MERCADOS
Crédito: Reuters
El dato es parte del reporte “Recobrar el crecimiento: Reconstruyendo economías dinámicas pos-COVID con restricciones presupuestarias”, en el que señala que la recuperación económica de América Latina y el Caribe se acelerará a una tasa del 6,3 % en 2021. Hace cuatro meses, el organismo había anticipado un crecimiento para este año del 5,2% para la región.
En su nuevo informe sobre la economía de la región, el Banco Mundial estimó un crecimiento de 10,6% para Chile en 2021, aunque el 2022 la expansión caería a 2,4%, y a 1,8% en 2023
El dato es parte del reporte “Recobrar el crecimiento: Reconstruyendo economías dinámicas pos-COVID con restricciones presupuestarias”, en el que señala que la recuperación económica de América Latina y el Caribe se acelerará a una tasa del 6,3 % en 2021. Hace cuatro meses, el organismo había anticipado un crecimiento para este año del 5,2% para la región.
En el detalle, las dos grandes economías regionales mostrarán un sólida expansión, pero lo harán por debajo de la media: Brasil crecerá el 5,5% este año, por encima del 4,5% previsto en junio; y México lo hará el 5,7%, mejorando así el 5% anticipado cuatro meses atrás.
Con todo, el BM advirtió de que la estimación del 6,3% para este año, impulsado por la aceleración de la vacunación contra la Covid-19, «no logrará revertir del todo la contracción de 6,7 % que tuvo lugar el año pasado».
Además, el mismo informe reporta que las secuelas de la pandemia tardarán en desaparecer y avisa además de los numerosos obstáculos que encara la región.
Entre ellos, destaca que «la persistencia» de las presiones inflacionarias a nivel mundial podría «derivar en tasas de interés más elevadas y reducir la demanda», y que «los crecientes niveles de déficit público y endeudamiento limitan el potencial de cualquier intervención pública futura»
Asimismo, el BM explicó que «las previsiones de crecimiento para los próximos dos años caerán por debajo del 3%», lo que supondría un regreso a las tasas de crecimiento bajas de la década de 2010 y renuevan la «preocupación de una nueva década perdida en términos de desarrollo» en América Latina y el Caribe.
