó un artículo titulado “Bukele vs El Faro: qué hay detrás del enfrentamiento del popular presidente de El Salvador con uno de los medios más prestigiosos del continente”.
«El Faro niega públicamente cualquier irregularidad y afirma que el Ministerio de Hacienda manipuló cifras para cumplir con las órdenes de ataque de la oficina del presidente. El Faro publicó un artículo denunciando el uso del poder estatal para intimidar y socavar a las instituciones que cuestionan la conducta del gobierno. Afirmaron que han pagado todos los impuestos adeudados y han presentado prueba de hacerlo», denuncia el medio.
«Se espera que la situación empeore ya que el Tesoro todavía está revisando los rendimientos financieros de otras tres áreas de actividad. En cada una de las auditorías, el gobierno ha intentado ilegalmente obtener una lista de los miembros de El Faro (incluidos los nombres individuales y los datos de contacto), así como las actas de sus reuniones de la Junta Ejecutiva. Se está dedicando una parte muy importante de la atención de la administración a defender la integridad financiera de El Faro, así como la privacidad y presumiblemente la seguridad de sus partidarios», explican.
«El Faro sigue denunciando con valentía las acciones del gobierno y lucha por defender a la empresa y su derecho a la libertad de expresión periodística (…) Está en juego la supervivencia de una de las fuentes de periodismo independiente más importantes de América Latina», cierran.
