CULTURA
Noviembre es el mes favorito de la entidad, pues recuerda la mañana de 2005 cuando esta institución literaria y cultural dio por primera vez la bienvenida a su comunidad. Por eso, a 16 años de esa chispa inicial, armó de una cartelera presencial y virtual para celebrar su aniversario. Su directora, Marcela Valdés Rodríguez, comentó a El Mostrador que el sitio «permite que la ciudad cuente con lugares de encuentro comunitario con libre acceso a la lectura, cultural, recreación, patrimonio, información y conocimiento».
En noviembre la Biblioteca de Santiago cumple 16 años desde que abrió sus puertas. Para celebrar este aniversario ha realizado distintos talleres, charlas y presentaciones para niños, niñas, adolescentes y adultos.
“Instituciones como la Biblioteca de Santiago permiten que la ciudad cuenten con lugares de encuentro comunitario con libre acceso a la lectura, cultural, recreación, patrimonio, información y conocimiento. Espacios democráticos y diversos que son una oportunidad para las personas y la participación ciudadana”, destacó su directora, Marcela Valdés Rodríguez.
En ese sentido, sostuvo que este aniversario se da en un contexto complejo debido a la pandemia así que uno de los desafíos para la institución es volver totalmente a la presencialidad y “recuperar aquel público al que no pudimos llegar de manera virtual por la brecha digital”.
Además indicó que uno de los objetivos que tiene para la Biblioteca es posicionarse “como un espacio diverso, democrático y abierto a las comunidades, generando una gran comunidad de la Biblioteca de Santiago”.
En esa línea, para celebrar el aniversario, realizaron una planificación diversa para distintos público con el fin de celebrar en comunidad, a través de actividades presenciales y virtuales y en formato híbrido, como lo son talleres, teatro familiar y conciertos.
La directora además planteó que espera que en el próximo gobierno asegure una ley de bibliotecas para así asegurar el acceso a la cultura y la lectura.
“Como biblioteca pública nos gustaría contar con una ley de bibliotecas y políticas que garanticen el acceso a la cultura y la lectura, las democraticen y aseguren que el estado sea el garante de los derechos, desde el respeto a la inclusión y la diversidad”, expuso.
También insistió que “la lectura es un derecho y que el acceso y promoción de las bibliotecas lo garantiza, así como políticas y acciones en torno a garantizar su sustentabilidad”.
