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El constituyente y expresidente de la DC enfatizó que en la colectividad «hay una crisis de convivencia interna, hay una crisis de identidad, de discurso y también de trabajo territorial» y apostó por una evolución del partido más que en terminarlo para iniciar algo nuevo. «Hay algunos que creen que la DC debe sepultarse para que nazca algo nuevo; en cambio, yo creo que la DC debe evolucionar a un partido de nuevo tipo y de cara a los desafíos que tenemos a partir del proceso constituyente». Sobre la posición ante el nuevo gobierno, sostuvo que va en línea con una independencia colaborativa, pues hizo el punto que hay coincidencias en algunos aspectos programáticos con Gabriel Boric, a diferencia de lo que ocurre con el Presidente Sebastián Piñera.
La crisis de la Democracia Cristiana no es nueva. Ya en 2018 tuvo una importante renuncia de militantes y al año siguiente comenzó un Congreso Ideológico que no pudo terminar por el estallido social y la pandemia. Hoy nuevamente se registran renuncias de militantes, como los exministros Edmundo Pérez Yoma y Genaro Arriagada.
La DC se planteó – tras el triunfo de Gabriel Boric en la presidencial – ser un partido fuera del gobierno, pero colaborativo. El constituyente y expresidente de la DC, Fuad Chahín, en entrevista con El Mercurio, admitió que la de la DC «es una crisis que lleva mucho tiempo». Sobre las renuncias, puntualizó que según su información, «se han ido más de 3 mil militantes del partido los últimos tres meses. Eso no es la crisis, es un síntoma de una crisis que es mucho más profunda de todo punto de vista. Hay una crisis de convivencia interna, hay una crisis de identidad, de discurso y también de trabajo territorial».
Consultado sobre declaraciones de Alberto Undurraga, quien dijo que «nos acercamos al fin» en la DC, Chahín afirmó que «es un diagnóstico compartido» y que la colectividad debe concluir el Congreso Ideológico. «Necesitamos rediseñar el partido desde el punto de vista de su institucionalidad, de sus definiciones políticas, transformar al partido en uno moderno, muy descentralizado y actual en su oferta programática. Hay algunos que creen que la DC debe sepultarse para que nazca algo nuevo; en cambio, yo creo que la DC debe evolucionar a un partido de nuevo tipo y de cara a los desafíos que tenemos a partir del proceso constituyente», agregó.
Chahín no descartó que se pueda cambiar el nombre al partido, pero «por sobre todo hay que entrar en la lógica del movimiento político». «Muchas veces estamos más pendientes de la discusión de cómo entrar a la burocracia pública, pero creo que la DC debe dejar atrás la ansiedad por volver a conducir el Estado y realmente ver cómo hacemos un camino más largo de realmente resintonizar con el electorado que espera un partido como el nuestro y recién ahí pensar en conducir el Estado», subrayó.
En cuanto a la posición de la DC frente al gobierno de Gabriel Boric, resaltó que «la DC no puede ser una oposición como lo va ser la UDI o Republicanos, pero tampoco tiene que formar parte de la coalición de gobierno. La DC debe actuar con independencia colaborativa en todos los ámbitos». Añadió que a su colectividad le interesa que al Gobierno de Boric le vaya bien.
«En la práctica, que los proyectos de ley que nos parezcan que son adecuados para el país los vamos a respaldar, vamos a tratar de ver cómo mejorar los que son mejorables y aquellos que creamos que van en un sentido totalmente incorrecto se van a rechazar», dijo sobre el concepto de «independencia colaborativa», donde marcó diferencias con el rol de oposición colaborativa, como a su juicio la tuvieron con el Presidente Sebastián Piñera.
