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Según señala el analista Alejandro Fernández Beroš, en el informe mensual que elabora la consultora, independientemente del resultado del balotaje de este 19 de diciembre “el horizonte seguirá nublado por la incertidumbre, la perspectiva de un cambio constitucional radical y la probable persistencia de la aguda polarización que divide al país”.
“Ningún camino parece conducirá a Roma”. Esa es la premisa del informe mensual de la consultora Gemines que pone el foco en el balotaje de este este 19 de diciembre, en que se medirán los candidatos Gabriel Boric (Apruebo Dignidad) y José Antonio Kast (Frente Social Cristiano).
“El problema es que ninguno de los candidatos presidenciales, los dos que pasaron a segunda vuelta ni los que fueron eliminados, representan lo que, creo, necesita el país. Ni el ultra conservador Kast ni el revolucionario Boric son capaces de liderar proyectos que convoquen a una amplia mayoría del país, más allá de que uno de los dos obtendrá el 50%+1 de los votos el 19 de diciembre”, señala el análisis del coordinador general Alejandro Fernández Beroš.
A juicio del analista, “independientemente del resultado, el horizonte seguirá nublado por la incertidumbre, la perspectiva de un cambio constitucional radical y la probable persistencia de la aguda polarización que divide al país”.
De acuerdo con el diagnóstico de Alejandro Fernández Beroš, “lo más probable es que quién triunfe enfrente un Congreso equilibrado en los números, pero muy polarizado, lo que hace difícil que se puedan aprobar soluciones de fondo a las pensiones, salud, vivienda y otros problemas”.
Bajo su punto de vista, esto puede traducirse en una “parálisis”, lo que puede traducirse en “acentuar la polarización y para que la crisis por la que atraviesa el país se profundice y pueda terminar no institucionalmente”.
“Si la parálisis del gobierno se hace realidad, la sociedad se polariza y ello redunda en bajo crecimiento y poca capacidad de satisfacer las necesidades y expectativas de la gente, el escenario de crisis se retroalimentará, aumentando la posibilidad de una explosión social violenta en algún plazo”, indica.
En este contexto, un factor clave es el trabajo de la Convención Constitucional y la nueva Carta Magna que será sometida a plebiscito el próximo año. “El cambio de la Constitución, aunque puede ayudar a resolver algunos de los problemas institucionales del país, puede generar otros o agravar algunos existentes. La posibilidad de que el proyecto de Constitución se rechace genera, también, muchos riesgos y peligros”, sostiene.
