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Crédito: Agencia Uno
Por ejercer presiones indebidas sobre el proyecto inmobiliario Las Salinas, la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti apuntó al Presidente Sebastián Piñera, porque gracias a presiones del Gobierno, se han ido desestimando los procesos judiciales pendientes del proyecto que ha causado polémica en el borde costero. “Me parece una insolencia y de una falta de respeto que no tenemos por qué soportar”, concluyó.
La alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti (RD), acusó, este miércoles, al Presidente Sebastián Piñera de ejercer presiones indebidas sobre el proyecto inmobiliario Las Salinas, que mantiene en conflicto a la ciudad costera. La edil señaló: “con molestia me permito comentar que este gobierno está obrando nuevamente con excesiva desvergüenza» y que se debe solucionar «antes que nuestro presidente electo Gabriel Boric asuma, para asegurar un proyecto inmobiliario a un grupo muy determinado de personas”.
“La inmobiliaria Las Salinas, más allá de todo el marketing de sostenibilidad que ha exhibido en el espacio público, es dos cosas en concreto: una, 26 torres de segundas viviendas y en segundo lugar, en medio de un proceso de libre mediación que es altamente cuestionado con fundamentos concretos y técnicos de carácter científico, no con caprichos”, sentenció Ripamonti.
La jefa comunal denunció que hubo una “pre-visación” proveniente de Santiago, lo que significaría una presión “indebida y políticamente a los Tribunales de Justicia“, desestimando los procesos judiciales pendientes “y por sobre todo, las observaciones hechas por la ciudadanía, por el Municipio de Viña del Mar y por la Gobernación de Valparaíso”.
“Me parece una insolencia y de una falta de respeto que no tenemos por qué soportar”, concluyó.
El proyecto ha generado polémica por los 160 mil metros cuadrados del borde costero de Viña del Mar que son de la inmobiliaria Las Salinas, propiedad de la familia Angelini, dueña de las empresas Copec, y pretende erigir un ambicioso proyecto inmobiliario.
El terreno fue usado por distintas empresas para almacenar combustible y fabricar lubricantes y químicos agrícolas entre 1919 y 2003, según consignó El Mostrador. Esta misma producción resultó en una contaminación de las tierras. Hecho por el que han debido presentar varios informes a las autoridades ambientales.
La inmobiliaria se comprometió un proceso de biorremediación bacteriológica, que implica que bacterias sean introducidas en el terreno para degradar los desechos. Este mismo compromiso fue parte de los procedimientos promovidos por la inmobiliaria para lograr la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), uno de los trámites para comenzar la construcción.
Una de las polémicas es que el Movimiento Un Parque para Las Salinas, citados en este mismo medio, ha denunciado incongruencias entre el Estudio de Impacto Ambiental, la Evaluación de Riesgos a la Salud Humana y la propia orden de biorremediación propuesta por la inmobiliaria, ya que el mismo proceso podría tener efectos “cancerígenos, mutágenos, neurotóxicos e inmunotóxicos“.
Ante las declaraciones de Ripamonti, desde la inmobiliaria Las Salinas valoraron “la posibilidad de que el proyecto de saneamiento sea evaluado próximamente, con el fin de avanzar en todas las instancias ambientales que la ley establece”.
“Somos conscientes de que las empresas generan desconfianza en la ciudadanía, por eso, nos adherimos a las palabras de Gabriel Boric en Enade 2022, en las que destacó la importancia del diálogo y la capacidad de las empresas de ser dinámicas. Seguimos haciendo hincapié en la importancia de generar una mesa de diálogo con las autoridades y comunidades”, añadieron en un comunicado.
