El desierto de Atacama, el más árido del mundo en el norte de Chile, está a un paso de convertirse en un polo de investigación paleontológica internacional, con la protección de restos fósiles marinos de millones de años escondidos entre sus ventosas dunas, hogar del mayor yacimiento arqueológico del hemisferio sur. Este es parte del trabajo de la Corporación para la Investigación y Avance de la Paleontología e Historia Natural de Atacama, CIAHN.